Este invierno ha traído a Asturias unas condiciones de nieve totalmente fuera de lo habitual. Tanto en la cantidad, como en la calidad de misma.
Nevadas fuertes seguidas de periodos prolongados de tiempo frío mantuvieron el manto blando en zonas de cota muy baja durante muchos días. Ese mismo frío también conservó la calidad de la nieve en un tipo muy difícil de encontrar en estas latitudes: polvo.
Aprovechando estas circunstancias intentamos esquiar montañas tales como el Pienzu. La sierra del Sueve es una formación costera, al pie del Cantábrico. Su cumbre más alta mide 1161 metros, y se encuentra muy cerca en línea recta a las playas del concejo de Colunga y Caravia.
Poder esquiar con vistas al mar es toda una experiencia, y muy esquiva además.
Así las cosas, el día 5 de enero, recién estrenado el año, allá que nos fuimos a disfrutarlo.
El día no acompañó y no fuimos capaces de hacer cumbre: la visibilidad casi nula en la parte alta de la montaña nos hizo retroceder a escasos metros de la cima.
No obstante la retirada, nos dejó recuerdos imborrables y ganas de repetir. Cosa poco probable, dado que en 30 años no se recuerda otra similar.
En la bajada nos encontramos a Kico y Diana, que venían con la misma cara de felicidad que nosotros, si acaso más!
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