Uno es uno y sus circunstancias.
Sucede que en estos momentos tengo dos circunstancias claramente prioritarias, una de tres años y medio y otra de siete meses, y de lunes a jueves no tengo apenas tiempo para entrenar.
Hay que adaptarse.
Lunes 25 de Febrero
13:00 h:
Bloqueo el ordenador, me levanto de mi sitio, bajo al
parking, cojo el coche y conduzco hasta la Morgal.
13:15 h:
Salgo cambiado del vestuario y aquí empieza la sesión: de
camino al tendejón de la bolera, mi lugar de entreno, ya voy agitando los
brazos adelante, atrás y lateralmente, calentando los hombros. Hoy hace frío y
todo está mojado, cinco grados marcaba el coche.
Al llegar, por un par de minutos más continúo estirando la
espalda, los hombros, los antebrazos y algo las piernas.
13:20 h:
Primera suspensión, 1 minuto cuarenta de crono.
Me bajo y hago la primera serie de abdominales: 30 repeticiones
de clásicos de frente.
Un minuto de estiramientos variados de piernas mientras
recupero el aliento.
Primera serie de tracciones: 12 repeticiones clásicas de
frente.
13:25 h:
Un minuto de estiramientos variados de piernas,
abductores, apertura lateral (soy de madera).
Segunda serie de abdominales: ahora oblicuos, 20
repeticiones de cada lado.
Un minuto de estiramientos de piernas mientras recupero
el aliento.
Serie de tracciones oblicuas con piernas apoyadas: 20
repeticiones.
Un minuto de estiramientos de piernas mientras recupero
el aliento.
13:30 h:
Segunda suspensión: 1 minuto cuarenta de crono. Más o
menos bien..
Serie de sentadillas clásicas: veinticinco repeticiones.
Un minuto de estiramientos variados de piernas mientras
recupero el aliento.
Segunda serie de tracciones: 12 repeticiones de trasnucas
clásicas.
Un minuto de estiramientos variados de piernas,
abductores, apertura lateral (aún soy de madera).
13:35 h:
Serie de planchas clásicas, 30 repeticiones.
Un minuto de estiramientos variados de piernas mientras
recupero el aliento.
Tercera suspensión: 1 minuto cuarenta de crono. Se hace
larga, los antebrazos arden.
Serie de abdominales: tijeras arriba y abajo x 40 y
seguidas tijeras horizontales x 40. Bufando.
Un minuto de estiramientos variados de piernas mientras
recupero el aliento.
Tercera serie de tracciones: 12 repeticiones de biceps
clásicas.
13:40 h:
Se acabó, algo congestionado camino al vestuario voy soltando
un poco antebrazos y hombros.
13:50 h:
Duchado a toda leche llego al coche, engullo a toda
velocidad la comida y conduzco hasta la oficina.
14:05 h:
Aparco. Entro en la oficina y a currar. ¡Y con un canto
en los dientes!
Veinticinco minutos de entrenamiento condensado. Pasado
mañana, con variaciones mínimas (más de pierna si me noto cansado de brazos), repetiré sesión. Así llevo unos cuantos meses.
Suerte que en la Morgal tengo vistas a la Cordillera, y
si los busco, también a los Picos, y eso motiva.
Estoy inmerso en la Era del Microentreno: sé que vivo de rentas
e intento estirarlas lo máximo posible.
Hay quien me dice que así no merece la
pena, que es demasiado poco tiempo. Es lo que hay: o esto, o nada. Será que no
me organizo…