LA MONTAÑA COMO PASIÓN, COMO ESCENARIO INFINITO SOBRE EL QUE DISFRUTAR INTENSAMENTE DE LA VIDA,
DONDE ESCALAR, ESQUIAR, PEDALEAR, CORRER, CAMINAR...
DONDE LOS AMIGOS, EL ESTILO Y LAS FORMAS CUENTAN, Y MUCHO

viernes, 25 de enero de 2013

El blog del Gallo


Tengo mucha suerte.
Desde siempre he tenido maestros y compañeros de escalada de cualidades excepcionales. Imagino que algo habré puesto de mi parte, pero sea como sea, he disfrutado de esta ventaja. 
Algunos de ellos estaban a mi lado casi la primera vez que me encordaba y aún seguimos escalando juntos. Otros de los amigos con los que comparto vivencias y escaladas son profesionales de la montaña, y eso se nota, pero es que además son muy buenos alpinistas. De entre estos, uno de ellos es sin duda el mejor alpinista que he conocido hasta la fecha (hace tiempo que no escalo con él y lo echo de menos). 
Los años pasan y las nuevas generaciones llegan pisando fuerte: a Martín lo conocí siendo un niño que iba de monte con su padre. Siempre tenía una cara de ilusión tremenda con todo lo relacionado con la montaña. Tanta era su ilusión, que ha enfocado su vida profesional hacia ella. El niño ya es un tiarrón, y ahora a veces escalamos juntos. 
Viviendo por y para la montaña, pues claro, no se para quieto un minuto. Todo el día en movimiento:  escalando en roca, en hielo, esquiando, guiando. Como otros de sus colegas (y después de darle bastante la paliza), por fin se ha animado a contar las cosas que va haciendo: Hielo, nieve y roca
Lo seguiré de cerca, no va a dar para aburrirse.








sábado, 12 de enero de 2013

Steinbeck y el Edén

"En los asuntos humanos que comportan peligro y tacto, un final feliz puede verse seriamente comprometido por la prisa. Muy a menudo los hombres tropiezan y caen a causa de una excesiva precipitación. Para realizar como es debido cualquier acción difícil y sutil, es preciso considerar ante todo la finalidad a la cual se tiende; una vez aceptada dicha finalidad como deseable, entonces es preciso olvidarla por completo y centrarse única y exclusivamente en los medios que conducen a ella. Gracias a este método, ni la prisa ni el temor ni la ansiedad desencadenarán pasos en falso. Pero muy pocas personas son capaces de comprenderlo."

"Al este del Edén" Capítulo 21
John Steinbeck

Las cinco de la tarde. Luz mortecina. Recién coronado el Monte Deva y sin nadie alrededor pedaleo bajo la lluvia con la temperatura cayendo drásticamente. Con las piernas enrojecidas por debajo del coulotte corto, los dedos de las manos y los pies empapados y tiesos de frío, trato de ponerme la capucha del chubasquero por encima del casco. En este escenario, reflexionaba a ratos sobre el párrafo leído esta mañana y sobre lo mucho que es de aplicación para tantas cosas de la vida. 
Al comienzo de la bajada del "cagondios" (una cuesta que hace honor a su nombre...), una California aparcada con el portón abierto y un chaval atechado bajo el mismo. De la que paso le grito: "ahí no servirás cafés no?" "Sí" me contesta mientras me hace gestos con el brazo invitándome. Voy demasiado empapado, prefiero seguir para casa... Aún hay gente enrollada por el mundo.

El resto del trayecto hasta casa, sin parar de llover, también seguí reflexionando. Básicamente sobre lo capullo que soy saliendo en bicicleta con este tiempo, pero el caso es que al salir de casa no llovía...

Steinbeck es un crack!

sábado, 5 de enero de 2013

Probando suerte en Picos: el Marqués

Domingo 30 de Diciembre 2012
Mon Turrado y Pablo Luque
Torre de Santa María, 2.478 m, Corredor del Marqués


El montañismo invernal en el Cantábrico tiene una componente importante de aleatoriedad. De suerte.
Hace años sólo conseguías escalar algo en invierno a base de subir sistemáticamente cada fin de semana, prueba y error, hasta que acertabas con el objetivo, las condiciones de la nieve y la meteo. Había (y sigue habiendo) mucha afición entonces.
Hoy día todo es más fácil. Gracias a la mucha información disponible y a lo actualizada de la misma, uno puede afinar bastante el tiro. Entre las detalladas previsiones meteorológicas, y los datos aportados por la gente en los foros, los blogs y las muchas webs, se consigue tener una idea bastante clara de lo que te puedes encontrar.
No obstante, a veces uno es el que se acerca a probar sin referencias previas, ocasiones en las que simplemente tiras los dados y pruebas suerte. La suerte siempre tiene su porcentaje en todo.
Muchas de estas veces, el resultado es poco satisfactorio. Otras pillas cacho, y si encima estás con el macizo entero para ti y tus colegas, el placer es total.
El pasado domingo 30 de diciembre, Mon, Luque y yo fuimos a probar suerte. La predicción de la meteo no era buena, y las referencias de condiciones poco claras: apenas tres o cuatro días antes Mon había estado por allí hundiéndose hasta el eje en una nieve ideal para una lesión de rodilla.
A las cinco y media de la mañana nos agrupamos en un coche en El Remedio, con ganas de pisar y pinchar blanco.
A las siete terminamos de repartir el material y arrancamos a caminar en Pandecarmen con una temperatura más alta de lo deseable y bajo nube cerrada. Las frontales nos acompañaron hasta Vegarredonda, donde un poco por encima empezaba la nieve: dura como una piedra, bien!
El cielo seguía muy encapotado, hacia arriba la nube cortaba las montañas a unos 2.200 metros, el viento soplaba fuerte a ratos, y algunos copos de nieve se escapaban mientras nos poníamos los crampones. Hacia abajo, la costa se veía barrida por nubes bajas de las que se descolgaban densas cortinas de agua. No pintaba nada claro.
En el cruce de desvío a la Fragua o la Mazada tomamos la decisión: mi intención inicial de ir a la Torrezuela quedó aparcada. Las alternativas allí eran muy pocas si no había condiciones. Por no subir las zetas de la collada, a sugerencia de Mon tiramos al segundo corredor de los Argaos, para asomarnos al otro lado, haciendo algo más interesante que el simple caminar.




La nieve estaba helada y la progresión era rápida. Ganada la arista, la vista seguía poco clara: montamos un rápel por si acaso había alguna rimaya (que la había) en la otra vertiente. La Santa María seguía sin dejarse ver. Seguimos hacia allá sin objetivo claro, aunque yo me inclinaba abiertamente por el Marqués: tiene que estar muy mal la cosa para no poder hacerlo. Otra opción era seguir girando hacia el Jou Santu y ver de cerca el estado de la Arrieta y otras vías de la Santa María, así como la Norte de la Peña Santa. Yo prefería claramente hacer una cumbre.

En el comienzo del primer largo
Seguimos remontando la Cemba Vieya, sobre nieve helada muy buena, cortando de vez en cuando zonas de nieve fresca acumulada por el viento.
La nube apenas nos destapaba el monte, pero sí intuiamos que a las vías de hielo les faltaba un poco aún: Pili  Cristina y Norte Directa están en formación, pero necesitan nuevas nevadas que las alimenten desde arriba con su fusión. 
Al ser yo quien dio la vara para venir al Marqués, mis colegas me dejaron tirar delante. El primer largo entretenido. 
En la primera reunión, las coladas de nieve unidas a un viendo intenso me enfriaron bastante. Mon llegó rápico y para cuando se nos unió Pablo cerrando el grupo, las condiciones invitaban bastante más a bajarse de allí que a continuar. Sin atender a razones, sequí para arriba igualmente. 





Quizá por ser testarudos, el cielo nos sonrió mejorando y dejando ver el azul. Sin contratiempos hicimos cumbre y disfrutamos unos minutos de las vistas. Escalar con vistas al mar es siempre un placer. Confirmamos que a la Peña Santa le falta un poco aún. El viento frío seguía azotando, así que sin demora iniciamos el descenso. 










La bajada también fue bien y el ambiente de los rápeles estuvo tan guapo como siempre. Caminando fuimos charlando sin parar: la crisis se empeñaba sistemáticamente en volver a la conversación...

A la bajada, más despejado, se aprecia el escaso hielo
En todo el día sólo cruzamos a dos chavales al lado de la cabaña de Remis a la bajada. El resto del tiempo, el macizo entero para nosotros.
Llegamos al coche a las cinco y media: diez horas y media desde que salimos. Casi ocho de ellas con crampones (los pies destrozados...)
Dice Fer en una referencia de anteayer que esta actividad sale aproximadamente a unos 21 km: media maratón con unos mil quinientos metros de desnivel. 
Para ser la primera de la temporada no ha estado mal. El Marqués tan guapo como siempre. Sin duda fue un buen día de montaña, disfrutado en buena compañía.
Algunas fotos son de Mon. Otras añadidas posteriormente, de Luque.

Gijón 5:00 h
El Remedio 5:30 h
Pandecarmen 7:00 h
Cumbre 13:15 h
Pandecarmen 17:30 h
Gijón 19:15 h