Quizá en su día lo apuntara en mi libreta, aunque no
estoy seguro. Fue en una tarde de verano en uno de los muchos fines de semana
que acampábamos en Villa Ratón, en la zona de Horcados. No sé si fue nada más
llegar y posar las mochilas después del porteo, o si ese día ya habíamos
terminado de escalar; el caso es que teníamos por delante unas horas de luz y
no sabíamos qué hacer.
Creo que fue cosa mía el proponerlo porque era una vía clásica
de la zona que no había hecho. Es muy fácil y creía que podía hacerla bien sin
cuerda. Miguel se apuntó directamente al plan (hasta los bombardeos le suelen
venir bien), y Juaco y Churra, después de unas dudas por parte del primero, se
decidieron también a venir, aunque en su caso sí llevarían una cuerda.
Desde Villa Ratón y sin peso se llega en un momento a
muchas paredes. El espolón Rojizo de Santa Ana es una vía clásica, con algo
menos de doscientos metros de roca de calidad, muy estética y de dificultad muy
moderada. Tenemos que dar un pequeño rodeo para llegar a su base. En un rato de
charla animada llegamos hasta el collado de la Canalona. Desde allí en poco
tiempo más se rodea la cumbre de Santa Ana y se gana un punto desde el que
tirarse trotando tranquilamente hacia el jou, dejando a la izquierda la zona de
roca más compacta.
Una vez en la base, y enfocando la veta de roca rojiza
que da nombre a la vía, nos calzamos los gatos y empezamos a trepar. Vamos
hablando, riéndonos y disfrutando de la escalada. Los grandes agarres y el
ángulo suave nos lo permiten. Por detrás, Churra y Juaco progresan también
rápidamente en ensamble.
Por encima de nosotros hay una cordada escalando, con sus
mochilas, sus voces y demás, a la que vamos dando alcance. En pocos minutos
estamos a su altura aunque unos metros a su derecha. Los saludamos y nos
responden con algún comentario de desaprobación hacia nuestro estilo (tienen
razón, es claramente más temerario que el suyo). No pretendemos vacilar ni
faltar al respeto a nadie, ellos están con su escalada y nosotros con la
nuestra. Les respondemos que tienen razón y tal, pero mientras les decimos
esto, ellos terminan de darse cuenta de que ya no es sólo que vayamos sin
cuerda y a toda velocidad, sino que hay una cosa mucho más llamativa: ¡Miguel
lleva una mano escayolada desde la mitad del antebrazo!
No recuerdo cuál era el alcance de la lesión. Está claro
que no era mucho, dado que por allí andaba escalando como siempre. El caso es
que una de las chorradas con las que nos veníamos riendo era su apreciación
sobre lo bien que quedaba la escayola en los empotres de fisura… Genio y
figura.
En unos pocos minutos llegamos al final de la vía, seguimos
trepando por la arista hasta la cumbre, esperamos por Churra y Juaco y desde
allí volvemos al vivac a encontrarnos con los demás amigos.
Del resto de fin de semana no recuerdo nada. Ni siquiera si Miguel siguió escalando o no al día siguiente (seguramente sí). Sólo me he quedado con unos breves pero disfrutados minutos sobre el espolón Rojizo.
Un vivac de tantos: Javi, Estivi y Miguel |
Una vía preciosa por cierto.
He vuelto a hacer la vía sin cuerda, solo y
disfrutándola. Pero claro, sin tener al lado a Miguel con su gorra visera, su
escayola, y soltando sornas y chorradas, pues no para nada es lo mismo…
je,je; a mi esta anécdota me la contaron unos chavales en Vega Huerta: me dijeron que en el Espolón Rojizo les adelantaron unos máquinas en solo integral y uno de ellos con escayola en el brazo. Me dijeron que debían ser los Cholos
ResponderEliminarMuchas casualidades...
Picos ye un pañuelo
Saludos y enhorabuena por el blog.
Dani
Gracias Dani.
EliminarMáquina el Alex Honnold, nosotros somos de andar por casa... Ese día Javi y Cholo seguramente estarían abriendo alguna de sus muchas y excelentes vías. Churra, la tercera y muy activa del "grupo" ese día venía con nosotros.
Saludos
Es lo que tiene esto de la juventud... que ni "escayolao" se frena la marcha.
ResponderEliminarLuego siempre quedan recuerdos... de esos de sonrisilla tonta.
Saludos cordiales.
Carlos, amigo, la juventud está más en la cabeza que en el físico: algunos como tú mismo o mi amigo y mentor en escalada Miguel sois claros ejemplos: él tiene pocos años menos que mi padre... y no para!
Eliminarun saludo