LA MONTAÑA COMO PASIÓN, COMO ESCENARIO INFINITO SOBRE EL QUE DISFRUTAR INTENSAMENTE DE LA VIDA,
DONDE ESCALAR, ESQUIAR, PEDALEAR, CORRER, CAMINAR...
DONDE LOS AMIGOS, EL ESTILO Y LAS FORMAS CUENTAN, Y MUCHO

viernes, 8 de abril de 2016

A sort of homecoming

Domingo 13 Marzo 2016
Estivi
Peña Ubiña (2.417 m), Norte Clásica asturiana

Últimamente parece que sólo voy a Ubiña, pero la verdad es que con la meteorología de los últimos meses, está siendo la mejor opción de monte. En esta ocasión lo voy a disfrutar mucho por el hecho de ir acompañado, después de mucho tiempo,de mi colega Estivi. 


Estivi ha sido durante muchos años mi compañero habitual de escalada. Durante años y años entrenábamos juntos entre semana, o quedábamos a ver diapos o a tomar birras. Y los fines de semana nos íbamos sistemáticamente al monte a hacer lo que tocara: caminar, escalar en roca o en hielo, andar en bicicleta, o a ver llover. Juntos hemos viajado a Alpes, Pirineos, la Pedriza, Galayos, y Picos, sobre todo Picos... Hemos pasado sed, frío, calor, hemos tenido algún susto...pero sobre todo lo hemos pasado muy bien.
En los últimos años, por circunstancias tanto suyas como mías no estábamos quedando. De hecho apenas nos vemos. Echando cuentas nos salían unos seis años sin ir de monte juntos. Finalmente, este domingo nos reunimos.



Con el gran DeDeus
Uno nota que alguien es un verdadero amigo cuando después de mucho tiempo sin verse, apenas unos minutos después de quedar, es como si nada hubiera cambiado, como si siguiéramos viéndonos a diario. Es la confianza adquirida.
Entre el ir con Estivi, y el ir a Ubiña, era como una especie de vuelta a casa, como cantaba U2 "A sort of homecoming"



El día prometía, frío y despejado. Después de semanas de temporal esto suponía que iba a haber bastante gente. El objetivo era la norte clásica a Peña Ubiña. Cogimos una cuerda y algún cacharro, no fuera a ser…
Después de pasar por el Meicín, donde había un montón de gente, seguimos hacia Covarrubias disfrutando del paisaje y de la cuesta. En la entrada vimos que teníamos por delante al menos diez o doce personas.


 La nieve estaba dura en algún sitio, de crampones, pero la norte estaba en general sin transformar. Fuimos pasando a toda la gente para terminar nosotros delante abriendo huella en el último tramo para llegar a cumbre. 
Por el camino saludamos a Edu, a quien también hacía tiempo que no veíamos, y que estaba dando un curso de alpinismo a unos chavales.




Con la cumbre para nosotros, comimos algo, nos sacamos una foto de recuerdo y salimos por la arista para abajo.



El descenso lo hicimos charlando sin parar de mil cosas. Pasamos de nuevo por el Meicín atestado de gente.
Llegamos a casa poco más tarde de las tres y media.

Un día disfrutado.
Quedamos emplazados a salir de nuevo, pronto, al monte, como siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario