LA MONTAÑA COMO PASIÓN, COMO ESCENARIO INFINITO SOBRE EL QUE DISFRUTAR INTENSAMENTE DE LA VIDA,
DONDE ESCALAR, ESQUIAR, PEDALEAR, CORRER, CAMINAR...
DONDE LOS AMIGOS, EL ESTILO Y LAS FORMAS CUENTAN, Y MUCHO
martes, 16 de agosto de 2022
Paseo de tarde al Pico del Oso con Javi
14 agosto 22
Javi
Puerto de San
Isidro. Pico del Oso (2.021 m) desde El Fielato (1.245 m)
La idea era un paseo sin
pretensiones. Quería controlar un collado por si subía a vivaquear con los
niños.
Salimos de casa a la una y media
de la tarde. A las dos y media aparcamos a la sombra al pie de la carretera.
El camino arranca desde las
cabañas de El Fielato (1.245 m) y está muy bien marcado, hay un PR con el que
compartimos la primera parte del recorrido. Superamos la zona de cabañas de
Brañaredonda y remontamos prados con helechos, ganado abundante, vacas y
caballos, vigilados por algún mastín.
El sol pega pero la brisa deja
caminar bien. En el primer collado nos sentamos a picar algo. Mientras comemos
unos frutos secos y echamos un trago se nos acerca un mastín joven, con más
cara de hambre que otra cosa. Se nos va arrimando muy cauto. Le echamos
pistachos, avellanas, almendras y hasta dátiles. De todos ellos da buena cuenta
y se relame gustoso. ¡Un mastín vegetariano! El hambre que debe pasar el pobre…
Seguimos remontando a
continuación la última zona boscosa, en silencio, confiando en ver algún corzo.
En esas vamos cuando, ya cerca de un tramo de gravera de cuarcita, Javi me para
y me señala en la altura: son tres y parecen corzos. Pastan en una zona arbustiva
por encima de nosotros. Estamos un rato observándolos. Lástima haber olvidado
los prismáticos en casa…
Seguimos después acercándonos a
la preciosa majada de Fuente Alba. Aquí un buen rebaño de vacas pasta y sestea
en los prados. Ya es hora, así que nos sentamos a comer el bocata. A nuestro
alrededor destacan las alpinas laderas serradas de los Castillones, girando el
Nogales aún alto, el Pico del Alba, por detrás parece Peña Redonda, y más hacia
el valle la bajada de Braña del Gumial. La cuarcita verdosa y la luz del sol con
nubes intercaladas que entran y salen le da el toque definitivo al paisaje Es
entonces cuando empezamos a divisar numerosos rebecos. De nuevo echamos de
menos los prismáticos…
Cuando retomamos la marcha, lo
hacemos acercándonos a dos o tres de los rebecos más cercanos, que ante nuestra
presencia salen corriendo ligeros ladera alante. Vamos girando hacia la
izquierda la cabecera del valle, ganando metros veloces. La niebla a ratos
oculta las crestas. Trepando entre las rocas fuera del camino, alcanzamos la
cumbrera que separa de León. Se abren las vistas hacia el puerto de Vegarada.
Estamos en una cumbre secundaria en la cuerda que conduce al el pico Fuentes,
mirándolo en el mapa más tarde en casa parece que es la más alta de los
Castillones (1.972 m). Bajamos desde esta al cercano collado llamado la Ventana
de Fuentes y poco después hacemos cumbre en el Pico del Oso (2.021 m).
El viento fresco unido, la falta
de sol y los girones de nube hace que nos pongamos el chubasquero. No hay buzón
ni cruz ni nada, solo un montón de piedras apiladas. Son unos ochocientos
metros positivos desde el coche, pero el recorrido es muy entretenido y
variado, y esto ayuda a llevarlo mejor. El entorno es precioso. Picamos algo
más de lo que nos queda. Acabamos el agua y salimos para abajo.
En el camino de vuelta volvemos a
ver grandes grupos de rebecos tranquilos por las laderas.
Echamos un trago directo de una
surgencia y más tarde recargamos más la botella en un bebedero.
A las siete y media ya estamos en
el coche camino de casa.
Estupendo paseo en la mejor compañía.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario