24 Septiembre 2015
Juan y Joaquín Piñera
Pico Neouvielle (3.091 m), Arista Tres Consejeros
(D, IV+)
Luz de amanecer en el Pico de los Tres Consejeros, el Pico Neouvielle y el Ramougn |
El día antes había sido de transición: tal y como anunciaban, pasó la cola del frente de borrasca que iba a meter medio metro de nieve en los Alpes. A nosotros nos había llovido un rato por la mañana, pero después el cielo limpió y hoy ya el día nacía perfecto.a luz del amanecer teñía de rojo
las cumbres y la escalada que era nuestro objetivo para hoy: la Arista de los
Tres Consejeros al Pic de Neouvielle.
La arista en cuestión está
recomendada como una gran clásica del Pirineo. Es fácil de grado, no muy larga,
tiene buena roca y además asciende a la cumbre que da nombre al macizo de
Neouvielle. No se puede pedir mucho más. El año pasado, cuando pasé por aquí
con Rafa, ya me había quedado grabada como actividad a hacer.
Para no cometer el error de unos
días atrás en el Aneto, hoy habíamos metido provisiones abundantes. Como además
no llevábamos crampones (ni clavos, ni piolet), la cosa seguía siendo ligera
una vez repartido todo entre los tres.
En montaña la distancia siempre
engaña mucho, y desde nuestro cómodo vivac en el Cap de Long se me hacía
imposible que hubiera tres horas de aproximación. Salimos hacia las ocho y
media por el camino al final de la presa.
Este remonta metros de forma radical desde el principio. Más tarde
suaviza de ángulo y va cruzando tanto zonas de hierba como canchales de rocas
de líquenes verdes que tanto nos gustan a los que venimos de la caliza…
Cumbre del Pico de los Tres Consejeros |
Pasamos por debajo de muros
potentes en los flancos del Ramougn, donde me consta que existen interesantes
vías.
El nevero de la entrada a la pared
es casi inexistente, así que para nosotros hoy no hay paso complicado en la
rimaya como indican algunas reseñas.
La intriga respecto a la dificultad de la diagonal que tenemos que hacer para alcanzar el collado de inicio de la escalada queda resuelta cuando nos vamos acercando: hay paso fácil aunque expuesto, especialmente al comienzo de la misma.
La intriga respecto a la dificultad de la diagonal que tenemos que hacer para alcanzar el collado de inicio de la escalada queda resuelta cuando nos vamos acercando: hay paso fácil aunque expuesto, especialmente al comienzo de la misma.
Cuando llegamos al collado
compruebo que apenas hemos recortado un cuarto de hora de las tres horas de
referencia… si es que esto es grande.
En la collada hace algo de viento,
y en la vertiente contraria bastante más nieve que en la Este, pero viendo su
cima tan cercana (de nuevo me engaña la montaña) no puedo evitar tirar a por la
cumbre del vecino Pico de los Tres Consejeros, y es que no todos los días tiene
uno un tresmil al alcance de la mano.
Juan y Juaco me siguen, pero más tarde desisten ante la abundante nieve helada de algunos pasajes. Al final fue sólo unos metros, luego ya en la arista iba prácticamente limpio. Llegué a la cumbre, me saqué una foto y salí para abajo, no fuera a ser que echara de menos estos minutos más tarde en el día…
Juan y Juaco me siguen, pero más tarde desisten ante la abundante nieve helada de algunos pasajes. Al final fue sólo unos metros, luego ya en la arista iba prácticamente limpio. Llegué a la cumbre, me saqué una foto y salí para abajo, no fuera a ser que echara de menos estos minutos más tarde en el día…
De vuelta en la collada, una vez
preparados, salí a por la arista encordado a la mitad de nuestra cuerda, de
modo que mis amigos me seguirían cuando se terminaran sus cabos, de
aproximadamente treinta metros cada uno. Desde el comienzo la roca da buena
sensación: bloques afilados que sobresalen pero que están sólidamente unidos a
la montaña. En apenas ningún punto me dieron mal rollo.
El ángulo es suave hasta llegar al primer resalte explicado en la reseña: voy buscando el camino más fácil, colocando seguros que casi siempre pasan por ser cintas alrededor de bloques. El primero de los tres resaltes que describe nuestra reseña se resuelve en la vertiente del Cap de Long: habla de una fisura con un clavo.
Cuando me asomo para mirar, decido cambiar las pesadas botas de invierno por los pies de gato: acertada decisión, porque resulta que me esperaba un tramo de unos diez metros muy verticales, y en los que aun teniendo buen canto, seguro serían IV+. Y claro, el tacto de los gatos no tiene nada que ver.
Después de esto la arista tumba
pero sigue siendo afilada.
Cuando nos toca pasarnos al lado
izquierdo, el hielo cubre la roca y le da ambiente.
El segundo resalte, un diedro muy
guapo, lo evitamos rápidamente por la variante llamada“paso del buzón”, de
nuevo por la derecha.
Vamos disfrutando de la escalada,
del ambiente, de las vistas de cumbres y lagos a ambos lados. El día está azul
totalmente, sin viento. Parece pedido a capricho.
La cresta tumba de nuevo y solo nos queda navegar a por el resalte final, que libra la llamada Proa. Cuando llego a ella me doy cuenta de por qué la llaman así: realmente recuerda la proa de un barco.
Este bloque se libra de nuevo por
su derecha, para trepar después por un fantástico muro de granito dorado,
surcado por una fácil fisura de formas y huecos.
Ya solo nos queda el tramo final a
la cumbre.
La vista es espectacular: identificamos cumbres y macizos a lo largo de la cordillera: el hecho de estar “fuera” de la línea principal hace que podamos tomar una perspectiva poco habitual. Vignemale, Gabietos, Taillon, Brecha de Rolando, Casco, Cilindro, Marboré, Monte Perdido, Posets, Aneto…
La vista es espectacular: identificamos cumbres y macizos a lo largo de la cordillera: el hecho de estar “fuera” de la línea principal hace que podamos tomar una perspectiva poco habitual. Vignemale, Gabietos, Taillon, Brecha de Rolando, Casco, Cilindro, Marboré, Monte Perdido, Posets, Aneto…
Fotos de rigor, comer, beber, y
mirar por dónde será la bajada normal de esta atalaya, que se eleva alpina en
todas sus vertientes.
Siguiendo los hitos vamos bajando
de terraza en terraza, evitando con cuidado las zonas heladas, los resaltes
compactos más grandes. No es desde luego una normal para quien no se encuentre
cómodo con aire alrededor. Además el verglás exige atención.
Destrepes fáciles pero verglaseados |
Un mundo de bloques por recorrer |
Para cuando tocamos “suelo”,
delante de nosotros tenemos un enorme caos de bloques de tamaños variados, en
general de grande a muy grande, que debemos navegar pasando por debajo del
Ramoung, que se levanta alpino sobre nosotros, y seguir hacia abajo paralelos a
la arista de Barris hasta casi su fin. Después tenemos que cruzar a la derecha hacia
el paso del Pas du Gat para poder bajarnos de vuelta al Cap de Long.
El paseo de ayer por los lagos nos ha venido muy bien para situarnos en el macizo y tomar conciencia de las estructuras principales de esta zona. Por supuesto el GPS que lleva Juaco nos ayudará en caso de duda.
El paseo de ayer por los lagos nos ha venido muy bien para situarnos en el macizo y tomar conciencia de las estructuras principales de esta zona. Por supuesto el GPS que lleva Juaco nos ayudará en caso de duda.
Todo este resumen se traduce en
realidad en un buen rato navegando entre bloques (hora y media), recordándonos
de cuando en cuando prestar atención, porque el cansancio, la confianza, y un
bloque que se mueva inesperadamente pueden hacer que acabemos con una factura
del dentista…
Para alcanzar el Pas du Gat aún
tuvimos unos últimos pasos de arista, no menos bonitos por no esperados.
De ahí para abajo la mente se
relaja y nos dedicamos a recordar y comentar los mejores momentos del día, que
han sido muchos.
Atractivos pilares del Ramougn |
En el Pas du Gat |
Unos días muy buenos por los
Pirineos.
Como siempre me pasa, mi lista de
actividades futuras ya tiene nuevas referencias.
8:30 h Cap de Long
11:10 h Collado
11:25 h Cumbre Tres Consejeros
11:45 h Inicio escalada
14:45 h Cumbre Pic de Neouvielle
19:00 h Cap de Long
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