LA MONTAÑA COMO PASIÓN, COMO ESCENARIO INFINITO SOBRE EL QUE DISFRUTAR INTENSAMENTE DE LA VIDA,
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viernes, 3 de febrero de 2023

San Silvestre betetera

San Silvestre betetera con los amigos.
Ya es tradición de los últimos años que mi grupo de bicicleta – BT-Tú - salga el día de Nochevieja por la mañana para despedir el año rodando un rato y brindando luego. Gente deportista toda, los hay que por la tarde tienen carrera, así que sumado eso a que son fechas de múltiples quehaceres, solemos elegir rutas cortas, pero bonitas, que aquí nos sobran. No obstante, decidimos salir temprano. El grupo ha crecido en los últimos años, y como yo tampoco me prodigo demasiado en las colectivas: hay algunos miembros a los que no conozco aún. Pero a los que sí, son todos gente maja, divertida y deportista. De edades variadas.
El amanecer antes de salir nos brinda cielos espectaculares. Nos agrupamos en coches y conducimos la media hora que nos separa del punto de comienzo.
Para este año la ruta seleccionada es una circular en un cordal costero cerca de Soto de Luiña. Se trata de la ascensión al Llan de Cubel. Esta cumbre (674 m), de nombre sonoro, me retrotrae a mis años mozos, en los que gustaba escuchar música folk, y entre mis grupos había uno de nombre homónimo.
En cuando al recorrido, ya lo había hecho hace años con Nando, Brojos y Cristina. Tenía buen recuerdo: pistas buenas, desnivel pero sin repechos fuertes, y muy buenas vistas a la costa.
El invierno aún no había llegado y salimos un buen pelotón casi vestidos de verano. Primero vamos entre eucaliptos, para pasar luego a especies más nobles, remontamos las laderas haciendo zetas, hablando sin parar. Vamos cogiendo vistas y hacemos paradas en los mejores sitios. En los cruces paramos a reagrupar. Cruzamos una cuadrilla de cazadores. Cada loco con su tema.
La parte alta despeja de arboleda y ganamos vistas. Estamos rodeando la cumbre por el Sur, a diferencia de mi vez anterior aquí, que subimos todo el tiempo por el Norte. Después de remontar bastantes metros ganamos un precioso collado de praderías. Aquí termina la pista ciclable, pero algunos aún remontamos peleando la rampa final hasta la cumbre.
No conseguimos encadenar y tenemos que echar pie a tierra, unos más otros menos. El ser montañero es lo que tiene. Fotos de cima.
Bajada trialera hasta el collado, con cuidado y atención.
En el collado fotos de grupo, comer algo, y salimos para abajo, ahora sí por el Norte. Las pistas son rápidas, aunque hay que ir atento a los baches.
Serpenteando vamos faldeando la montaña, cruzamos de vuelta al Sur, con algún pequeño repecho hacia arriba.
De vuelta al Norte, el tramo final es una bajada muy larga y divertida. Cuando llegamos a los coches, sacamos las viandas y las botellas que hemos traído para brindar.
La gente del bar, aunque está cerrado, nos deja las mesas de la terraza en las que nos acomodamos. Brindamos por los que no están con nosotros, con especial mención el Gran Moi. Disfrutamos el momento.
Vuelta a casa a donde llegamos a primera hora de la tarde. Gran manera de despedir el año.

2 comentarios:

  1. Este año nos juntamos un grupin chulo...una buena manera de dejar atrás un año.

    Nando

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