LA MONTAÑA COMO PASIÓN, COMO ESCENARIO INFINITO SOBRE EL QUE DISFRUTAR INTENSAMENTE DE LA VIDA,
DONDE ESCALAR, ESQUIAR, PEDALEAR, CORRER, CAMINAR...
DONDE LOS AMIGOS, EL ESTILO Y LAS FORMAS CUENTAN, Y MUCHO

domingo, 27 de diciembre de 2015

Las muchas vidas del material

Para nuestros juegos necesitamos ciertos trastos.
Sucede a menudo que nos equivocamos de talla al comprarlos, otras veces no nos convencen una vez usados, o nos sobran con los años… Sea como sea, casi siempre hay alguien a quien le viene bien eso que se nos va quedando en casa cuando hacemos la mochila ¡Mejor en uso por otros que cogiendo moho en el trastero!

Por nuestro bien, la filosofía de las 4R´s (Reducir, Reparar, Reusar, Reciclar) debería estar en nuestro día a día todo lo posible. No consumir de más, reparar lo dañado antes de desecharlo, reutilizarlo para otros fines si para el original ya no va, y por último reciclar los materiales cuando todo lo anterior ya no sea posible. La venta cuando no lo usamos también encaja en esta filosofía, y además podemos recuperar parte de la inversión.

Para mí, la compraventa de material usado ha estado muy presente desde el principio. El motivo cuando empezaba no era el medioambiental, claro. Por aquel entonces, con quince o dieciséis años, como seguramente sea habitual, ¡no tenía un chavo! Comprar material usado por entonces era lo que se llama hacer de la necesidad virtud.

Inicialmente lo que pasaba era que compraba material de segunda mano. Más adelante empecé a venderles cosas a los amigos. Últimamente, lo mismo vendo que compro cosas, a veces hay incluso trueques.

Cuando empezábamos, nos comprábamos el material entre varios, a escote (con los años, esto suena insólito). Mi primer arnés (un Petzl Choucas) lo compramos entre tres: Elías, Costales y yo. Nuestra primera cuerda (9mm, Roca, de color naranja chillón) también era comunitaria.
También pillábamos cosas de segunda o tercera mano.
Así las cosas, poniendo un poco de sentido común al tema (porque no todo se puede comprar usado, ni tampoco a cualquiera), me fui haciendo con lo necesario para esta afición-adicción.
Mi primera cuerda se la compré a mi amigo Juaco: era una Beal azul de 8.5 mm y de 45 metros. Con esa cuerda me subí a muchos sitios (la Oeste 1994, o Cervino 1995). Juaco me la vendió barata por ser corta, pero estaba totalmente nueva. La usé varias temporadas. Hace un par de años, dándola por jubilada, se la pasé a un amigo para usarla amarrando ganado.

Amanece en el Cervino, 1995
La Beal azul en la Rabadá, 1994
Después de años y años de pasar frío en los vivacs (mucho frío en ocasiones), le compré a Rosa un saco de expedición (que a su vez creo que ya se lo había comprado ella a alguien). El saco en cuestión era un TheNorthFace de 1.5 kg de pluma. Cuando, después de dormir calentito varias temporadas, decidí que era demasiado grande y pesado y quería comprar uno más ligero, se lo vendí a mi amigo Juanpi, quien por cierto sigue usando tan contento.

Vivac en Pirineos. El saco negro, de Juan, que antes fue mío, antes de Rosa, y antes de alguien más, creo
Mi primera frontal se la compré a mi amigo Pablo, una Petzl Mini. Pronto me di cuenta de que no valía para mucho…
En la época en que me iba todos los fines de semana al monte, le compré a mi amigo Luis Rubio una mochila enorme: una Lowe Alpine Cerro Torre. 90 litros. Me acompañó bastantes años por Picos, por Pirineos y por Alpes. La terminé reventando de los porteos. Gran compra. Todavía está por casa.

Los piolets han evolucionado mucho en los últimos años: tras incorporarme a las nuevas tendencias, mis Simond Naja pasaron a manos de mi amigo Nando. En la transacción, junto con los euros acordados, él me pasó a mí un martillo-piolet Stubai muy ligero y apropiado para entretiempos, y que yo uso ahora muy contento.

Compra-venta-trueque
Mi última transacción ha sido la de vender un lote de cinco Friends también a mi colega Nando. Todos ellos tienen unos quince años como mínimo, muchos largos encima, y están en perfecto uso, pero los cierto es que no salían del cajón últimamente. Son dos WildCountry (números 1 y 1.5), un DMM del 2, un desconocido número 1, y un Camalot 0.75 reparado (gatos Nafarroa).


Después de esta venta he comprado dos nuevos, un Allien azul a mis amigos de Oxígeno, y un Camalot del 0.75 para sustituir al vendido a mis amigos de Cavana: Las tiendas también tienen que comer.
Los nuevos (y ya estrenados)
El material tiene muchas vidas y no todo es mercadeo: también he regalado y me han regalado cosas. Yo he regalado cuerdas usadas para amarrar caballos o vacas a mis amigos de Sajambre: Diego, Sergio y José Luis. También cuerdas jubiladas a colegas para colocar en accesos complicados a sectores deportivos como Gradura en Teverga.
De entre los regalos recibidos, que recuerde ahora: un Allien Rojo de mi amigo Pablo, que lo tenía repetido y que ahora está en mi arnés en cada salida, o las cintas BlackDiamond de los piolets de mi amigo Martín. El ultimo regalo, de mi amigo Alberto, el Cuaderno ilustrado de Picos de Europa: quizá no lo parezca, pero es ciertamente material de montaña. Este no está usado, pero lo estará en breve. Buen regalo para estas fechas.

Por último están los préstamos. Yo he prestado muchas cosas, y a mí me han prestado otras tantas. Esta categoría, por definición, se supone que son transacciones temporales, y que se cuenta con su devolución. Aquí quizá haya quien se dé por aludido…

El material usado se ha movido adelante y atrás entre nosotros. Y seguro que va a seguir dándonos satisfacciones.

2 comentarios:

  1. Lo bueno que tiene renovar material viejo por nuevo, es que la renovación es igual para quien la utiliza. Salud.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo que para unos no vale, para otros es un tesoro...
      Un saludo

      Eliminar