Nando y Noelia
Viernes tarde, buena previsión de
meteo, hoy toca bicicleta.
Salimos de Gijón hacia las dos y
media de la tarde. El trayecto lleva una hora escasa. De camino observamos la
poca nieve que nos queda en la cordillera esta triste temporada: se vaticinan para
el verano sequías en montaña nunca vistas.
Poco después de las tres y media ya
estamos listos para arrancar. Hace una muy buena temperatura para rodar.
Salimos desde el pequeño pueblo de Camplongo de Arbás (1.200 m). Los primeros
kilómetros son de asfalto: primero de regreso hacia la general, y desde
esta, al poco rato, coger una ya
empinada carretera hacia Millaró de la Tercia. La carretera pica bastante y el
plato pequeño hace acto de presencia.
El paisaje es muy guapo, cumbres
rocosas aún adornadas por neveros, y laderas cubiertas de brezo colorido.
Saliendo de Millaró (1.300 m) el asfalto da paso a la pista de tierra, de
pendiente muy pronunciada al principio. Vamos remontando por zetas sobre tierra
hasta el collado Farramedal (1.700 m). Desde este la cosa suaviza, y aunque
sigue para arriba, es más llevadero.
Vamos faldeando el Brañacaballo,
una cumbre típica de esquí de montaña, a la que este invierno la escasa nieve
seguramente no haya dejado disfrutar de sus laderas salvo a los más fanáticos.
Paramos a reparar un pinchazo de
Nando, parada que también sirve para comer y beber un poco, y para admirar el
paisaje. Tratamos de identificar las muchas cumbres que se ven alrededor.
Seguimos girando dirección Oeste en
un subir suave pero constante hasta que pasamos por una cabaña, poco después de
la llamada Fuente la Pinga. Estamos a unos 1.900 metros y este es el punto más
alto por el que vamos a pasar. Es decir, de aquí en adelante básicamente nos
toca bajar.
La pista es realmente fantástica para
la bicicleta de montaña: nos dejamos lanzar por la pendiente, tocando frenos de
vez en cuando para que la cosa no se desmadre. Vamos perdiendo altura poco a
poco, cambiando de orientación hacia el
Oeste, luego hacia el Norte, vuelta al Este y al Sur, girando las
redondeadas laderas. Ahora estamos en las faldas del Pico la Carba. Debajo,
muchos metros más abajo, vemos las casas de Tonín de Arbás, hacia donde vamos a
ir, pero aún nos queda trayecto.
Pasamos por unas cabañas con
bastantes caballos, el Chozo de la Carba, más adelante, los Chozos de los
Prados Viejos. Aquí, ya casi en el Valle de Cuadro, paramos a observar la
propuesta de extensión de la ruta que tiene Nando en la cabeza: en la ladera de
enfrente se levanta una estrecha y muy empinada pista que sube hasta el llamado
Collado Sierra Bermejo. En este collado, de camperas, confiamos exista nueva
pista para bajar por la siguiente vertiente y terminar dando a Pendilla. Pero
la extensión va a quedar para otro día. Hoy seguimos para abajo.
Breves minutos después alcanzamos
los embarrados caminos que dan entrada a Tonín, con sus múltiples perros. Y
desde aquí, poco más de carretera y llegamos a Camplongo, donde tenemos el
coche.
Gran ruta. Y gran potencial para
extenderla con las muchas opciones de pistas de la zona.
Una tarde de viernes bien
aprovechada.
(varias de las fotos son de Noe)
(varias de las fotos son de Noe)
Cuando quieras la acabamos con la subida a Pendilla...
ResponderEliminarNando
La verdad es que es lo lógico estando allí...
EliminarSaludos