La era digital ha traído mucho progreso, no hay duda, pero también se ha llevado algunas cosas: las diapositivas son una de las cosas que se ha llevado.
Quién dispara hoy día diapositivas? para qué? Lo malo es que muchos tenemos en casa un buen montón de ellas, metidas en cajas, en carretes listos para proyectar o en álbumes, cogiendo moho y polvo. Yo no tengo demasiadas, calculo que unas seiscientas, nunca me sobró la pasta y las diapos eran muy caras. Tampoco tengo proyector. En esas seiscientas diapos está condensados mis primeros quince años de escaladas, una época muy intensa de actividad y más aún de ilusión.
Hace años era tradición quedar en casa de Estivi a ver proyecciones de los últimos carretes revelados: las escaladas del verano, las del invierno, del último viaje, las últimas aperturas... Nos juntábamos en la salita de su casa, atestada de libros hasta el techo, de revistas, de catálogos y de material de montaña. Bajábamos la persiana y colocábamos el proyector y la pantalla, nos arrellanábamos en el sofá o sobre puffs moros, y cerveza en ristre, nos deleitábamos con las fotos, mientras estirábamos la mano a la ensaladera llena de patatas fritas. Allí nos juntábamos Miguelón, Juaco, Elías, Chus... Los mordaces comentarios de Miguel, las voces de Elías, las solicitudes de copia de aquella diapo en que te veías especialmente bien, el cachondeo general y los planes para nuevas aventuras; aquí nos pasaba Miguel sus últimos croquis... Eran unas horas cojonudas, nos encantaba vernos a nosotros mismos, o ver a nuestros amigos haciendo lo que nos gustaba: montaña.
La era digital ha terminado con nuestra tradición. Ahora, apenas nos vemos, apenas quedamos, apenas salimos al monte juntos (no por la era digital, es la vida que se enreda). Los tiempos cambian, las costumbres y los compañeros en el monte también.
Aunque el presente es estupendo, y el futuro está lleno de posibilidades, yo también echo de menos los viejos tiempos, los viejos amigos y las viejas proyecciones de diapos: me estoy haciendo viejo.
Este año los Reyes me han traído, entre otras cuantas cosas (yo creo que no he sido tan bueno...), un escáner de diapos. Gracias a Paula, que acepta esta afición mía con tanta comprensión.
Espero recuperar ahora algunas de esas escenas casi olvidadas de años de montaña, de inicios, aprendizajes, amigos, viajes, escaladas... Algunas de las diapos que seguro escanearé corresponden a entradas antiguas de este blog, que fueron sólo de texto en su momento cuando las escribí: ahora tendrán algo más de luz cuando les cargue fotos.
De momento he escaneado parte del viaje de 2001 a Alpes, a escalar a Envers des Aiguilles, de la ascensión al Cervino, de escaladas por Picos, y he incorporado algunas de esas fotos a las entradas correspondientes. La calidad es inferior a la diapositiva, pero suficiente para rememorar las vivencias.
Ya se sabe que una imagen vale más que mil palabras.
Estupendo, disfrutaremos todos aunque habrá que sacar la cerveza de la nevera de cada uno, y las patatitas..., las patatitas mejor ni tocarlas....
ResponderEliminar¡Marcho par Piri!!!
(Esto último lo digo para darte envidia a ti y al Elias que al final se rajo.....)