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jueves, 19 de febrero de 2015

Mare e Monte: el Pienzu blanco

Sábado 14 de Febrero 2015
Nacho Fuentes
“El Pienzu” desde el Fito



El mayor temporal en décadas. Nevadas en niveles que casi no se recordaban. Tráfico ferroviario cortado con la meseta durante una semana. La autopista a ratos sí a ratos no.  Desde primeros de Enero la cosa apenas da tregua.
Un nuevo fin de semana con nivel cuatro de riesgo de avalancha en la cordillera y en Picos, previsión de vientos fuertes y precipitaciones varias.
Con este escenario no está la cosa para mucho más que un paseo, y que sea por una zona controlada…
Así salimos la mañana del sábado mi amigo Nacho y yo: Con tanta nieve es una buena oportunidad para subir a sitios bajos a los que habitualmente no llega: es increíble cómo cambia el blanco el paisaje, cómo cualquier pequeña loma gana interés y estética. Nos vamos al Pienzu.


El Sueve es una pequeña sierra costera que se levanta entre los valles del río Piloña, el del Sella, y la rasa costera de Colunga y Caravia. Se trata de una zona muy guapa, muy rica en fauna (es muy habitual ver gamos, venados, jabalíes, asturcones…) y además es muy accesible en poco tiempo.
Su cumbre más alta, el Pienzu, se eleva sólo hasta los 1.161 metros, pero se encuentra a una distancia realmente corta de la línea de costa. Esto hace que sea una de las mayores elevaciones de Europa en distancia relativa al mar.  También hace que en verano tenga muchos días una nube enganchada que puede arruinar tu día de playa en sus faldas…

La majada del Bustacu
A las ocho y media salgo de casa. A las nueve recojo a Nacho en Villaviciosa. A las nueve y media ya estamos en el Fito empezando el paseo.
En estos primeros momentos hace mucho viento gallego y la lluvia nos azota fuerte en la cara, pero tenemos ganas de caminar y la previsión para la mañana no es mala. Con las chupas puestas y la cabeza gacha remontamos las primeras lomas. Pronto, en cuanto cambiamos de vertiente, el viento amaina; quizá sólo porque estemos protegidos con el cambio de ángulo. La lluvia también ha parado.

Vamos disfrutando de las vistas de los valles, de los cordales cercanos blancos desde muy abajo, de la nube negra y continua que se engancha en la cordillera y también en la costa.


Charlando llegamos a la majada del Bustacu, donde los prados están saturados de agua y la nieve empieza a cubrir el suelo. Desde aquí la cuesta aumenta y la conversación disminuye en la misma proporción.

Pronto estamos abriendo huella en nieve abundante. No está muy incómoda y vamos ganando altura tranquilamente. Cuando alcanzamos un pequeño collado se nos abre la perspectiva hacia el Norte: nos quedamos bobos mirando las olas del mar en medio de las laderas blancas. El contraste es realmente sorprendente.
Aquí nos cruzamos con un grupo de corredores de montaña que, entre chistes, trotan alegres arriba y abajo.

Lastres al alcance de la mano

Ambiente de montaña con vistas a la playa
La parte final de la ascensión la hacemos por una loma donde el ángulo, siempre suave, gana unos grados. Esto nos deja unas guapas estampas de la línea de playas al lado de la montaña blanca. Insólito.

Alcanzada la cumbre el viento gallego nos vuelve a azotar violentamente: está claro que veníamos protegidos por nuestro lado. Unas fotos rápidas, unos saludos a la gente que va llegando.
Indignado me agacho a recoger una lata de mejillones vacía: es increíble que la gente se suba con la lata, se la coma, y luego la deje en el sitio. Creía que estas cosas estaban superadas, pero veo que no.

Mi amigo Nacho, seguramente la persona más fuerte que conozco
La bajada por la vertiente Oeste es mucho más incómoda por el tremendo viento que nos zarandea, acompañado a ratos de afilada lluvia. Las manos se quedan frías.
Recogemos más abajo otra lata, ahora de refresco, tirada en mitad de la nieve: duele a la vista. Cuánto capullo.

A esta hora hay mucha más gente subiendo en nuestra dirección, pero me temo que van a pillar peor tiempo que nosotros: la cosa parece cerrarse por momentos.
Bajamos comentando que la nieve se quitará en breve, en cuanto caliente un poco.


 A las dos y media estamos tomando el vermut en la Villa, encantados con el paseo.

Mirador del Fito 580 m (9.30 h)
Majada del Bustacu
Cumbre Pienzu 1.161 m (12:00 h)
Majada Bustacu
Mirador del Fito (13:30 h)

Unos 14 km y 600 metros desnivel positivo aproximadamente.
El lunes 16 la previsión vuelve a dar cota de nieve a 700 metros. No querías taza…?

5 comentarios:

  1. Asturias ye única.....Felicidades por la activdiad, un contraste el de nieve y costa que no todos los años se da.

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    1. Castaño,
      La verdad es que es un paisaje sorprendente y lo pasamos bien. A ver si este finde damos otro paseo porque no está la cosa para mucho más.
      Un saludo para Cangas

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  2. Totalmente de acuerdo. El Pienzu es uno de esos comodines que hay que tener en cartera.

    Parece que vamos a seguir teniendo nieve para aburrir por cotas altas, ¿pero sin tanto frío y más humedad cómo va a estar esa nieve?

    Un saludo!

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    1. Carlos, la cosa en altura tiene que estar delicada, sin duda. El caso es que no podemos quejarnos, otros años es por falta, este por exceso.
      Un saludo

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    2. Cierto, nada de quejarse y a disfrutarla aunque haya tardado en llegar.

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