22 Julio 2014
Rafa Belderrain
Macizo Neouville, Cap de Long, “Enbarquement
inmediat”, 200 m V+/6a
Había buscado información de la
zona en internet, pensando en ella como destino complementario a un viaje a
Alpes, para parar a la ida o a la vuelta. O también como complemento en una
visita a Pirineos, como era el caso en esta ocasión. El Cap de Long, en el
macizo de Neouville, vías en granito de calidad de hasta doscientos metros, con
una aproximación nula. Las referencias eran buenas así que teníamos
expectativas de pasarlo bien: parecía perfecto.
Eran más de las once y media de la
noche cuando alcanzamos la presa del Cap de Long: veníamos de Benasque después
de hacer el Aneto ese mismo día, con frío y mal tiempo, y el hambre y el sueño se
estaban agudizando. Siguiendo las indicaciones de Rafa metí el coche por la pista
y lo llevé hasta el final sorteando otros coches y furgonetas. Una vez
aparcados plantamos la tienda y nos dimos un buen festín a la luz de la
frontal, cervezas incluidas.
Cansados del día nos fuimos al saco
rápidamente.
La alarma suena a la vez que nos
llega el sol a la tienda, nos levantamos del saco y yo salgo directamente a
centrarme con la pared: tenemos la mañana para escalar, regresar al coche y salir
para casa, mañana curro. Con los croquis en la mano recorro la base hasta
localizar la línea que queremos hacer, una de las más fáciles de las
existentes: “Enbarquement inmediat”. Después de un buen rato parece que lo
tengo claro, aunque no veo las chapas que la reseña dice que equipan la vía,
así que decidimos llevar los friends, no vaya a ser…
Desayuno, arnés, y en dos minutos
estamos ya escalando: la aproximación simplemente no existe. Hoy, a diferencia
de ayer, estamos al sol, hace calor y vamos de corto a pesar de estar a más de
dos mil cien metros.
Desde el nevero del pie de vía, el
primer largo está algo mojado, pero después de poner un fisurero pronto
localizo el primer parabolt y a partir de ahí me relajo. Rafa tira el segundo,
también fácil.
El granito tiene muy buen tacto,
buena adherencia, y formas interesantes.
La tercera tirada es muy guapa,
cruza en travesía por debajo de un pequeño desplome, fisurado por debajo. Está
cosido a chapas, si no sería otro cantar.
El cuarto largo también es entretenido,
unos pocos pasos atléticos entre bloques grandes que me dejan en la penúltima
reunión.
Para acabar, la última tirada con
unos pasos de placa que nos parecen algo ilógicos y forzados con el diedro que
tienes al lado. Termina en terreno
herboso y aéreo (mojado puede ser delicada la salida) hasta un buen árbol que
sirve de reunión. Dos horas y media de escalada.
La vía nos ha resultado muy
disfrutona, al final estaba tan equipada como leíamos en la reseña: aunque no
sea una vía deportiva, se le acerca.
La bajada es muy guapa, disfrutando
de las vistas a las distintas cumbres y lagos que nos rodean, soñando con otras
paredes, aristas, pateos.
El macizo de Neouville me ha
resultado precioso, Rafa ya lo conocía de varias visitas previas a esquiar.
Claramente volveré a visitarlo, tanto el macizo como esta pequeña zona del Cap
de Long.
Antes de las nueve estoy en casa, a
tiempo para bañar a los niños. Una escapada breve pero aprovechada.