Solo
Tuiza (1.260 m) - Peña Ubiña (2.417 m) - Peña Cerreos (2.101 m) - Tuiza (1.260 m)
De ocho a una currar. A la una apago el ordenador y salgo de la oficina como alma que lleva el diablo. No es sólo la gana de salir de monte (que es mucha), es que además con el cambio de hora, la luz cae drásticamente a partir de las seis y media.
Es esa época del año que ni una cosa ni la otra, que ni frío ni calor, ni nieve ni roca, o todo.
Mis posibles compañeros para hacer unos largos de deportiva esta tarde no estaban disponibles, así que ya me había hecho la idea de ir a caminar un rato y a entrenar un poco de fondo.
A las dos ya estoy aparcado en Tuiza. Hace calor. En la mochila dos barritas, una chupa ligera y tres cuartos de litro de agua. Ah, y la frontal, no vaya a ser...
La nube oculta las cumbres y se ve que hace viento en altura.
Al llegar al Meicín me acerco al refugio para saludar y decir hacia donde voy, pero está cerrado.
Sigo por las praderías, cada vez más pindias, hacia el collado que da acceso a la normal. El viento cada vez es más intenso, y me voy enfriando.
A la altura de la alambrada paro a comer una barrita, cambiar el forro por la chupa, y echar un trago. (si tuviera guantes hace rato que los tendría puestos).
La nube me envuelve por momentos. El viento me zarandea sin contemplación, y a ratos me pienso bien por donde tirar, porque las ráfagas amenazan con desequilibrarme...
Voy a buen ritmo, pero por dos veces me tengo que parar al abrigo de algún bloque para intentar calentar las manos, sin guantes para entrenar ya sabes (empanada que tengo).
Al menos diez minutos estuve en la segunda parada intentando recuperar el calor y el tacto en las manos: la sensación de madera ya era total y no sabía si llevaba los bastones o no.
Qué grandes son esos momentos en el monte, cuando la sangre vuelve a circular por los capilares extremos de los dedos, y parece que los tienes metidos en una prensa hidráulica.
Hago la cumbre a las cuatro menos cinco. Apenas paro allí del frío que tengo. Arranco hacia abajo.
A media bajada hacia el collado, la nube abre y me deja ver Peña Cerreos delante. Tal parece que con el impulso de la bajada te subes por su ladera hasta la cumbre.
No es tan así, pero en apenas diez minutos desde el collado y no más de cincuenta desde la cumbre de Ubiña estoy en los nidos de ametralladora de la arista, junto al buzón.
Uno de los nidos de ametralladora en la arista de Cerreos |
Peña Cerreos con 70 metros de más, la presión cae... |
Salgo para abajo por esos prados de gran ángulo. Hoy está seco y el agarre es perfecto.
Llego al refugio del Meicín pensando en tomarme un café y hacer algo de gasto a esta gente que según me cuentan se lo están currando muy bien. Sigue cerrado, lástima.
De camino a Tuiza me cruzo con dos chicas que creo que son las guardas.
Llego al coche a las seis menos diez. Tres horas y tres cuartos de caminar ligero. Dos cumbres. Unos 1.300 metros de desnivel positivo.
No estiré nada y las agujetas de la bajada me duran tres días...
El monte está precioso, sobre todo en las zonas bajas de bosque. A ver cuándo llega el blanco.
Tuiza 14:05 h
Peña Ubiña 15:55 h
Peña Cerreos 16:45 h
Tuiza 17:50 h
Bien. Sigue así que el blanco llegara. Ya pisaremos nieve juntos, vaa.
ResponderEliminarTengo que entrenar duro pa seguirte el paso a ti!
EliminarYa hay ganas...
Un saludo máquina
MADERAAAAAA DIEGO MADERAAAAAAAAAAA
ResponderEliminarGallo, a ver si publicas alguna de tus jabatadas pa motivar al personal!!
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