LA MONTAÑA COMO PASIÓN, COMO ESCENARIO INFINITO SOBRE EL QUE DISFRUTAR INTENSAMENTE DE LA VIDA,
DONDE ESCALAR, ESQUIAR, PEDALEAR, CORRER, CAMINAR...
DONDE LOS AMIGOS, EL ESTILO Y LAS FORMAS CUENTAN, Y MUCHO

domingo, 31 de diciembre de 2023

Cierre de año

Nadie. Paisajes demasiado secos para la época. Remontar con esfuerzo cuestas y laderas en silencio.
Los amigos en las aristas. Cramponaje de media ladera sin marcar huella. Latidos fuertes de corazón, resoplar intenso. Silencio. Viento en el collado.
Cumbre. Nadie. Silencio. Sensación de pequeñez. Descenso tranquilo pero atento a los pies. Cramponaje sin apenas dejar rastro.
De vuelta en la horcada, un bocado y un trago. Nadie. Silencio. El soplar del viento. Laderas verdes. El refugio cerrado. Nadie. Charla con los amigos en el aparcamiento. Regreso a casa con las pilas de las piernas gastadas, y las de la cabeza recargadas.
Tuiza 13:15 h, Meicín 13:45 h, Forqueta Portillín 14:45 h, Cumbre Fontán Sur 15:30 h, Tuiza 17:15 h, Cuatro horas de montaña.
Buen cierre de año. Ahora a por el siguiente. Salud y montaña.

sábado, 23 de diciembre de 2023

La hora mágica

Sábado 16 diciembre 2023 Cueto Agero, Espolón Asturcones (180 m, 6a) al Castro Candilejas y Costo Culero (120 m, V+) al Resquilón, con Rubén Díaz
La nieve no termina de llegar, así que volvemos al Agero a disfrutar una nueva jornada roquera. La temperatura al llegar a Allende es baja, dos grados. En el aparcamiento coincidimos con Eduardo que ha quedado para escalar con una pareja. Presta encontrarse con amigos a los que hace tiempo que no ves. Charlamos un rato y nos ponemos al día. Salimos para arriba poco a poco. En la aproximación, en un tramo de bosque cerrado, me engancho con una rama y le hago un buen siete al primaloft. Con lo que me gusta esta chaqueta, me quedo mirando como atontado el desastre que le he hecho a la manga... Finalmente llegamos al pie de vía del espolón Asturcones, no sin habernos perdido un par de veces.
Nos preparamos y arranca Rubén a por el primer largo. Son las once y cuarto de la mañana. La roca va mejorando según ganas altura. Reunión en una encina. Salgo yo a por la segunda tirada, la más dura de la vía. Los primeros metros son tranquilos hasta coger la fisura clave.
Aquí, la escalada se hace atlética y concentrada, y al llegar al clavo realmente me obliga a apretar. Este paso, 6a en unos croquis y hasta 6a+ en otros, es realmente típica escalada Agero. Tras los movimientos más apretones, ya en un buen canto, saco alguna foto hacia abajo.
La siguiente tirada para Rubén es bastante más fea y de peor roca. Raro no la hayan enderezado más a la derecha, pienso.
Vuelvo a salir delante yo, la cosa mejora; mejor roca, más estética, más aéreo. Estiro bastantes metros hasta la reunión de dos clavos (los croquis marcan tres).
Rubén disfruta a continuación el largo de V+ que remonta hasta superar por la derecha el techo cuadrado que nos ciega la salida.
Este es bonito de escalar. Cuando llego yo nos desencordamos para el tramo selvático de transición. Recogemos las cuerdas y trepamos hasta el último zócalo donde volvemos a atarnos.
Cumbre. Son las dos de la tarde. Hemos venido bien. Comemos algo y mirando el reloj decidimos ir hasta el Resquilón a aprovechar un poco más la jornada.
No hay nadie más que nosotros dos. Me maravilla que podamos disfrutar este sitio en exclusiva...
Al llegar al pie de vía, la luz de la tarde empieza a hacerse dorada. Estamos en uno de los días más cortos del año, a punto de comenzar el invierno, pero yo estoy en camiseta.
Comienza Rubén delante la Costo Culero. Son las tres y cuarto. El primer largo estira los sesenta metros de cuerda, y a pesar de los alargues en los seguros, roza considerablemente. La segunda tirada está marcada de IV+. La roca es excepcional. Los seguros separan y hay que prestar atención. Es muy bueno.
Tercer largo para Rubén, V+ muy guapo. Escalada elegante. Tiene un paso curioso en un pequeño techo, después es estirar metros.
Cuando llego yo a la encina de la última reunión son las cinco menos cuarto. Sin demora iniciamos las maniobras. Terminamos los rápeles a las cinco.
Salimos entre los árboles hacia la cabaña, y de allí para abajo.
Nos encontramos de nuevo con Eduardo y sus amigos, que se van a quedar a dormir. Un rato de charla y nos despedimos.
Mientras bajamos hablando, la mirada se me desvía de cuando en cuando hacia arriba. Las paredes brillan doradas por encima de nosotros por entre las hojas de los árboles. La luz ahora es realmente mágica.
A las ocho en casa una vez más encantado con la visita al Valle... Esta vez me acompaña el recuerdo de la roca perfecta y de esa luz dorada entre las encinas.

miércoles, 13 de diciembre de 2023

Entrenando el mismo día a 0 y a 2000 m

Viernes 8 diciembre. Paula y Noelia. Asturias tiene muchos problemas de todo tipo. A la vez tiene otras ventajas importantes. Aquí se puede ver una; de mañana paseo costero, de tarde esquí de montaña.
Paseo de mañana con Paula, desde casa, en cota 0 m. unos 10 kilómetros a buen ritmo.
Las vistas de la senda costera tan chulas como siempre. Y por supuesto, la compañía inmejorable.
El mismo día por la tarde, intentando aprovechar la poca nieve caída hasta ahora, paseo en esquíes de travesía con Noelia en Fuentes de Invierno, casi 8 kilómetros en dos subidas hasta cota 1900 m.
Una subida completa y otra parcial. La nieve mucho mejor de lo esperado.
Resumen del día: unos 18 kilómetros recorridos y unos 700 metros de desnivel positivo acumulado. Todo suma.

lunes, 4 de diciembre de 2023

Cuatro horas de crampones en noviembre

Domingo 26 Noviembre, Cuvicente y Jultayu con Rubén
El placer de la montaña en su formato más sencillo. Simplemente caminar por sitios bonitos, solitarios y elevados. Remontar collados, recorrer pequeños valles, atravesar majadas, ascender laderas y finalmente recorrer las aristas y las cumbres. Enlazamos con el camino de Ario a la altura de la majada de Belbín. Espectacular sitio.
Las vistas espectaculares, tanto de las cumbres vecinas del Cornión como del Macizo Central, o de los pueblos como Caín, mil quinientos metros por debajo y a la vez tan cercanos. Además el día nos regala el lote completo, con un cielo otoñal con nubes y azules, con nieve alta pero en la mejor condición, con rebecos abundantes y muy presentes, y lobos presentes pero totalmente ocultos.
Los crampones y el piolet hoy imprescindibles.
El ambiente por un lado amable y a la vez severo, un resbalón podría ser fatal. Y la compañía, la charla, los silencios.
A la bajada, por un camino distinto que en la mañana, atravesar otras majadas donde las ruinas nos hablan de la gran actividad ganadera que existía hasta hace unas décadas.
Veranos que bullían de vida, familias enteras con su ganado, haciendo queso, dando a estos paisajes ahora desiertos la naturaleza integrada con el hombre en equilibrio.
Me cuenta Rubén las historias recogidas directamente de protagonistas de la zona. Una forma de vida ancestral en la fase final de su extinción.
Llegar al coche apurando la luz, con una buena kilometrada y desnivel acumulado. La cadera y el cuerpo en general responden bien. Ocho horas en total. Cuatro horas de pinchos. Encantado de la vida. Y todo esto es gratis oiga.

martes, 21 de noviembre de 2023

La trave del Piles

Está pulida. En algunos tramos, como el cristal. No es para menos, se lleva escalando sobre esas presas seguramente cuatro décadas. Es aquí precisamente donde me agarré a la roca con intención de escalar por primera vez.
Yo suelo hacer la parte derecha, desde la última ventana cegada y hacia el puente del río. Este tramo concentra más dificultad y es más mantenida. Ida y vuelta saldrán unos cincuenta metros. La dificultad para mí es difícil de cotar. Llevo tanto tiempo haciéndola que ya no sé qué decir, pero en grado de vía diría que puede ser un 6b/b+. La verdad es que lo pulido de los cantos le da un plus de dificultad.
Si empiezas desde la escalera le añades unos cuantos metros más. Más fáciles pero que suman. En general va subiendo y bajando aprovechando las mejores presas disponibles en cada momento.
Recuerdo la mirada extrañada del compañero de pupitre al comienzo de las clases de la tarde. Eran las cuatro en punto y en teoría veníamos de casa de comer y descansar, después de haber salido de clase a la una y media. Él venía repeinado y bien vestido. Yo llegaba sudoroso, descamisado y con las manos sucias...
Salíamos de clase, yo llegaba rápido a casa y nada más terminar de comer me largada a toda prisa a la playa. Teníamos una nueva afición que a mí personalmente me tenía absorbido. Aprovechábamos el hueco de tiempo hasta el último momento. Hasta llegar sofocado a clase...
Cada día resolvíamos algún paso nuevo, o enlazábamos mejor las secuencias. El día que la encadené por primera vez recuerdo irme de allí como en una nube. Con las antebrazos hinchados pero encantado de la vida. En su momento fue para mí un hito al mismo nivel que cuando encadené por primera vez 6c, 7a o 7b... Con el tiempo fui cogiendo forma y la hacía dos, tres y hasta cuatro o cinco veces ida y vuelta sin bajarme. Ahora me contento con hacerla un par de veces por sesión y bajando al suelo entre series!
Esta travesía tiene varias ventajas; es la más próxima a la ciudad, tiene el suelo de arena fina con pocas variaciones de altura, por su orientación y roca seca rápido, además las farolas te dejan escalar de noche.
Como inconveniente el estar muy expuesto a las miradas (y hasta comentarios en ocasiones) de los numerosos paseantes.
Con el paso de los años he seguido viniendo de vez en cuando. No con la frecuencia de esos primeros tiempos, pero sí de cuando en cuando a "disfrutar" de sus movimientos. Es una de las referencias que utilizo para evaluar mi nivel de forma. ¡Una joya!