Sábado 20 Diciembre 2014
Pablo Luque
Peña Ubiña (2.417 m) “Elixir de la suerte” (III, 2+, 50º,
550 m)
Pues sí, eso fue lo que pasó, por contradictorio que
pueda sonar.
Para allí nos fuimos en busca del elixir (no de la vía en
concreto, sino del concepto), y en mitad de la nube lo encontramos, aunque hecho
una guarrada. Y entonces guarreamos, y nos lo pasamos fenomenal.
La previsión de la meteo no era buena (llevamos semanas
así), pero las ganas de salir y las restricciones de agenda me hicieron buscar
compañero para el sábado. Pablo, igual que yo, quería ir de monte aunque fuera
a caminar. Dudamos entre tirar a Picos o a Ubiña, decidiéndonos al final por
esta última. Con dudas respecto a la previsión y sin referencias de la calidad
de la nieve, al menos en Ubiña las aproximaciones son mucho más cortas.
Mientras nos preparábamos en Torrebarrio, la nube meona nos
mojaba bastante. La temperatura era alta, 3 grados: yo salí con la chupa encima
de una camiseta térmica, y con el pantalón de gore puesto (que no pongo casi
nunca). El día ya pintaba guarrete.
La intención era intentar hacer la “Lotus”, una vía nueva para los dos, pero nos temíamos que no tuviera nieve suficiente. Cuando alcanzamos la curva de la pista en la que hay que decidir, una visión parcial del monte nos confirmó lo que ya pensábamos: la parte inicial de la “Lotus” estaba totalmente en roca. Decidimos dejarla para cuando esté en condiciones de disfrutarla, y seguir hacia la Norte confiando que allí hubiera más nieve.
La intención era intentar hacer la “Lotus”, una vía nueva para los dos, pero nos temíamos que no tuviera nieve suficiente. Cuando alcanzamos la curva de la pista en la que hay que decidir, una visión parcial del monte nos confirmó lo que ya pensábamos: la parte inicial de la “Lotus” estaba totalmente en roca. Decidimos dejarla para cuando esté en condiciones de disfrutarla, y seguir hacia la Norte confiando que allí hubiera más nieve.
Charlando remontamos el hombro que conduce a la Aguja. Allí,
cuando la nieve ya dominaba y a ratos parecía más dura, paramos a poner el
arnés y los crampones. La temperatura seguía alta (hasta aquí vinimos los dos sin
guantes) y la nube seguía metida: no veíamos apenas nada. Después de comer
algo, y prepararnos, salimos para arriba ahora sí ya con guantes (y con las
manos como tablas, los dos también).
Con las condiciones reinantes, la “Elixir de la suerte”
parecía la mejor opción: es una vía que va buscando rampas de nieve, no tiene
resaltes grandes y además los dos la habíamos hecho varias veces, así que la
conocíamos. No obstante, los dos también nos habíamos tenido que dar la vuelta en
ella alguna vez, cuando la nieve no daba buena sensación: las palas son
tumbadas, pero cuando está inestable puede marchar todo. Hoy creíamos que no
iba a ser así.
Los primeros tres largos del croquis son los más delicados,
hoy los hicimos sin cuerda. Luego, en cambio, cuando tocaba la primera de las
diagonales de transición entre canales, la nieve dudosa nos hizo encordarnos. Mientras
aseguro a Pablo debajo de unos desplomes se me empapa la chaqueta con el goteo
constante.
A partir de aquí fuimos estirando largos a tope de cuerda, ensamblando tramos, aprovechando para practicar metiendo algún clavo (pocos meto yo al año…), incluso pichando algo de hielo en un resaltillo que no recordábamos de otras veces. El terreno es tumbado y no obliga a seguir un itinerario concreto, así que vamos bailando de canal en canal y buscando las rocas para colocar seguros de cuando en cuando.
A partir de aquí fuimos estirando largos a tope de cuerda, ensamblando tramos, aprovechando para practicar metiendo algún clavo (pocos meto yo al año…), incluso pichando algo de hielo en un resaltillo que no recordábamos de otras veces. El terreno es tumbado y no obliga a seguir un itinerario concreto, así que vamos bailando de canal en canal y buscando las rocas para colocar seguros de cuando en cuando.
En la bajada sufrimos con la nieve cada vez más incómoda: lo justo para fastidiar una rodilla. Nos cruzamos con un grupo que subía por la normal, los únicos que vimos en el día, no especialmente bien equipados: bastones de esquiar sin crampones ni piolets.
Todo el día hubo muchísima humedad, la nieve en
condiciones bastante guarras, y como no enfríe pronto, va a durar poco. Eso sí,
caso de que hiele un par de noches, con el grado de humedad que tiene, se puede
poner como el hormigón. Esperemos que suceda y podamos seguir pinchando.
En cualquier caso, lo pasamos bien.
10 km y 1.200 metros desnivel aproximadamente
Gijón 7:15 h
Torrebarrio 9:00 h
Pie de vía 10:30 h
Cumbre 13:30 h
Torrebarrio 15:30 h
Gijón 17:00 h
No hay comentarios:
Publicar un comentario