LA MONTAÑA COMO PASIÓN, COMO ESCENARIO INFINITO SOBRE EL QUE DISFRUTAR INTENSAMENTE DE LA VIDA,
DONDE ESCALAR, ESQUIAR, PEDALEAR, CORRER, CAMINAR...
DONDE LOS AMIGOS, EL ESTILO Y LAS FORMAS CUENTAN, Y MUCHO

jueves, 7 de marzo de 2024

Una cerveza cara

Viernes tarde. 1 de marzo 2024. Nando
En medio del invierno, intentamos hacer lo que tantas veces: aprovechar la tarde del viernes para esquiar un rato. Foquear hasta donde nos dé tiempo y después pegar unos giros apurando la luz. Aprovechar la tarde.
Al llegar al puerto observamos que a pesar de las recientes nevadas, el aspecto de las montañas es muy irregular. Se ven zonas totalmente peladas por encima de otras bien cubiertas. Ha debido de nevar con mucho viento. La temperatura y el cielo no tiene tampoco buena pinta. Salimos con poco convencimiento desde el puerto hacia el Cellón. Las torres de tendido eléctrico y el solitario aerogenerador que han plantado recientemente afean el comienzo, pero una vez superados ya estamos en paisaje de montaña.
El cielo amenaza con empezar a nevar (o lo que es peor, llover) en cualquier momento, así que ya vamos resignados a ir hasta donde se pueda sin objetivo concreto. Remontamos las primeras lomas observando por dónde subir y por dónde bajar más tarde, evitando las zonas peladas. La nieve nos da buena sensación, aunque está claramente húmeda, serán las ganas.
Antes de lo que nos gustaría tenemos que dar por terminada la subida. Por dos factores: por un lado estamos entrando en la cota de la nube y empieza a nevar, con lo que la visibilidad se reduce. Por otro lado y lo que es peor, se corta la continuidad de nieve en los tramos superiores y tendríamos que quitar tablas tanto para seguir subiendo como para bajar después...
Resignados a dejarlo antes de lo previsto, en un collado aún antes de mitad de la subida nos quitamos las pieles, apretamos las botas, y salimos para abajo intentando disfrutar en la medida de lo posible.
Al poco rato ya estamos en el coche. Y al poco rato ya en El Ruchu, comentando con el paisano la malísima temporada de nieve, mientras nos tomamos una cerveza muy cara y muy poco merecida. No cara por lo que nos cobran, sino por subir a Pajares a tomarla con tan poco esquí... Con todo, como siempre, concluimos que nos merece la pena.

2 comentarios:

  1. Bueno anda, al menos nos dio pa hacer algo...

    Nando

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya sabes mi opinión, siempre mejor en el monte, aunque sea para media hora!

      Eliminar