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viernes, 23 de julio de 2010

Cinco rutas en el día: Escalada rápida en roca en Picos de Europa, Julio 2004

Javier Sáenz

“Maraya” a la torre de los Horcados Rojos, 190 m V+
“Demencia Senil” al paredón de Santa Ana, 100 m 6a+
“Palacio de Invierno” y “Diedro José Rubio” a la Aguja Bustamante, 150 m 6a+ y 90 m V+
“Capricho” a la Aguja de la Canalona, 120 m V+
“Pilar de Nazaret” a los Coteros Rojos, 150 m 6a+

El verano avanzaba y ya llevábamos unos cuantos fines de semana en Picos. Cada cual tenía sus planes: unas cordadas tiraban a completar una apertura, otros a repetir tal o cual vía.
Javi y yo ya habíamos hablado hacía tiempo de intentar un encadenamiento de varias vías en el día: los nombres los propuso él. Yo ya las conocía y las había hecho todas, eso sí, por separado. Por supuesto, en el caso de Javi también; en realidad él había abierto varias de ellas. Ninguna de las seleccionadas era especialmente difícil, todas tenían un estilo y dificultad bastante homogéneos. El atractivo por tanto estaba en el hecho de enlazarlas todas en un mismo día.
El vivac de “Villa Ratón” es un sitio perfecto para escalar en esta zona de Picos, con aproximaciones casi nulas a paredes estupendas. Lo único malo es la falta de agua.
Comienza, como decía Mariano, “un nuevo día glorioso en alta montaña, en Picos de Europa”: cielo azul en trescientos sesenta grados.
Pie de Vía Palacio de Invierno, la 3a vía
El amanecer nos encuentra aproximando al primer pie de vía, en el extremo derecho de la pared la Sur de Horcados Rojos. “Maraya” es una vía clásica moderna, su grado máximo es V+, sus cinco largos en doscientos metros tienen ambiente de montaña y continuidad, con los seguros justos. Alternamos los largos de forma fluida, progresamos rápidamente. En poco rato alcanzamos la arista somital: hemos completado la primera vía y sin contemplaciones destrepamos hacia los rápeles instalados en el collado con Santa Ana. En pocos minutos estamos en la pedrera calzándonos las botas que nos ha acercado Estivi.
La aproximación a la segunda vía es muy corta, apenas cinco minutos.

“Demencia Senil” es una vía de tres largos, unos cien metros básicamente de placa, aunque también con canalizos. Con pasajes de hasta 6a+, y con algo de exposición en algún paso. De nuevo, empieza la escalada delante aquel al que le toca por riguroso turno. Nos elevamos por las placas de este frontón que es Santa Ana. Alcanzada la última reunión, en este caso no se llega a la arista, iniciamos maniobras de rápel. De nuevo en el suelo recogemos las cuerdas para acercarnos al pie de vía siguiente.

Diedro José Rubio a Bustamante
El hombro de Bustamante es un pilar que arranca directamente del camino a Peña Vieja. “Palacio de Invierno” es otra de esas vías que al poco de abrirlas, los Cholos ya sabían que se iba a convertir en una clásica de la zona: dificultad media, máximo 6a+, ciento cincuenta metros en cinco largos variados y con buena roca, fisuras, placa, algún desplomillo… De nuevo dejamos las botas y la mochila, que Estivi, junto con agua y algo de comer, recogerá y subirá por nosotros a la base de la normal de la Aguja Bustamante. Esta inestimable ayuda nos librará de parte de los esfuerzos “desagradables” de la escalada. Alcanzado el hombro, tomamos una de las opciones para hacer la cumbre de la aguja, la “Vía del Diedro” o “José Rubio”. Otros cien metros en dos largos estirados por un diedro perfecto de V y alcanzamos la cumbre, donde antes de rapelar nos permitimos el lujo de ponernos de pie: una sensación increíble de vacío todo alrededor te invade cuando te estiras. Rápel y de nuevo en la pedrera.
El cansancio en mi caso empieza a notarse. El sol de verano aprieta, los gatos también aprietan, y mi compañero de cordada que parece el conejito de Duracell, este no veas lo que aprieta…
Nos dirigimos al cuarto objetivo, la Aguja de la Canalona. Tenemos que cruzar la pedrera en horizontal y después elevarnos por el corredor que da acceso al inicio de la vía: “Capricho” es una vía de tres largos, unos ciento veinte metros máximo V+, que recorre la pared oeste de esta aguja, y de nuevo como las anteriores, con una calidad excepcional. Afortunadamente no hay gente a pesar de ser una vía bastante repetida. Alternando el primero de cuerda alcanzamos la cumbre plana de la Canalona. Mientras rapelo hacia la vertiente opuesta, por donde sube la vía normal, me pregunto cómo habré sido capaz de subir por aquí, ya dos veces, sin cuerda. La respuesta es fácil, las cosas siempre impresionan más cuando se rapela que cuando se está escalando.
Última aproximación al pie de vía de los Coteros Rojos. Sólo hay que cruzar en horizontal la pedrera en unos cinco minutos. La verdad es que el encadenamiento está bien diseñado en la elección de rutas. En esta pared vamos a hacer la vía “El Pilar de Nazaret”. Como su nombre indica, la vía se levanta por un pilar bastante marcado de la pared, a lo largo de unos ciento cincuenta metros y cuatro largos. El primero es bastante duro, 6a+, con una zona de roca dudosa. Tira Javi. Cuando por fin alcanzo la reunión resoplando, y me toca pasar delante, renuncio y le pido que complete él la vía, que yo bastante hago ya con seguirle… Llegamos a la cumbre a media tarde, con bastante luz aún por delante. Estivi nos ha subido de nuevo las botas, librándonos de su peso durante la escalada.
Ha sido una jornada muy buena de escalada en Picos. Hemos recorrido un montón de metros de roca, escalando varias paredes y cumbres, con sus descensos incluidos. Hemos ido con lo justo de material, de ropa, de agua… Por supuesto con menos de lo que hubiera sido necesario sino hubiera estado Estivi de apoyo logístico. Estamos cansados; bueno en realidad yo estoy reventado.
En conclusión, hemos escalado de forma ágil y en un estilo minimalista. Hemos escalado alto, rápido y ligero. Buen entrenamiento para la visita programada a Chamonix pocas semanas después.

2 comentarios:

  1. Dani, solo era una secuencia lógica para encadenar vías de la zona. Además, grado máximo 6a+: nada que ver con las que te haces tú estos veranos! Un abrazo

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