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martes, 31 de enero de 2017

Las Cascadas de Guanga

Martes 6 diciembre 2016
Ruta de las cascadas de Guanga, Trubia
Cova, Jaime, Covita (4), Paula,  Javi (7), Jimena (4)


Parece mentira que después de andar de monte toda la vida, me siga encontrando con estas cosas: excursiones en rincones a escasa media hora de coche de casa, tan guapas y con tanto encanto como esta.
El pensar en rutas para hacer con niños hace que busque opciones de forma diferente, con menos viaje, más cortas y con menos desnivel, y si es posible, con alguna característica de entretenimiento que les amenice el caminar. En este caso, la ruta de las cascadas de Guanga, conjuga todos los factores.



Fue gracias a mi compañero Alejandro, con gustos y situación familiar similares, que me llegó la recomendación de esta excursión.
Trubia es un pueblo del concejo de Oviedo, en la entrada de los valles que van hacia Proaza, Quirós y Teverga, valles que habré recorrido en mi vida unas quinientas veces. Poco más allá de Trubia está San Andrés, donde se desvía otra carretera hacia Castañedo del Monte, y es desde aquí donde comienza la excursión. Aparcamos junto al lavadero. Hay unos cuantos coches más.



Salimos a media mañana desde el mismo coche por un camino estrecho y con bastante cuesta, que nos remonta por entre casas hacia la parte alta del pueblo. Rodeados de castaños vamos ganando altura y perspectiva sobre el valle. Los niños van entretenidos con sus mil ocurrencias, aderezadas por los troncos huecos donde imaginan madrigueras de animales, duendes y demás. También hay que prestar atención al suelo, porque el terreno cuesto y de piedra suelta lo obliga. Poco a poco salimos del bosque a la vez que vamos encerrándonos en un valle estrecho al fondo del cual ya empieza a sonar el retumbar de agua.


Por la senda que hemos tomado nosotros, las primeras cascadas exigen bajar desde el camino principal por unos destrepes incómodos: después de acercarme yo a mirar la pinta, viendo lo escarpado del terreno, decidimos no ir a verlas.
Seguimos subiendo, cruzando gente que viene de vuelta, otros que nos adelantan.
Un poco más adelante, el camino toma un tramo horizontal a la vez que se acerca al río. Hay pasos algo delicados para los niños, pero de la mano sin problema. Al cabo de unos minutos llegamos a la primera cascada para nosotros: esta no es muy grande, unos cinco o seis metros, pero sí bonita. El río hace algo de poza bajo ella.


Después de un rato de observación, continuamos remontando por su derecha unos cuantos metros  para acceder a las siguientes: también por aquí hay un par de pasos donde hay que prestar atención a los niños. Llegamos a dos o tres saltos de agua más, alguno de unos doce o quince metros. Llevamos un otoño muy seco y seguro que en época de más lluvias estarán más imponentes. Aun así es muy guapo esto.
Desde este punto remontamos entre hayas hacia un collado bajo las escapadas paredes de la peña el Castiello. Se ve continuar otro camino que baja a la otra vertiente, por allí baja el llamado camino del Oso, que va hasta Trubia.


Los niños más pequeños y sus papás se quedan aquí sentados en unas piedras descansando y comiendo algo. Javi, que ya es mayor, me acompaña a por la cima del día. En apenas diez minutos estamos ya en el tramo final de la ascensión, trepando entre rocas, alcanzando la cumbre de la peña el Castiello, con su cruz y belén incluidos. Nos sacamos una foto como montañeros aguerridos, y bajamos de vuelta con los demás.


Hacemos la bajada por un camino diferente, más fuera de la zona del río, pero igual de aéreo. La verdad es que no es especialmente cómodo, sobre todo pensando que venimos con niños.




En la parte baja nos entretenemos viendo burros, ovejas, cabras, vacas, caballos y gallinas en las fincas cercanas al pueblo.
Apenas dos horas y media desde que salimos, ya estamos cambiando el calzado en el coche.


Rematamos la jornada comiendo en Casa Puyo, en Trubia. Es un local de tradición con comida excelente (mejor reservar). Nos ha quedado un día redondo.

2 comentarios:

  1. Que buenos recuerdos,...por el monte con los peques,...A ver si tienes suerte, les gusta y te acompañan de excursión unos cuantos años!!.
    Ademas de disfrutar con ellos, te ayudará a conocer La Cordillera un pelín mas

    Nando

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    Respuestas
    1. Son años muy especiales. Intento disfrutarlos mucho, porque son fugaces...

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