Sábado 9 Abril 2011
El Jiso, Pico Pozán 2178 m, Arista Sur 650 m, 6a+
Bene Santos
La vida es cambio continuo; la única constante, es el cambio en sí mismo.
Plan original; fin de semana en Pirineos, intentar alguna norte clásica de poca dificultad, que las temperaturas no están para muchos hielos…
Durante la semana, el chequeo diario de las webs de meteo mantenía las temperaturas altas, pero como el objetivo no implicaba hielo, la nieve aún podría estar bien (eso lo hacía claramente mi deseo, que transformaba la escasa probabilidad en algo razonable, que sirviera de excusa para los 600 km). La norte del Taillón y algún pateo por la zona del Marboré no parecía nada imposible… Una norte clásica de Pirineos es algo siempre apetecible, aunque no sea difícil, se ve una montaña imponente y tiene una estampa muy guapa.
Todo cambió el jueves al charlar por teléfono con Luque, sus referencias a través de Mon, de Paco, Iñigo y Damián por el Vignemale con muy mala nieve fueron suficiente. El Taillón quedará para otra vez.
Cambio radical de planes: había que buscar algo por aquí, que se pudiera hacer sin incordio de nieve. La conversación telefónica con Javi me confirmaba que la nieve estaba muy alta, muy blanda y que la roca era una opción buena por la temperatura: las alternativas por Picos eran varias, y el Jiso es una vía bastante larga, alpina, de buen grado para empezar la temporada, y además estaba limpio para aproximar y para bajar, no hacían falta ni siquiera las botas (del piolet y los pinchos ya ni pensar…), y el coche sube toda la pista, con lo que no dependíamos del teleférico.
Bene, después de una semana intensa de trabajo, aceptó el cambio sin problema, a pesar de lo tardío de la decisión: estaba decidido, iríamos al Jiso.
9 Abril, escasísima nieve en Peña Vieja |
La carretera está despejada, más que nuestras cabezas, cansadas de la semana y del madrugón. El termómetro a las seis y media no baja de 12 o 14 grados, no vamos a necesitar más ropa que en agosto.
Recorremos las dos horas hasta Espinama charlando de mil cosas: en especial de las carreras de orientación, de su encanto y dificultad, sus técnicas, su reglamento… La verdad es que casi todo lo que se hace en naturaleza me llama la atención, y estas carreras combinan la resistencia física con la habilidad para interpretar el terreno, el intentar moverte por él casi como un animal salvaje, tiene que ser muy interesante… quizá algún día, aunque como siempre, pienso que ya me dedico a demasiadas cosas, que si empiezo otra más, me voy a terminar de dispersar.
La pista tiene repechos fuertes: me vienen a la mente recuerdos de esfuerzos, apretando los pedales y los dientes en la vuelta en BTT al macizo central, habiendo salido por la mañana temprano por el Cares desde Poncebos hacia Valdeón, con Estivi hace ya bastantes años… Soy cabezota y suelo Intentar encadenar las cuestas en bici como si fueran vías de escalada. Ahora las partes más fuertes están hormigonadas y el coche sube sin problema.
Cruzamos Igüedri y más tarde el enlace con la pista de Peña Oviedo, llegando aquí desde Mogrovejo: de nuevo recuerdos de sufrimientos buscados sobre los pedales en la vuelta al oriental desde Sotres. La vida se va formando de los recuerdos de las vivencias pasadas, del presente fugaz, y de los planes de futuro, siempre muchos y en ebullición.
Por fin aparcamos, nos bajamos del coche y empezamos a preparar la mochila. Gran momento de shock cuando me doy cuenta de que no he traído gatos: cada día estoy peor, esto es lo que tiene el dejar las cosas a medio hacer, la mochila preparada en tandas entre el trastero y casa ha quedado incompleta, y lo que falta es importante… Lo pensamos rápido, la vía es larga pero creo que los gatos sólo sean imprescindibles en unos pocos largos, el resto tendrá que salir con playeros. Los gatos de Bene, aunque muy justos me valen, ya veremos cómo nos apañamos.
Alcanzamos el collado de Cámara en apenas veinte minutos, los prados están sorprendentemente secos para esta época del año, no es sólo que no haya nieve, sino que están muy duros de secos. Iniciamos la bajada sorprendidos por el calor que hace. Un pequeño nevero es el único resto del invierno que nos incordia con su fusión a la entrada del zócalo de II grado que da al pie de vía.
Una vez organizados y encordados, me aprieto los playeros y empiezo a trepar en este mar de roca fácil, intentando seguir mi lógica, que parece que va coincidiendo con la de los aperturistas, ya que cada cierto trecho voy encontrando seguros; algún clavo, algún cordino, nunca más de uno o dos por largo.
La primera parte hasta los Costillares es relativamente rápida y llevadera en playeros, a pesar de marcar un V inferior en un paso y de la roca polvorienta y algo gastada.
Bene me sigue a ritmo, ambos sofocados de calor.
Recorremos con cuidado el tramo de Costillares hasta la base del Faraón, donde comemos algo y echamos un trago antes de empezar la parte más difícil de la vía.
De cuando en cuando suena alguna piedra cayendo a lo lejos, a nuestra derecha.
En el Faraón me calzo los gatos de Bene, dos tallas menos de la mía, y con los pies a punto de explotar tiro delante en los tres o cuatro largos de entre IV+ y 6a según la guía de Cholo y Miguel. La vía se ve saneada de bloques y reequipada con clavos nuevos en sitios clave, en las zonas de fisura está limpia y los seguros quedan muy bien. Realmente está muy guapa, disfruto los movimientos. Bene me va siguiendo prácticamente siempre en libre, algo tremendo para ir en playeros.
De nuevo la vía afloja y me vuelvo a cambiar los gatos por los playeros, así tiro otros dos o tres largos hasta otro resalte que me obliga a cambiar: 6a+ compacto, corto pero muy estético. La roca de un tacto excelente.
Algunas reuniones las tengo que montar completas, pero la roca ofrece mucho: esto es algo que disfruto, el hecho de no necesitar nada más que lo que llevamos en el arnés, y no dejar detrás nada tampoco.
Los largos ahora ya fáciles se suceden, algunos apurando cuerdas e incluso ensamblando tramos, otros acortando para evitar mucho roce. Cabalgamos la arista/espolón, fácil pero alpina, me lo estoy pasando muy bien.
Apenas recuerdo nada de la vía de la anterior ocasión, hace doce o catorce años con Rafa Belderrain, qué tiempos.
La cumbre por fin llega, seis horas y algo después de empezar. Adrados en su guía indica de 4 a 6 horas como referencia; sé que no hemos sido muy rápidos y además está lo de los playeros, pero pienso que para restar 2 horas a nuestro horario hay que correr bastante… Me quedo más con la referencia de Cholo y Miguel (porque me conviene y porque conozco cómo escalan ellos), de 5 a 7 horas.
Después de recoger el material nos comemos el rico Stromboli de Silvia e iniciamos el descenso. La pista de Aliva se ve muy por debajo de nosotros, entre jirones de niebla que se ha ido formando en medio de la calima de la tarde; flanqueamos a media ladera intentando no bajar demasiado para volver hacia la vertiente de Cámara. Pisamos muy poca nieve, muy aguada, que se irá definitivamente en dos días si esto no enfría.
Son las seis cuando llegamos al coche envueltos en niebla. Aunque el termómetro marca diez grados, nosotros llegamos recalentados y deshidratados: yo necesito una cerveza con limón que me bebo de un trago en la terraza del bar de Espinama, seguida de una cocacola de un trago también. Placeres baratos. En el viaje también vamos bebiendo agua y al llegar a casa sigo rehidratando con cervezas…
Una buena actividad en montaña para empezar esta temprana temporada de roca: la vía larga y alpina, me ha gustado y me he encontrado bien, ha sido una buena elección. Bene como siempre un compañero ideal para este tipo de andanzas (incluso sin gatos). En las fotos buenas se nota su mano.
Gijón 6:30 h
Espinama 8:30 h
Inicio aproximación 9:15 h
Inicio escalada 10:30 h
Cumbre 16:40 h
Coche 18:00 h
Gijón 20:45 h
Como siempre, un buen relato.Esto hace que esta temporada nos acerquemos por Jisu.
ResponderEliminarLo de olvidarse lo gatos, no eres el único.
Un saludo.
¡que recuerdo!
ResponderEliminarfuí con intención de hacer Jiso, Franceses y sur del Naranjo en el día...allá por el año 87. Me acompañaba Nando... Justo por encima del tercer largo del Faraón, las nubes que estaban debajo de nuestros piés subieron y empezó a tronar y a trapear de lo lindo. Yo en mallas y camiseta de tiras, Nando pantalón corto y forro. Iba tirando todo de primero, no llevabamos croquis y como habíamos pasado lo difícil le dije a Nando que a toda pastilla sin cuerda pa arriba, a lo que me contexto que los cojones...Así que pasamos toda la tormenta subiendo mientras caían las piedras y el agua y todo el plan se desbarataba. En la cumbre escampló y yo le contaba a Nando de la que bajabamos corriendo hacia Sotres para calmar a los que nos iban a hacer el avituallamiento, la peli de Conan el Barbaro....Vamos como las maracas de Machin...
Nos vemos
Mon, la vía está bien guapa para empezar la temporada de Picos, así que animaos! Un saludo
ResponderEliminarBrojos, no sabía yo que Nando entraba a esos trapos! Si te apetece probar otra vez, ya sabes, a mi esos planes me llaman
ResponderEliminarUn saludo
Jajaja...menudo dia!!..rayos, truenos, granizo...y acabamos corriendo hasta las Vegas de Sotres con el arnés puesto...Esa fue una buena aventura...
ResponderEliminarNando