Sábado
16 Mayo 2015
Luque e
Inés
Cueto
Agero (1.022 m): Queroseno (150 m V+) +
Espolón Sur Clásica (250 m, 6a )
Cuatro años habían pasado ya desde mi última visita
al Agero, pero es que el tiempo corre que vuela. Precisamente aquel día,
también con Pablo, queríamos hacer lo mismo que hoy, pero el viento excesivo
nos llevó a Pardecillos, donde también se disfruta de lo lindo.
El nuevo tramo de autopista Llanes Unquera aligera un poco más el
trayecto, y habiendo madrugado, en poco más de hora y media estamos aparcados a
la entrada de Allende. Son las nueve de la mañana. Únicamente hay una furgo con
dos chavales desayunando.
Este pueblo me trae tantos y tan buenos recuerdos que
estos se me amontonan en la cabeza. Mirando hacia los prados al lado de la capilla
la mente me lanza fotogramas del “campamento kurdo” donde capeamos lluvias y
fríos mientras las obras del Cubil progresaban.
Hoy viene con nosotros Inés, a quien yo no conocía, pero
que desde el minuto uno se integra en nuestras chanzas. Más tarde, mientras
escalamos, descubrimos que tenemos tantos conocidos e incluso amigos comunes
que uno vuelve a darse cuenta de que el mundo es un pañuelo…
La subida hasta pie de vía fue bien, aunque la sudada fue
poderosa: es precisamente a esta primera hora cuando el sol más ha aparecido.
En el último tramo de pista un corzo cruza apenas veinte metros por delante de
nosotros. Esto siempre es buena señal.
Pablo en el segundo largo de Queroseno |
El zócalo del Resquilón es un comienzo ideal para la
escalada del día, sobre todo escogiendo bien la vía: nosotros vamos a por la
“Queroseno”. Cuatro largos fáciles sobre una roca excepcional que te van
metiendo poco a poco en el ritmo y el estilo del Valle: chapas las justas, y
seguros a colocar siempre que hay opción. Comienza Inés con el primer largo,
sigue Pablo con el segundo, luego yo en el tercero y Pablo de nuevo en el
cuarto. Mientras escalamos vemos subir a dos tíos por la vira de aproximación
al espolón Sur: vamos a tener compañía.
Tercer largo de Queroseno |
Recogidas las cuerdas nos vamos sin demora hacia el
comienzo del espolón Sur clásico al Cueto Agero: llegamos al pie de vía con la
cordada de chavales que vimos en el parking metidos en el primer largo. Me
encuerdo rápidamente y salgo para arriba adelantando a su primero, que se había
parado en una reunión intermedia apenas a quince metros del colega después de
que las cuerdas se le trabaran algo en un giro entre bloques. Nos dejan pasar
aprovechando además que nosotros conocemos la vía y ellos vienen por primera
vez, así que les serviremos de referencia.
Una vez reagrupados Pablo sale delante en la segunda
tirada, más fácil y de transición.
En el tercer largo que me toca de nuevo a mí, el espolón
va cogiendo ambiente y la escalada tintes clásicos: fisuras, diedros. Me
encuentro bien aunque algo flojo. Nada raro considerando lo poco que estoy
escalando.
El cielo está nublado y no hay viento. La temperatura es
perfecta para escalar. Llevamos buen ritmo y estoy disfrutando tanto la
escalada como la compañía.
El cuarto largo es el más duro de la vía: arranca tieso
desde la reunión con unos cinco metros sobre fisura ancha y lisa. Escalada
atlética. Pablo resuelve con solvencia. Por mi parte, de segundo le pego una
bramada de las que hacen afición. Inés viene silbando…
Vamos alternando la cabeza de cuerda, pasándonos los
trastos y cambiando cabos de forma muy eficiente para ser tres.
Me pongo delante de nuevo a por la siguiente tirada, que
arranca con una estética fisura oblicua a derechas. La vía va girando el espolón
hacia la derecha, estiro metros buscando el mejor recorrido. Aunque he pasado
por aquí al menos otras cuatro veces, no recuerdo apenas el paisaje. Una voz de
Pablo me avisa de que se está terminando la cuerda: claramente me he saltado
una reunión y estoy terminando ya la Punta de Flecha. Por no apurar del todo
monto reunión sobre dos Friends teniendo la oficial de dos clavos justo encima.
Mientras aseguro a los compañeros me distraigo primero viendo el
vuelo acrobático de un halcón, después con el más pausado de los buitres, y observando también las paredes vecinas por donde discurren otras vías emblemáticas, algunas
hechas, otras intentadas, y otras más ni eso siquiera…
Saliendo de la Punta de Flecha |
Desde aquí la pared ya tumba, Inés se pone de primera de
cuerda: este terreno menos definido, con bloques y alternativas varias es bueno
para rodarse en la escalada de montaña. En tres tiradas más alcanzamos la
cumbre.
Lo hemos pasado muy bien. Yo he disfrutado mucho la vía,
como siempre, a pesar ser ya la cuarta o quinta vez, y a pesar también de la
acuciante falta de forma. Y también he disfrutado con la compañía.
En la bajada por la canal vamos observando y comentando
las vías en las tapias de alrededor: “Mar de Sueños”, “Water”, “Antimateria”...
Pablo e Inés se quedan a trepar algo más. Después de despedirnos yo sigo hacia
el coche.
Caminando por entre las encinas voy pensando en la poca
gente que hemos visto para un buen día de primavera en este paraíso de la escalada.
Ya en el pueblo me paso por el Cubil, aunque sé que Javi
está por Picos con clientes…
Inmejorables vistas a la Liébana |
El Agero, ¡qué privilegio de sitio!
Villaviciosa
7:30 h
Allende
9:00 h
Pie de
vía 10:00 h
Inicio
escalada 10:20 h
Cumbre
15:20 h
Allende
16:45 h
Gijón
18:30 h
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