Viernes 25 Febrero 2011
Peña del Mediodía, 2180 m, "La Senda de los Elfos" III, 3+, 400 metros
Ramón Turrado, Damián, Iñigo, Paco
A lo largo de la semana, mirando las webs habituales de previsión meteorológica, la conclusión era que el viernes era con diferencia el mejor día: el fin de semana se estropeaba seguro. El caso es que la temperatura estaba altísima, máximas de 17º en Fuente Dé no invitaban a escalar en hielo, si es que lo había. El plan hablado con Martín era intentar el espolón de los Franceses a Peña Vieja, que con nieve seguro que es una actividad interesante. Decidido, me pido el día en el curro. Así estaba el jueves a las ocho de la tarde cuando una llamada de Martín me descoloca; se ha hecho daño en una rodilla entrenando en el rocata, y lo ve complicado… Mierda.
Me pongo a repasar mentalmente la agenda en busca de alternativas, complicado para un día entre semana; Luque está por Noruega, Bene curra, Elías hace demasiado que no lo llamo… Aún así le mando un mensaje. Mon es mi esperanza: a las nueve de la noche lo llamo, y sin dudarlo me invita a unirme a él y sus amigos en un intento a la noreste de la Pico del Mediodía en el Mampodre, “La senda de los elfos” sería la vía. A mí en principio me da respeto, es una vía de Pita y su difunto colega, y para mí eso le da reputación de partida. Por otro lado, ellos han quedado temprano, a las seis y media en Sama, y yo no puedo madrugar tanto... Mon me dice que no me preocupe, intentaré alcanzarlos.
Salgo de casa a las siete y cuarto, al montar en coche le mando un sms a Mon para decirle que voy para allá. El trayecto es desconcertante: Gijón 5 grados, Sama 8, Caso 5, Tarna 8… Esto no pinta bien para el hielo/nieve dominante en la vía hablada. El caso es que al bajar hacia La Uña el termómetro se desploma hasta -2º. Aparco en la plaza de Maraña al lado de una solitaria Vito, en dos minutos me he puesto las botas y arranco con una mochila ligera en la que sólo llevo los piolets, los crampones, el arnés y una cuerda, no vaya a ser que el cálculo falle y me quede sin un cabo libre… Son las nueve menos cinco cuando cierro el coche.
Salgo pitando cuesta arriba, la nieve no está mala y la temperatura ideal para caminar. Con el fuelle silbando, remonto hasta alcanzar el collado desde el que veo la norte de la Peña del Convento o del Mediodía (nunca sé su nombre correcto): mientras me pongo los crampones, voy buscando con la vista por las palas de nieve las figuras que persigo. Todavía sin verlas, flanqueo hacia la derecha, más hacia la norte que hacia la noreste, con intención de ir cortando en la media ladera. Cuando los veo, son cuatro, están bastante altos ya. Acelero tanto como puedo: la nieve cambia a ratos, pero en general está helada y se progresa cómodo y rápido. Ganada por fin su vertical los veo, ellos me ven y me saludan de lejos. Al acercarme Mon me dice que me lo tome con calma, que no hay prisa, no obstante sigo a ritmo, no quiero que esperen más por mí.
Por fin llego, saludos y presentaciones: Damián, Iñigo y Paco, no los conozco pero me reciben con simpatía. Me arrimo en la repisa y vamos poniéndonos el arnés y el casco para empezar. Llevamos un juego de material para compartir, las cordadas se organizan, yo voy con Mon y en la otra los otros tres. Entre ellos, el cachondeo y las bromas son continuos. El ambiente está caliente; no sé si ir en camiseta o qué guantes poner… El inicio es un pequeño zócalo rocoso para coger una pala de nieve que se mete por un corredor oculto a la vista entre espolones de roca.
Desde abajo no se intuía bien la vía, predominantemente de nieve, entre tantos muros de roca. Son las once menos cuarto pasadas cuando arranca Damián y a los pocos minutos sale también Mon, que hace reunión antes y por debajo, así que yo empiezo por delante de los otros segundos. El largo es fácil pero guapo, sigo delante ahora hacia un resalte rocoso a unos veinte metros de la reunión, donde está Damián. Encima está el tramo clave de la vía: un muro de roca que marcan como V, con dos buenos clavos a unos tres metros del comienzo. Llego a su base y sopeso tirar para arriba, pero las dudas me hacen montar reunión y asegurar a Mon. Entre tanto, Paco e Iñigo están llegando también.
Mon sale para arriba sin mis reticencias y resuelve con rapidez y eficacia los pasos de crampones sobre roca algo roma; con los piolets empotrados por las fisuras, chapa los clavos y sale hacia arriba. La falta de nieve hace que bajen más piedras de las deseables. Al poco rato ya estoy yo rascando los pinchos por la roca: de segundo todo es más fácil y pronto llego junto a Mon, no sin antes apretar lo mío en un resalte de hielo que hacía una pequeña panza, justo para salir a la reunión. El paso de abajo me parece de IV+, como mucho, pero me imagino que con frío, o mojado, o con hielo la cosa se pondrá mucho más cruda…
Después de recoger algo de material me pongo delante para lo que parece un tramo largo y fácil de nieve a unos 50-60º; no está dura y se hace escalón con cada patada, pero se progresa muy rápido y pronto estamos ensamblados a sesenta metros con un par de seguros en la roca entre nosotros. Así seguimos unos 120 o 150 metros, difícil de precisar, hasta que monto una reunión con fisureros en unos bloques y recupero cuerdas.
Llega Mon al minuto, pero no queremos separarnos de los colegas, así que con calma hace el siguiente largo y monta una reunión de clavos. Para cuando yo salgo, ya ha llegado Paco de primero, así que estamos bastante reagrupados.
La tónica se mantiene, nieve a unos 60º con algún resalte fácil, y temperatura alta.
El siguiente largo que me toca a mí se remonta sobre una zona con algo de roca, para volver a estirar las cuerdas a tope en una canal fácil: se intuye la arista a unos treinta metros. Mon llega y sigue, y sale al sol en un pequeño collado donde me reúno con él a esperar a los amigos: aquí hay huellas que parecen venir de la norte.
Estamos a escasos treinta metros de la cumbre y por terreno fácil.
Nos reagrupamos y en pocos minutos hacemos cumbre: hemos invertido poco más de tres horas en la vía, que ha resultado muy entretenida. Seguro que con más hielo sería más interesante, pero la hemos disfrutado. De nuevo, cachondeo mientras recogemos los trastos y picamos algo.
El trayecto de vuelta al pueblo fue entretenido: primero con atención a los zuecos en las primeras palas inclinadas, y más tarde atentos a las rodillas para no hacerse daño cuando nos hundíamos en la nieve blanda. Todo esto amenizado con la charla alrededor de temas candentes como la crisis, la juventud de hoy en día, las experiencias personales… Miradas de vez en cuando a la pared intentando localizar el trazado de otras vías como la Perseverancia, la Dama blanca o la Norte Directa.
Me encontré de maravilla haciendo cordada con Mon, y compartiendo la vía con Damián, Paco e Iñigo: todos ellos gente simpática y agradable, que me esperaron y acogieron con confianza y cercanía. Un gran descubrimiento, igual que la noreste del Mediodía, que junto con la norte, habrá que repetir.
A las siete estaba en casa, muy contento.
Las fotos, una selección, son de todos.
7:15 h Gijón
8:55 h Maraña
10:30 h pie Vía
10:45 h Inicio escalada
14:00 h Cumbre
16:00 h Maraña
19:00 h Gijón
Buena actividad en buena compañía, eso ye aprovechar lo poco que está dejando este invierno..., aunque tal vez lo bueno está por venir....(hasta abril va a ver posibilidades con lo que está cayendo).
ResponderEliminarSaludos
Guapo el articulin como siempre ,la via esta guapa y con un poco mas de hielo sale un larguin de hielo fino, llegando arriba , muy jugueton.
ResponderEliminarEl año pasado hicimos la dama blanca en abril ,no desesperar que no esta todo dicho este invierno.
saludos
Vía para recordar. Que mejor homenaje a J.Manuel y por supuesto a Pita, que disfrutar con sus creaciones. Todo salio bien.
ResponderEliminarPD. Lo de rápido y ligero ya creo que se porque.
Puede que la guardería tenga mucho que ver ¡no!.
Un saludo y ya sabes.
Sí Brojos, hay que confiar: esperemos que aún quede invierno para pinchar algo más de blanco, no pinta mal
ResponderEliminarSaludos
Gelo, esperaba tu comentario en italiano! a ver si tenemos suerte con lo que está cayendo ahora
ResponderEliminarMon, una cordada seria la mencionada: mi primer contacto con sus creaciones fue en agosto del 99 con "El Reino de León", en una de las primeras repeticiones: la hice entera de primero, diez horas apretando, adelgacé dos kilos ese fin de semana (y a mí no me sobran...). En mi lista está entre las 5 mejores vías de Picos, de quitarse el sombrero.
ResponderEliminarLo de rápido y ligero es filosofía y ya lo practicaba mucho antes de que llegara el enano, pero sí, ahora con más motivo...
Saludos
Me ha encantado el relato Diego. Muchas gracias por la escalada y sobre todo por tu compañía. Disfruté mucho y espero volver a coincidir contigo en otra montaña o donde sea. Un saludo.
ResponderEliminarGracias a vosotros, yo fui el que me apunté a vuestro grupo, seguro que nos veremos
ResponderEliminarHola Diego,
ResponderEliminarEl sábado me comentó Pepín acerca de tu blog,
y me lo he ventilado entero en una tarde.
Mucha calidad,tanto en los textos como en las imagenes.
Veo que mantienes el nivel y las buenas costumbres,a seguir así...
Seguiré tus andanzas desde la distancia.
Saludos cordiales
A ver David, máquina, me alegro de saber de ti, cómo van esos Ironmans? Tú sí que mantienes el nivel! Gracias por el comentario
ResponderEliminarUn saludo para Barna