LA MONTAÑA COMO PASIÓN, COMO ESCENARIO INFINITO SOBRE EL QUE DISFRUTAR INTENSAMENTE DE LA VIDA,
DONDE ESCALAR, ESQUIAR, PEDALEAR, CORRER, CAMINAR...
DONDE LOS AMIGOS, EL ESTILO Y LAS FORMAS CUENTAN, Y MUCHO

viernes, 24 de mayo de 2013

El reencuentro con el parabolt


Ya había pasado demasiado tiempo. Sobre todo demasiado para alguien como yo, que se las da de escalador…
Festivo en el curro para mí, pero escolar o laborable para la familia, la opción era clara.
Inicialmente el plan era una buena ruta de bicicleta por Somiedo con dos amigos muy fuertes. Sin embargo, la previsión de bajas temperaturas y grandes precipitaciones, unido a la pertinaz nieve en los altos por los que íbamos a ciclar, forzaron la suspensión (el aplazamiento en realidad).
Últimamente priorizo mis pocas salidas centrándolas en el monte y he venido dejando de lado la deportiva hasta un punto de abandono tremendo.
Llamada rápida a Martín, cambio de plan resuelto.
Tampoco es que el día fuera el mejor para retomar el tema, pero es lo que hay. La temperatura  prevista para Teverga era inferior a los diez grados, la cota de nieve por debajo de los mil metros, y el porcentaje de precipitación muy alto. Un 15 de mayo un tanto extremo, como el resto de meses que llevamos de 2013., aunque luego no fuera para tanto.


En mi actual estado de forma, los desplomes y las covachas no son opción, así que me quedaba un único sitio: el Muro Techo.
El Muro Techo es único porque en ningún otro sector en Asturias tienes vías verticales largas, de hasta treinta metros, en grados y estilos muy variados, y en donde puedes escalar mientras por detrás de ti está cayendo la cortina de la lluvia sin molestarte. El voladizo del techo que da nombre al sector, de unos ocho o diez metros, te protege. Pero este sitio no es único solamente por esto: la calidad, el color y el tacto de la roca, el entorno en el que estás, tan cerca del pueblo y tan aislado y tranquilo a la vez, lo convierten en uno de mis favoritos.


Algunas de sus vías las vengo haciendo desde hace casi veinte años, cuando empecé a frecuentar la zona. Por entonces fui testigo de cómo gente generosa como Javier o Tito equipaban gran parte del sector. Otra gente generosa (o quizá ellos mismos!) han reequipado gran parte de las vías, sustituyendo aquellos parabolts y descuelgues de entonces por otros nuevos. Y además lo han hecho sin alterar el carácter de las vías.
En la subida, el famoso barro de su aproximación no estuvo tan abundante como esperábamos. Subimos en zapatillas sin problemas. Tampoco nos llueve ni al subir ni al bajar.



Las vías aquí no regalan nada y obligan a escalar con atención: en total hicimos ocho o nueve largos, de entre 6a y 6b+, de estilos variados y con alguna alegría entre chapas. Lo ideal en mi caso para retomar el asunto: aunque algunas me costaron bastante, salieron todas. Martín, mucho más fuerte, como es un buen amigo se adecuó a mi nivel.


Mirando hacia líneas como Ambigut u Ojo Mágico, que a base de años y esfuerzo fui encadenando, ahora las veo como imposibles. Como dice mi amigo Pablo, “este año, a ponerse fuertes”.
El Muro Techo, un sitio único para mi reencuentro con el parabolt.

viernes, 10 de mayo de 2013

No sólo de pan vive el hombre


Do you fight cracks in your sleep, frontpoint brittle ice or hook invisible edges? In your dreams do you hear clinking carabiners, the thunk of ice tools or the whisper of rope running over stone?
We do.
We understand the bonds of rope partners, the joy of the summit and the acrid taste of failure. We know the fear of leading over poor protection, and the compassion of support shouted from the belay.
We are Alpinist Magazine. Welcome Home.

¿Luchas con fisuras mientras duermes? ¿cramponeas sobre hielo frágil o gancheas regletas invisibles? ¿En tus sueños oyes el tintineo de los mosquetones, el sonido de los piolets al clavarse, o el suave roce de la cuerda sobre la roca?
Nosotros sí.
Nosotros entendemos el vínculo entre compañeros de cordada, la alegría de la cumbre y el amargo sabor de la derrota. Sabemos lo que es el miedo de escalar por encima de seguros malos, y lo que ayudan las voces de apoyo desde la reunión.
Somos la revista Alpinist. Bienvenido a Casa. 

Así me saluda el número 42 correspondiente a primavera 2013.
Me suscribí el año pasado, y trimestralmente tengo esta alegría en el buzón. Artículos y relatos muy cuidados, de actualidad e históricos, de realidad y de ficción, junto con una fotografía impecable.
En este número, un artículo espectacular de Pakistán, K7 y Ogro, o un divertido análisis de la evolución del saca-fisureros.
Aunque es cara, sin duda merece la pena.