LA MONTAÑA COMO PASIÓN, COMO ESCENARIO INFINITO SOBRE EL QUE DISFRUTAR INTENSAMENTE DE LA VIDA,
DONDE ESCALAR, ESQUIAR, PEDALEAR, CORRER, CAMINAR...
DONDE LOS AMIGOS, EL ESTILO Y LAS FORMAS CUENTAN, Y MUCHO

sábado, 14 de octubre de 2023

Anayet: vivac y escalada placer

24 Septiembre 2023 Pico Anayet (2.545 m) Vía "Los balcones de Anayet" (350 m, V+) Nando del Pozo
El sábado habíamos hecho una ruta muy guapa de bicicleta en Ordesa. Por la tarde nos acercamos hasta el Portalet pasando por el puerto de Cotefablo. Echanos un rato en el Portalet admirando tanto el Midi D´Ossau como muchas las motos que subían o bajaban hacia Francia. La tarde estaba fresca. Hacia las cinco bajamos al parking de Anayet en la estación, preparamos las mochilas sin prisa, seleccionando las cosas con calma.
Arrancamos la aproximación detrás de un grupo de cuatro chavales que iban como nosotros a escalar. La subida es cómoda, vamos por las pistas de la estación, azules, así que las cuestas no son duras. Nos separamos de los cuatro chavales, parece que ellos van a aproximar por la derecha, Espelunciecha, por la ferrata. Nosotros giramos a la izquierda y remontamos hasta la parte alta de la silla de la Glera (recuerdo pasar por aquí esquiando con la familia hace unos años).
Continuamos ahora más en llano y entre bloques, vemos el ibón de Espelunciecha. El camino es cómodo y vamos ganando altura, admirando las vistas en la luz declinante. Alcanzamos el collado y por fin vemos el Anayet. El pico es esbelto y destaca solitario. Cuando te explican que es un volcán (igual que el Midi D´Ossau) parece que te explicas mejor esa soledad.
Las camperas y los ibones son preciosos. Hay bastantes tiendas diseminadas por los alrededores del Ibón principal, pero desde luego no da sensación de mucha gente. Nos vamos derivando hacia la derecha, buscando un trozo de prado libre y llano donde establecernos. Encontramos una parcela estupenda y tiramos las mochilas. Para referencias miro el reloj, sin prisas hemos tardado hora y media desde el coche.
Nos cambiamos de ropa, hemos cogido una buena sudada y ahora la temperatura ha empezado a caer. Luego nos sentamos a comer y a admirar las vistas. Tiramos fotos sin parar ya sea hacia el Midi ya hacia el Anayet.
La luz parece mejorar a cada momento y no te cansas de disparar. Cuando el sol se retira el frío empieza a atacar. Vestidos con todo notamos cómo vamos perdiendo calor, así que nos metemos en los sacos bien pronto. El plástico que hemos traído nos protegerá en parte.
La noche transcurre bien y el amanecer nos pone de nuevo en movimiento. Hemos rozado los 0 grados.
No queremos que nos adelante gente en la escalada, que por cierto aún no hemos decidido qué vía haremos, así que desayunamos y nos ponemos en movimiento.
La aproximación es cómoda y rápida. Cuando vamos acercándonos a la pared ya vemos una cordada en el primer largo de la "Sueños de verano". Son tres y no parecen demasiado rápidos. Le digo a Nando que mejor nos vamos a la otra, "Balcones de Anayet", que era la que yo pretendía desde el principio. Tenemos aún unos diez minutos hasta el pie de vía. Al llegar la verdad que la primera impresión no es muy buena: el aspecto de la roca no es muy estético. No obstante no doy opción, me ato y me pongo los trastos, y arrancamos a por ella.
El primer largo nos mete en la tónica de la vía: buscar las chapas que son pequeñas se convierte en lo que centra nuestra atención. La roca es mejor de lo que parecía y tiene un tacto y presas interesantes. El segundo vuelvo a arrancar yo delante y vemos aproximarse a cuatro tipos. Creemos que serán los mismos cuatro con los que arrancamos ayer del parking. Nando viene rápido y les llevamos dos largos, así que no me preocupan mucho. Aún así salgo a toda caña a por el tercer largo, que es una transición de III con bastante hierba hasta la base del largo más difícil de la vía, el cuarto largo. Al llegar a la reunión veo que está pingando. Cae agua de arriba sin parar y en la placa corre agua abundante. Mientras aseguro voy buscando con la vista los seguros, pensando en si seré capaz de pasar. Cuando llega Nando no perdemos ni un minuto. Salgo de nuevo a ver cómo pinta la cosa. Desde la primera chapa he de ir esquivando las zonas mojadas. Chapo un clavo y me remonto contra el diedro, apoyando con cariño el pie derecho en presas empapadas. Alcanzo bien a la siguiente chapa, paso la cuerda, y después de mirar un poco me doy cuenta de que en libre no se va a poder... Miro la distancia a la siguiente chapa y veo que afortunadamente, gracias al equipamiento placer está realmente cerca. De un acero llego a ella, la chapo, y repito lo mismo con la siguietne después de colocar pies. Desde esta ya salgo a seco y vuelvo al libre. Una pena porque parece que el largo tiene que ser bonito. Esto es lo que tiene escalar en el monte... y después de que lloviera abundantemente el viernes.
Oímos cerca a los chavales. Nando resuelve como yo y en seguida estamos yendo a por el quinto largo, con tendencia a la izquierda en un comienzo.
Tras un tramo algo más vertical al principio, se tumba luego en la plancha que nos subirá por tres largos hasta la zona de arista. Escalada muy fácil.
Desde que les tocó el largo mojado hemos dejado de oir a las cordadas de debajo. Le digo a Nando que tire delante que parece sencillo, y así es.
Después de su tirada retomo yo delante, mismo estilo.
Se esquiva un desplome por la izquierda, con un par de pasos atléticos, los únicos de la vía, y nos asomamos a la arista que da filo con la vertiente de la ruta normal. Nos quedan dos largos. Estoy ahí tranquilamente asegurando cuando unos sesenta metros por debajo veo aparecer al primero de la cordada de tres de la otra vía. Menos mal que no nos hemos metido detrás de ellos: les ha llevado un buen rato salir aquí a pesar de que ya estaban levantando un buen rato antes de que nosotros empezáramos nuestra escalada.
Para terminar estiro a tope la cuerda en una nueva tirada, creo que he unidos dos largos en uno aquí. Termino justo debajo de cumbre, apenas a unos diez metros ya de caminar. Este último largo ha sido bien bonito, con pasos de adherencia, otros de remontadas por el filo. Todo bien asegurado y con muy buena roca.
Cuando llega Nando miramos la hora: nos ha llevado tres horas. Lo hemos disfrutado. Hay bastante gente arriba: le pedimos a unos chavales que nos saquen una foto de cumbre de recuerdo. Recogemos los trastos y para abajo.
Bajamos por la normal charlando de geología con una pareja veterana. Al llegar al ibón nos vamos a donde pasamos la noche y hemos dejado los trastos. Comemos tranquilamente al sol, rehacemos las mochilas y arrancamos para el coche. En una hora y poco estamos en el parking.
Resumen general: Aproximación al ibón desde el parking, una hora y media. Aproximación del ibón hasta pie de vía veinte-veinticinco minutos Escalada ters horas. Bajada al ibón treinta a cuarenta minutos. Bajada del ibón al coche una hora. La vía son doce largos de escalada placer en grado fácil, con buena buena roca y con seguros a distancias razonables. Varios de ellos sencillos de empalmar, pero no sé si merece la pena. Nosotros hemos traído una cuerda simple de 9 mm de triple homologación, realmente cómodo. Además de unas 15 express, también hemos traído unos friends y unos fisureros, pero no hemos puesto ninguno. Si acaso lo más complicado mientras trepas es localizar en algún punto el siguiente parabolt, pero la vía me ha parecido bastante evidente. Añadiendo a todo esto llegar a una cumbre tan emblemática como es el Anayet, con este paisaje circundante, más el encanto de vivaquear en el Ibón, con ese atardecer y ese amanencer, creo que es en conjunto una actividad muy recomendable.
Seis horas más tarde estoy en casa. Ha sido un fin de semana muy bueno: la bici, el vivac y esta escalada. Muy recomendable todo. Pirineos espectaculares. Con Nando, otro finde para recordar.

2 comentarios:

  1. Un buen día por el monte, salvo el frío de pies del vivac y la angustia por si las bicis seguían en el aparcamiento, en el Portalet, jajaja.

    A pensar la siguiente.
    Nando

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja lo de las bicis es lo típico que olvidas con el tiempo... qué congoja!

      Eliminar