LA MONTAÑA COMO PASIÓN, COMO ESCENARIO INFINITO SOBRE EL QUE DISFRUTAR INTENSAMENTE DE LA VIDA,
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DONDE LOS AMIGOS, EL ESTILO Y LAS FORMAS CUENTAN, Y MUCHO

lunes, 13 de junio de 2016

Maestro, compañero y amigo irrepetible

Noto un vacío extraño.
Estos días, su ausencia se me hace muy patente y el pensamiento me lleva una y otra vez a él.

En los últimos tiempos no nos veíamos apenas. Mis ocupaciones lejos del monte nos hicieron vernos menos cada vez, pero cuando coincidíamos la cosa seguía como siempre. Me frustra pensar que tenía que haberlo llamado más. Haber quedado con él para ir al monte, para salir con la bici, o simplemente a tomar una cerveza.
Imagino que siempre es así; uno se da cuenta de las cosas cuando ya no tienen remedio. La vida te enreda y estamos condenados a repetir errores.


Algo parecido le había pasado con Estivi y con Javi, sus inseparables compañeros durante más de una década. No obstante, con ellos sí seguía hablando y viéndose de forma más regular.
En los últimos años salía de forma asidua con otros grandes amigos: Emilio, Larry, Dani y más gente. Con ellos había seguido como siempre, incansable, incombustible, explorando nuevas disciplinas, nuevos territorios, buscando la novedad.
Inquieto como pocos, también había retomado intensamente la pintura.


Nos conocimos hace casi veinticinco años, un día de verano. Lo recuerdo bien. Fue en la zona de escalada de Lañora: yo tenía unos diecisiete años y estaba escalando vías fáciles sin cuerda y por allí me encontré con un tipo de bigote que andaba haciendo lo mismo. Los dos habíamos ido en bicicleta. Por entonces, yo estaba empezando a escalar y él se estaba reincorporando después de unos cuantos años apartado del tema. Empezamos a hablar y pronto congeniamos.
En seguida nos adoptó a Elías y a mí, y nos fue llevando poco a poco por la senda del aprendizaje. Siempre fue de manera práctica, alejada de la docencia tradicional. Aquello desde luego no era un cursillo.

So, so you think you can tell heaven from hell, blue skys from pain.
Desde el primer día, todo lo que escalamos fue siempre largo a largo, alternando la cabeza de cuerda, sin concesiones. Fuimos subiendo el nivel de las vías conforme nosotros íbamos progresando y él recuperando la forma. Quizá a veces más rápido de la cuenta. Su actitud siempre fue crítica: había pocas concesiones para la autocomplacencia. Siempre se podía hacer mejor, más ligeros y especialmente más rápido.

can you tell a green field from a cold steel rail? a smile from a veil? do you think you can tell?

En aquella época él lo ponía casi todo: el coche, el material, el conocimiento… Nosotros la ilusión y las ganas de aprender. Gracias a él, sin ninguna duda, adelantamos años y años en el proceso de aprender a movernos por el monte.
En todo ese tiempo también seguíamos escalando con otros compañeros, de modo que no había exclusividad y también nos enfrentábamos a las cosas sin él.
Con el tiempo fuimos ganando experiencia, técnica y forma física, hasta el punto de ponernos a su nivel en algunas cosas. Sin embargo, en otras, yo al menos nunca fui capaz de seguirlo: en terreno sencillo de trepada, desencordados, simplemente se me escapaba de forma irremediable. Y creo que yo no me muevo mal ahí.
En aquellos primeros años, juntos repetimos algunas vías míticas abiertas por él, como “Antimateria” en el Agero o “Apocalipsis” al Pilar del Sella, en los Beyos. Con él hicimos Elías y yo nuestra primera vía a la Oeste del Picu: la “Leiva”. Más tarde, y con otros compañeros, repetí otras vías suyas como “Rescate emocional” o “El Manantial de la Noche” a la cara Sur de Peña Santa de Castilla, o “Cuélebre” a la cara Oeste de Urriellu. De todas ellas solo tengo buenas palabras: todas cinco estrellas.

And did they get you to trade your heros for ghosts? hot ashes for trees? hot air for a cool breeze? cold comfort for change?

Tengo pendientes otras vías suyas que espero poder hacer, como la “Rubén-Solís” al Fontán en Ubiña y otras más modernas en Picos. También hay algunas más creo que se me escaparán ya, como la “Oficio de Tinieblas” a la Peña Santa.

A lo largo de los años seguí escalando con él multitud de vías, especialmente en la zona de Horcados. Encadenamientos de varias vías en el día, combinando la escalada con la bicicleta…

Como conmigo y con Iñaki, hizo lo mismo con Eduardo y con otros. Los resultados son multitud de aperturas de nuevos itinerarios y gente influida por él y su estilo.

Encordado con él aprendí tanto en invierno como en verano cómo moverme por el monte, cómo interpretar el terreno y buscar las mejores opciones.
Juntos escalamos muchas veces sin cuerda, uno al lado del otro, vías fáciles en Quirós o en los Picos. Tanto en roca como en invierno.
Apasionado de la bicicleta de montaña conocía multitud de rincones: también pedaleamos juntos por pistas de montaña con buen y con mal tiempo.
Juntos conseguimos objetivos y también nos tuvimos que retirar. Muchas veces.

 and did you exchange a walk on part in the war for a lead role in a cage? 

Inquieto en todo, música clásica o de última tendencia, literatura, pintura...
Sus dibujos y croquis súper detallados nos guiaban por las paredes. Espectaculares. Junto con Cholo, años de dedicación recopilando información que se plasmó en la “Guía de escalada en los Picos”, publicación que llegamos a dudar viera la luz…



Nunca metió un comentario a este blog, aunque lo leía de siempre. Así me lo dijo pronto. Creo que le daba vergüenza, quizá ajena. Cuando algo de lo que yo contaba le llamaba la atención, o bien me mandaba un mensaje al móvil, o bien me llamaba directamente, casi siempre para darme consejo, siempre valioso para mí.



Su actitud siempre fue crítica y espartana. Espartana tanto en medios como en elogios: no es la flecha, sino el indio. Y el indio en general vale menos de lo que parece. En esa posición se ponía también a sí mismo de forma permanente.
Inconformista.
Iconoclasta.
Visionario. Buscador incansable de nuevos caminos, de nuevas aventuras, lejos siempre del asfalto y las multitudes.
Genial con las ocurrencias e irónico hasta la corrosión.


How i wish, how i wish you were here
Tantos porteos. Tantos vivacs. Tantas horas de coche juntos camino de las montañas. Tantas tardes haciendo Boulder en la playa. Tantas mañanas escuchando el “no dormí nada” después de una noche entera de ronquidos… Tanta risa pasada con sus ocurrencias.


we're just two lost souls swimming in a fish bowl, year after year, running over the same old ground. what have we found? the same old fears. wish you were here.

Maestro, compañero y amigo irrepetible.

Ya se te echa de menos. Y la cosa no va a hacer sino aumentar.