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martes, 21 de noviembre de 2023

La trave del Piles

Está pulida. En algunos tramos, como el cristal. No es para menos, se lleva escalando sobre esas presas seguramente cuatro décadas. Es aquí precisamente donde me agarré a la roca con intención de escalar por primera vez.
Yo suelo hacer la parte derecha, desde la última ventana cegada y hacia el puente del río. Este tramo concentra más dificultad y es más mantenida. Ida y vuelta saldrán unos cincuenta metros. La dificultad para mí es difícil de cotar. Llevo tanto tiempo haciéndola que ya no sé qué decir, pero en grado de vía diría que puede ser un 6b/b+. La verdad es que lo pulido de los cantos le da un plus de dificultad.
Si empiezas desde la escalera le añades unos cuantos metros más. Más fáciles pero que suman. En general va subiendo y bajando aprovechando las mejores presas disponibles en cada momento.
Recuerdo la mirada extrañada del compañero de pupitre al comienzo de las clases de la tarde. Eran las cuatro en punto y en teoría veníamos de casa de comer y descansar, después de haber salido de clase a la una y media. Él venía repeinado y bien vestido. Yo llegaba sudoroso, descamisado y con las manos sucias...
Salíamos de clase, yo llegaba rápido a casa y nada más terminar de comer me largada a toda prisa a la playa. Teníamos una nueva afición que a mí personalmente me tenía absorbido. Aprovechábamos el hueco de tiempo hasta el último momento. Hasta llegar sofocado a clase...
Cada día resolvíamos algún paso nuevo, o enlazábamos mejor las secuencias. El día que la encadené por primera vez recuerdo irme de allí como en una nube. Con las antebrazos hinchados pero encantado de la vida. En su momento fue para mí un hito al mismo nivel que cuando encadené por primera vez 6c, 7a o 7b... Con el tiempo fui cogiendo forma y la hacía dos, tres y hasta cuatro o cinco veces ida y vuelta sin bajarme. Ahora me contento con hacerla un par de veces por sesión y bajando al suelo entre series!
Esta travesía tiene varias ventajas; es la más próxima a la ciudad, tiene el suelo de arena fina con pocas variaciones de altura, por su orientación y roca seca rápido, además las farolas te dejan escalar de noche.
Como inconveniente el estar muy expuesto a las miradas (y hasta comentarios en ocasiones) de los numerosos paseantes.
Con el paso de los años he seguido viniendo de vez en cuando. No con la frecuencia de esos primeros tiempos, pero sí de cuando en cuando a "disfrutar" de sus movimientos. Es una de las referencias que utilizo para evaluar mi nivel de forma. ¡Una joya!

2 comentarios:

  1. La "Trave del Piles",...una clásica!! Muchas tardes de entrenar y charlar...eso si, yo "nunca" conseguí hacer más de una ida y vuelta seguidas...ahora, igual ni me levanto en muchos pasos...

    Nando

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    1. Esto es como todo, cuestión de meterle horas. De todas formas, pasar un rato allí de vez en cuando trae muy buenos recuerdos

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