Domingo 17 noviembre 2024
Toni Suárez-Ramón, Rubén Díaz
Pico Susarón (1.878 m), Japitaim (300 m, V)
Pues que parece siempre quedan nuevos sitios a los que ir en la Cordillera. Zonas que te sorprenden. Buscando objetivos en las guías que tengo por casa me paré en esta montaña, el Susarón, y después de mirar referencias por Internet encontré esta vía que me llamó la atención. "Japitaim" fue escalada por primera vez por dos guardias civiles, Avigamo y Chamar en otoño de 2009. Sorprende que esta línea tan evidente y que sube hasta cumbre hubiera estado sin tocar hasta entonces.
Una hora y media de coche desde casa y llegamos a Puebla de Lillo, después de subir y bajar el puerto de San Isidro. Rodeada la enorme mole del Susarón por el Este hasta coger una evidente pista a la derecha. Aparcamos junto a una granja ganadera y bajamos del coche para recibir la fresca; uno bajo cero.
Mientras hacemos las mochilas se nos escapa la risa a los tres: sacamos cada uno maza y clavos sin haberlo hablado previamente... La cosa es que, lo que hemos leído de la vía que venimos a hacer, cada uno por su lado, nos ha hecho pensar lo mismo a todos: pocas referencias, pocos seguros fijos (4 clavos en total) y menciones a roca dudosa...
Preparados los trastos y aún bien abrigados comenzamos la aproximación que en algunas reseñas llevan hasta la hora y media... vamos hablando tranquilamente. Al poco vemos a lo lejos un buen rebaño de venados en un collado, envueltos en brumas algodonosas. A nuestra derecha se levanta una pared de altura creciente, por la que sabemos surcan varias vías, entre ellas la unica reseñada en la guía de M.A.Adrados, la "Judas".
Después el camino va remontando más cuesta por entre cotollas, para salir luego a la canal que presenta una buena pedrera. El día va levantando y con el sol la temperatura recupera y la ropa va sobrando. Pronto vamos los tres en camiseta. Hay desnivel pero vamos bien. En menos de una hora estamos poniendo el arnés ya cerca del pie de vía.
En estas estamos cuando a unas decenas de metros y en la cresta diviso lo que parece ser una cabra hispánica, como las que se ven en el Sistema Central o en Pirineos, pero que aquí en principio no hay... se la muestro a Rubén y confirma que ve lo mismo que yo. Qué cosa más rara. Cuando al poco llega Toni ya se ha marchado el bicho de nuestra vista.
Nos acercamos al comienzo de la vía y tras unas comprobaciones arranco yo a por el primer largo.
Tiene dos resaltes con una zona fácil intermedia. Es entretenido. Estira casi toda la longitud de las cuerdas. Al acabar me encuentro con un clavo que refuerzo con un fisurero y un friend, y aseguro a los colegas.
El segundo largo lo hace Rubén. Este es más feo y con peor roca. También estira casi toda la cuerda.
Sale ahora delante Toni a por el tercer largo. Arranca por un tramo de cresta y luego tiene un resalte tieso.
Un clavo a su comienzo y después unos cuantos metros de muro por el que hay que moverse para colocar cosas y para encontrar su punto débil.
Mirando con cariño Toni resuelve con seguridad. Cuando lo escalamos luego Rubén y yo comentamos que tiene su cosa...
Nos queda por delante el cuarto largo y después la cosa ya afloja al III grado.
A nuestra izquierda, al otro lado de una vertiginosa canal, hay otra cresta de roca. Sobre ella están engoladas una decena de cabras hispánicas en equilibrio sobre los cortados. Sacamos alguna foto pero con la distancia no quedan claras. Volvemos a preguntarnos por la presencia de estos animales por estos lares.
Vuelvo a ponerme de primero y afrontó el paso de V expo de algunos croquis. Efectivamente hay que poner un par de friends antes, pero luego tienes que levantarte un poco por encima de ellos.
Es guapo el paso y algo obligado. Después afloja ya pero hay que mirar a qué te coges porque algunos bloques no me dan buena sensación. Estiro los sesenta metros y monto reunión. Hay bastantes opciones.
Desde aquí la cosa tumba pero todavía tiro otro largo en modo cordada. Después nos desatamos, recogemos las cuerdas y ponemos los zapatos para el tramo final de cresta que da a la misma cumbre. Finalmente la maza y clavos no salieron de la mochila.
Llegamos a la cima y nos encontramos un buen grupo de gente, entre ellos al incansable Carlinos, que viene guiando a un grupo de gente del Torrecerredo que estaban en el refugio de la Raya. Qué casualidades!
Tras unas fotos arrancamos hacia abajo, no sabemos si bajar por la cresta Este o por la canal central y retomar nuestro camino de subida. Nos decantamos por lo segundo.
En la bajada volvemos a encontrarnos un macho cabrío de los de antes. La conversación deriva hacia la caza y los cazadores, y sus distintas variantes. Algunas de ellas desde luego no nos gustan nada.
Llegados al coche recogemos y tiramos a Puebla de Lillo donde nos tomamos una birra en una concurrida terraza al sol.
Comentamos que la vía sin ser una maravilla, tampoco está mal. Tiene algunos tramos bien guapos. Sobre todo resulta atractiva la actividad en su conjunto por las vistas y el ambiente de montaña.
Nos ha quedado un día estupendo, una actividad completa de montaña en un entorno guapo y nuevo para los tres. Además y lo mas importante, hoy nos hemos encordado juntos por primera vez con Toni, pero visto lo visto seguro que repetiremos en breve.
Queda apuntado en la agenda de contactos para salir al monte a escalar, y ahí la lista es realmente reducida.
Inicio aproximación 8:45 h
Pie de vía 10:00 h
Inicio escalada 10:25 h
Cumbre 13:15 h
Coche 14:35 h
Después de llegar a casa, le pregunté a mi amigo Elías, guarda del Parque de Picos, respecto a las cabras hispánicas. Me explicó que hace unos años se reintrodujeron a modo de prueba y con fines cinegéticos. Parece que están criando bien y aumenta su número y dispersión. Las que esquivan las balas claro está.
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