20-22 Agosto 2021
Nando del Pozo
Larribet, Pic D'Artouste (2.816 m)
Las tribulaciones de Franska (700 m, 6a)
Nando del Pozo
Larribet, Pic D'Artouste (2.816 m)
Las tribulaciones de Franska (700 m, 6a)
El viernes curro hasta las dos y media. Salgo puntual como un reloj y conduzco hasta casa de Nando; mientras él mete la mochila al maletero, me como un túper de macarrones. Carretera y manta. Siete horas más tarde (con ligero atasco en Irún para no variar), llegamos con las últimas luces al aparcamiento. Hay un montón de coches, caravanas, hasta motos...
Cenamos más macarrones, que dicen que van muy bien para el ejercicio al día siguiente. Rematamos las mochilas y salimos a la luz de la frontal hacia las diez de la noche. Vamos ligeros, para escalar solo necesitamos cintas exprés. He metido cuatro friends por si acaso.
Tiramos hora y media, remontando bastante desnivel y sudando bien. Llegamos hasta el llano que hace el segundo valle de la aproximación. Nos tiramos en un recodo del camino, en un pequeño prado a la orilla del río. Dormimos bien, pero a eso de las cinco de la mañana nos despiertan dos madrugadores con material de escalada. Mis pesadillas de decenas de cordadas atacando nuestra vía objetivo se me vuelven a aparecer...
Dormimos aún hasta las siete, desayuno rápido y continuamos aproximación. Al cabo de poco más de media hora pasamos por delante del refugio de Larribet. No nos paramos, pero sí nos damos cuenta de lo muy bonito del sitio: el amanecer nos está descubriendo un paisaje espectacular, valles, lagos, perfiles alpinos, vacas musculosas...
Continuamos hacia arriba remontando hasta los lagos superiores. En el collado empezamos a ver la que creemos que es nuestra pared, aunque aún no identificamos bien la vía. Al cabo de un rato vemos una cordada ya alta, quizá en un tercer o cuarto largo ya. Gracias a ellos nos centramos y vemos que están en nuestra vía objetivo.
Dejamos escondidos en un bloque los sacos, la comida y la ropa extra que no necesitamos para la escalada. En media hora más y tras coger agua directamente del lago, estamos atándonos en el pie de vía. Por encima solo tenemos a la cordada que vimos antes (creemos que son la pareja de madrugadores que nos despertaron). Mis temores de aglomeraciones y atascos se desvanecen: además ya nos sacan unos cinco largos.
La vía arranca con un largo de un precioso granito dorado de formas variadas. La escalada es agradable y las chapas están donde hacen falta. El segundo, que también tiro delante, es más en adherencia, muy bueno.
La tónica se mantiene; buena roca, escalada disfrutona, paisaje espectacular. El grado se ajusta al croquis: Nando se anima a tirar delante varias tiradas.
Nos vamos acercando al tramo intermedio, donde la guía habla de un largo de roca regulera y donde la cordada que nos precede ha estado un buen rato atascada.
El largo en cuestión tiene roca un poco más de montaña, y es aéreo y con ambiente, pero las presas son grandes y los seguros están cerca. Si este mismo largo no estuviera chapado y con la reunión montada, otro gallo cantaría. Pero no es el caso, y yo disfruto como un enano.
Por encima la vía continúa variada en estilos, pero mantiene la misma tónica; buena roca, bien asegurada.
Tiradas de adherencia, tramos de placa vertical, pasitos de bavaresa, bloques.
La vía tiene dieciocho largos, y vamos cansando ya.
Las vistas al vecino Palas, y al enorme y omnipresente Balaitous son espectaculares. En la lejanía identificamos algunas otras cumbres. Precioso.
Estamos acercándonos al tramo final, donde hay un tramo más alpino de arista hasta un collado desde el que puedes escaparte a la derecha evitando los dos últimos largos. Aquí alcanzamos a la cordada que nos precedía. Hacemos un alto para comer y beber algo mientras los dejamos salir sin apurarlos.
Cuando ya salen vamos a por el tramo final: un largo de IV+ muy bonito de escalar nos deja en una terraza donde arranca la última tirada. Esta, en las descripciones que he leído la marcan de 6a "poco evidente".
La verdad es que es tieso y hay que moverse, pero las chapas ayudan a no perderse! Escalo rápido porque tengo miedo pringar: salgo bien y contento me anclo a la última reunión para asegurar a Nando.
Estamos muy contentos con la vía: es justo lo que buscábamos. Disfrutar de una escalada larga, en un sitio bonito y nuevo para nosotros, y además bien asegurada. La vía es buena de verdad. Nos ha llevado unas seis horas, hemos venido tranquilamente disfrutando.
También habíamos leído en las reseñas y nos habían avisado de que la bajada era larga, y perdible. Y cumplió con ambos adjetivos. Nos empeñamos en bajar hasta el lago, y eso hizo que perdiéramos el camino que nos hubiera llevado hacia los lagos de la mañana y a nuestros sacos. Por el contrario, seguimos bajando de frente y terminamos llegando (tras perder mucho desnivel) al lado de nuestro vivac de la noche anterior... Este es el tramo de nuestras particulares tribulaciones!!
Remontamos de vuelta hasta el refugio de Larribet donde nos premiamos con una cerveza artesana riquísima. Al acabarla Nando se va a por los sacos (un rato por encima), y yo me quedé disfrutando del paisaje y del ambiente montañeril francés; familias con críos, grupos de caminantes, pandillas de chavales cantarines después de cenar...
Cuando llega Nando de vuelta nos vemos obligados a tomarnos otra cerveza; todo sea por la hidratación. Ya se sabe lo importante que es la hidratación...
Cenamos y nos tiramos en la campera a por un segundo vivac bajo las estrellas, ahora ya relajados después de haber hecho la escalada objetivo de la visita.
Por la mañana, sin prisa, recogemos los aperos, cargamos las mochilas y nos encaminamos de vuelta al valle. Disfrutamos la bajada apreciando aquellas partes que no habíamos visto de noche. A media mañana estamos en el coche.
La zona para repetir, sin duda. Cada nuevo sitio que descubro en Pirineos me gusta, pero en este caso creo que incluso más que otros. Me ha parecido realmente espectacular. Como tenemos alguna otra opción de vía-larga-equipada-asequible de grado, creo que volveremos.
Después de lo vivido en el último año, y a pesar de no haber tenido ningún problema a nivel personal, se ha hecho pesado el tema. El poder salir de casa, conducir unas horas, cambiar de cordillera y de país, descubrir nuevos sitios y disfrutar de las montañas y de la roca con un colega, ha sido maravilloso.
Con Nando, como siempre.
Lo pasamos bien, jajaja, pese al descenso "extra",...Pa la próxima a ver si entreno un poco que en el ultimo largo casi me tengo que quedar a vivir ahí colgao, jajaja.
ResponderEliminarAhora a pensar la siguiente. Como siempre, un lujo compartir cuerda!
Nando
Está claro que el sitio merece mucho la pena, aunque fuera simplemente a pasear por allí. A ver si volvemos y hacemos otra de las vías vecinas. Un placer!
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