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viernes, 21 de junio de 2019

El Picu, cumbre icónica

Domingo 16 Junio 2019   
Rubén Díaz, Pablo Luque
Picu Urriellu (2.519 m), Cara Sur, Vía del Paso Horizontal (250 m, V+, un paso)


Uno se da cuenta de que la vida va rápido de verdad cuando haces reflexiones como esta:

Rubén y yo  ya habíamos escalado el Picu juntos, pero hace mucho, hace tanto como 28 años…

Después de unos cuantos años desconectados, su reciente retorno a la escalada nos está trayendo muchos recuerdos. Fue allá por 1991 cuando yo apenas llevaba un año escalando, cuando tras tres fines de semana de intentos infructuosos por la meteorología, por fin conseguí escalar el Picu por primera vez: tenía 16 años, junto con Rubenín, que tendría 18, y lo hicimos por la Sur Directa, a largos, como tiene que ser. El caso es que después de aquello seguimos escalando juntos un tiempo, haciendo otras cumbres, otras paredes, otras vías, pero no volvimos a Urriello juntos más. Y eso había que resolverlo.

Con Pablo no he dejado nunca de escalar, en lugares variados, de forma más o menos continuada, pero igualmente al Picu hacía más de veinte años que no subíamos juntos...

Madrugón de rigor, a las seis salíamos en coche de casa. A las ocho ya empezamos a caminar en Pandébano junto con Pablo: el material repartido entre tres, la carga más llevadera.



La idea inicial era ir a hacer la Nani, vía guapa, larga, no difícil, ideal para iniciar la temporada.

Espectacular la Este

A las dos horas de caminar estamos enfocando la Este y vemos varias cordadas ya en el ajo: una en “Amistad con el Diablo” y otras dos en la Nani, una de ellas muy alta ya. Curiosamente, la “Cepeda” habitualmente abarrotada no tiene a nadie…
Parece que hoy nuestro primer objetivo está ocupado: todavía lo vemos más claro al asomarnos a la Sur y ver a otras dos cordadas más en los primeros largos. Cambio de planes: empezamos a pensar qué podemos hacer. Tenemos disponibles Estes a montones: la pared se levanta atrayente, pero a mí me gustaría hacer algo nuevo. Si bien en la Este he hecho ocho o nueve vías, en la Sur nada más que la Clásica y la Nani…
Recuerdo lo que me dijo Fer de lo muy guapa que es la vía del “Paso Horizontal”. Luque también lo dice,  y como además comparte los tres primeros largos con la “Teógenes”, que también tengo sin hacer, después de hablarlo brevemente decidimos tirar para allá.

La caliza de Urriellu

A las diez y media de la mañana me pongo delante y arranco a por el primer largo, pocos metros y fácil, pero ya con esa rocona fantástica que hace famoso al Picu. Por encima se levantan canalizos fáciles y disfrutones. El segundo largo, de unos cincuenta metros,  es realmente bueno.



Lo único preocupante es que de cuando en cuando baja una piedra de arriba: tenemos gente muy alta y alguna cosa se suelta.



El tercer largo tiene un paso atlético (V+), corto, para remontar una fisura ancha y roma, casi un offwidth, después relaja hasta la reunión de clavos y puentes bajo un desplome. Mientras aseguro a los colegas observo justo encima la secuencia del paso clave de la “Teógenes”, 6b+ según el croquis de Boza: son apenas seis metros, y tiene unos cuatro clavos y un puente, es decir, está bien asegurado. Se ve que es “a bloque”. También echo miradas a la travesía hacia la izquierda que da el nombre a la otra vía: “El paso horizontal”.



Cuando llegan Pablo y Rubén, y como me siguen dejando tirar delante, ya me he hecho a la idea de que no me apetece pegar la apretada de la panza, y sí me apetece la navegación disfrutona de un largo horizontal cortando la cara Sur.

La “vía del paso horizontal” fue la cuarta apertura en el Picu, allá por 1928, y fue a cargo de Manuel Martínez, de la histórica familia. Lo hizo en solitario, para arriba y para abajo (me impresiona que hiciese hace más de noventa años, a pelo y solo, el paso que acabo de hacer, para arriba y para abajo!). Como no le creyeron inicialmente, vuelve a subir en el mismo día, ahora sí acompañado. De esta segunda escalada a la vía bajan como prueba el libro de cumbre, y una vez enseñado a los incrédulos, al día siguiente vuelve a hacer la vía en solitario, para arriba para dejar el libro en su sitio, y para abajo de vuelta. (referencia ”Naranjo de Bulnes, un siglo de escaladas” Isidoro Rodríguez Cubillas). Simplemente espectacular.



El largo no tiene desperdicio, fácil, asegurable y con gran ambiente tanto por encima como por debajo. Va cortando vías más duras de Tino Núñez y estira sus buenos cincuenta metros hasta la reunión de la Sur Clásica.
En ella estoy asegurando cuando veo venir rapelando a Gelo, que baja de guiar a dos clientes. Saludos cordiales al currante.


Salgo a por el último largo de canalizos, uniendo dos en uno en sesenta metros y que me deja ya en la reunión donde dejamos las cuerdas para la trepada final hasta cumbre.
Apenas salimos desencordados nos encontramos una pareja de descarados Treparriscos con sus cantos y sus llamativos colores. A pesar de mis intentos no consigo sacarles una foto decente.
Llegamos a la cumbre a las doce y media.



Es siempre especial estar aquí arriba, no sé por qué, pero así lo siento. Hoy especialmente al volver a estar aquí con Rubén, que me acompañó la primera vez, siendo los dos unos guajes, casi tres décadas atrás!


Coincidimos con varias cordadas, que llegan de la Sur y de la Nani. Anticipando el tráfico de bajada, después de unas fotos rápidas tiramos para abajo.
Al otro lado del jou, la huella de ayer de la gente de la Travesera, subiendo con esfuerzo a la Collada Bonita. Impresionante lo que hace esa gente.
En tres rápeles sin problemas estamos en el pie de vía. Es la una y media de la tarde.
Por seguridad nos separamos de la pared hasta los vivacs de la entrada del Jou y allí recogemos los trastos, comemos y bebemos, y disfrutamos del paisaje.




La bajada va a ritmo ligero marcado por Pablo, con paradas de cuando en cuando para mirar al Picu, haciendo planes para la próxima visita.
Comentamos que echamos de menos el venir al monte con más tiempo, a dormir, a vivaquear, como antaño. Algo que dejamos de hacer por las obligaciones familiares (cada uno de nosotros tenemos dos hijos/as) pero que debemos intentar retomar, aunque sea de vez en cuando.
En el camino nos cruzamos con más guiris que nacionales, los Picos se van conociendo cada vez más.



Cerveza en Arenas, parada en Carreña a sacar una foto al Picu como auténticos turistas.

Un buen día de montaña. Una vía nueva hecha, histórica, muy guapa, gran compañía y repetición de cumbre con Rubén.
Quedamos emplazados a no dejar pasar tanto tiempo hasta la siguiente: a mis 72 años no sé si estaré en condiciones (espero que sí!).


Gijón 6:00 h
Pandébano 8:00 h
Inicio Escalada 10:30 h
Cumbre 12:30 h
Pie de Vía 13:30 h
Pandébano 16:15 h
Gijón 18:30 h