LA MONTAÑA COMO PASIÓN, COMO ESCENARIO INFINITO SOBRE EL QUE DISFRUTAR INTENSAMENTE DE LA VIDA,
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sábado, 27 de septiembre de 2025

Atxarte bizirik a la Torre Arenera

Sábado 13 septiembre 2025
Antonio Suárez Ramón
Segunda Torre Arenera (2.400 m) “Atxarte bizirik” (190 m, 6a+)


Más de treinta años viniendo por aquí, uno ha visto cambiar bastantes cosas en los Picos. Hoy por primera vez hemos contratado un taxi. Tiempos modernos.

Las experiencias de los últimos veranos y los testimonios de los amigos nos lo dejaron claro: por ahora y hasta que la cosa afloje, no es nada fácil coger sitio para aparcar en Pandébano.

A las 5 y media de la mañana salimos de Gijón. 7 aparcados en Sotres organizando las mochilas. 7 y cuarto montamos en la furgoneta que nos subirá hasta Pandébano con una buena tarifa. Manda huevos.


La subida a Vega Urriellu nos lleva algo menos de dos horas, vamos tranquilos. 

En la Oeste dos cordadas en la Murciana y una en la Leiva. Nosotros hoy venimos con otras paredes en mente.

Después de saludar a Tomás, a quien hacía ya unos años que no veía y que sigue como siempre, arrancamos hacia la Corona del Raso. Poca gente por ahora. 


El día está fresco, a ratos metidos en nube y con viento casi todo el tiempo. Vamos a vertiente Este y probablemente estemos protegidos de este último. Las nubes levantarán con el sol.

En una hora más estamos ya en el pie de vía, cercano a la Horcada Arenera. Por encima de nosotros se levanta la pared Este de la Segunda Torre, con muy buena pinta.

Hay varias vías y no conocemos ninguna. Veníamos comentando de entrar a “Gurea” o directamente a “Atxarte Bizirik”. Ambas tienen la misma firma de apertura: Koldo Orbegozo y el gran Pedro Udaondo. La primera es más fácil, pero como desde la segunda reunión de la “Atxarte” podríamos cambiarnos bien de vía, decidimos darle un tiento a esta segunda, que es más difícil pero hemos leído buenas referencias (tampoco hay muchas, la verdad) a ver qué tal lo vemos.

Sorteamos el arranque y me toca a mí.  

Primer largo: IV+, 55 m (las guías marcan 40 m, no sé qué hice yo, pero necesité unos cuantos más).

Salgo para arriba a la derecha del nicho característico. La roca es buena. Por encima de este localizo un clavo viejo (no en balde es de Udaondo, esta vez sin coñas). Desde el clavo creo que tengo que ir a derecha, pero lo veo tieso y dudo, luego miro a izquierda. El croquis parece indicar más por la derecha, pero como no lo veo claro, tiro de frente. La roca es buena y el grado amable. Me deja levantar sin mayor complicación. Cuando ya estoy alcanzando la característica vira diagonal que corta la pared, diviso la reunión a mi derecha. Hago una travesía compacta y me anclo a los dos parabolts. Está claro que he ido por una variante más a la izquierda de lo debido.


El largo tiene buena roca y en teoría dos clavos de los que yo solo vi el primero.

Toni se une conmigo al poco rato y ya va pensando en el siguiente largo.

Por encima de nosotros vemos arrancar una fisura tiesa y en su comienzo un parabolt: es la vía de los Maquis, de los mismos aperturistas.

Segundo largo: V+, 20 m

Antonio recorre los primeros metros hasta alcanzar dos clavos muy juntos que claramente aseguran el paso clave del largo. Es una pequeña panza de roca fea, estallada. Antes de salir del paso coloca el camalot del 0.5 que queda muy bien. 


El paso no es difícil pero es cierto que la roca da un poco de mal rollo en ese punto. Una vez superado se continúa unos metros por terreno mucho más sencillo hasta una reunión de un parabolt solitario, a reforzar con friends sin problema. Cuando paso yo de segundo lo confirmo: el paso es apretón, y la roca del mismo fea. Nos juntamos, miramos para arriba y no dudamos en continuar: me pasa el material para la tercera tirada. Desde aquí sería muy sencillo pasarnos a la “Gurea”, pero vamos a probar a ver.

Tercer largo: 6a+/V+ obligado, 30 m (mi propuesta de grado es 6b/+ o A0/6a obligado).


Arranca el largo con un tramo de diedro de unos diez metros, poco marcado y de roca mosqueante. En su comienzo hay un buen clavo y permite añadir seguros flotantes. Hay que tirar con tiento, mirar de qué te coges y qué pisas. Estoy viendo no muy lejos el parabolt del paso; llego a él sin ningún problema y lo mosquetoneo bien. Me pongo a mirar los movimientos a continuación: hay un tramo tieso, listo de manos, sin cantos y con pies apenas perceptibles. 


El parabolt tiene un cordino amarillo de unos cuarenta centímetros, ya algo ajado del tiempo, y que nada más observar lo que tengo por encima concluyo que se usa para hacer un paso de estribo al pie izquierdo que permita alcanzar las regletas que dejan seguir el largo. No tengo ninguna duda de que ese paso no es 6a+. Haciendo el paso de estribo alcanzo bien unas leves presas que, colocando el pie derecho en adherencia me dejan circular hacia la derecha e ir cogiendo mejores cantos y remontarme ya sobre buenas presas hacia un nuevo tramo de diedro poco marcado. Aquí vuelvo a asegurar con un allien y prosigo el resto del largo sobre muy buena roca. En el tramo final encuentro un segundo clavo.

El largo es realmente bonito a pesar del tramo de roca dudosa del comienzo, y sin duda está muy bien abierto (distinto es que esté de acuerdo con la graduación propuesta).


Cuarto largo: 6a/V+ obligado, 35 m (mi propuesta de grado es 6a+/6a obligado)

Antonio no lo tiene del todo claro, pero agarra el material y sale a por ello. Hay un primer tramo compacto hacia la derecha, que permite colocar un friend pequeño antes de levantarte sobre lomos poco marcados en una caliza excepcional hasta el primer parabolt, a unos ocho metros de la reunión. En este punto se repite la tónica: movimientos poco evidentes sobre presas romas y laterales, apoyos de pies de confianza sobre roca de una adherencia buenísima. Exige creer en los pies porque de manos no vas apenas cogido y moverse a los lados buscando la secuencia. Desde luego no es cuestión de fuerza sino de técnica. Alcanzado el segundo parabolt hay que repetir estilo, y para llegar hasta el tercero lo mismo.  


Por encima del tercer parabolt hay que cogerse a una laja que da mal rollo: es un puzle de piezas apoyadas entre sí, que suenan a hueco, y que parece que puedes arrancar en cualquier momento. Una pena este pequeño tramo. Después de esto es estirar metros sobre roca excelente de nuevo hasta la reunión.


El largo está muy bien abierto, los seguros están donde se necesitan, obligando a escalar pero sin pasar miedo. Realmente bueno.

Quinto largo: V+, 40 m, largo *****


Me toca a mí. El largo comienza casi horizontal hacia la izquierda, a por un parabolt poco por encima de la reunión. Para llegar a este antes coloco un puente de roca pequeño y luego destrepo un poco para cruzar más abajo. 


En la vertical del parabolt comienza el festival de canalizos. Chapo y me voy levantando, agarrando dos canalizos en los que voy empotrando pies. Tienen buen canto y los Friends quedan muy bien, pero hay que mirar dónde colocarlos y dosificar las tallas para no quedar sin ellos. 


Es atlético por unos metros, luego suaviza el ángulo y estira hasta un nuevo parabolt. Se repite la historia: se pone más tieso, aseguras los canalizos más verticales y vuelve a aflojar. 


En este caso llego a un puente de roca equipado con un cordino viejo (las guías hablan de un clavo pero yo no lo vi). Por encima del puente unos metros más de canalizos atómicos y llego a la reunión.  


Solo por este largo ya se justifica la visita, la aproximación de tres horas, los tramos de roca dudosa y el A0 de antes: Es realmente uno de esos largos de escalada en los Picos que se te quedan en la memoria. ¡una auténtica maravilla!

Sexto largo: V, 25 m


Toni sale por un primer tramo de canalizos finos y tumbados a encontrar la panza en la que se concentran las dificultades. Tiene un clavo asegurando el paso y la roca del mismo vuelve a ser algo desagradable de coger. Superado el paso y apenas unos metros por encima alcanza la arista muy cerca de la cumbre.


Una vez juntos en la cima miramos la hora: las dos, nos ha llevado unas tres horas y cuarto la escalada. Estamos muy satisfechos y decididos a repetir zona: estás tranquilo, las vistas son inmejorables, y tenemos varias vías apuntadas con buenas referencias.

Las vistas hacia Torrecerredo, Cabrones, Dobresengos, la Peña Santa asomando afilada por detrás...





En el camino de vuelta hacia Vega Urriellu nos encontramos con José del Pozo, que sube solo a dormir a Cabrones, ¡qué encuentro más prestoso!



La bajada hasta Pandébano la hacemos con calma, yo voy reviviendo los momentos de escalada vividos. Muy contentos. 



Cerveza en Ortiguero y a casa a una hora razonable para tomar algo con la jefa. Perfecto.

Gijón 5:30 h
Sotres 7:00 h
Inicio aproximación 7:30 h
Vega Urriellu 9:30 h
Pie de vía 10:30 h
Inicio escalada 10:45 h
Cumbre 14:00 h
Vega Urriellu 15:30 h
Pandébano 17:30 h

Material: 12 cintas, juego de Friends hasta el 3 (0.75, 1 y 2 repetidos), juego fisureros.

Referencias de guía; para mí la mejor de las tres consultadas es sin duda la de "Escalada libre en el Macizo Central de los Picos de Europa", de Juan Luis Guilluy y Alberto Boza. Con el croquis y descripción de Adrados, o los de la guía de Miguel y Cholo vas mucho más vendido. Y con todas ellas discrepo de los grados en varios largos.

Con Toni, otra más 

Enhorabuena a Koldo Orbegozo y al gran Pedro Udaondo. Excelente visión, una vía muy bien abierta y un regalo a los que venimos a repetirla.



lunes, 22 de septiembre de 2025

Lagos de Covadonga con la flaca

Jueves 11 septiembre 2025
Solo
Cuevas de Mar-Lagos de Covadonga-Cuevas de Mar


Llevaba muchos años pensándolo. Yo hago bicicleta de montaña desde siempre, y me encanta, pero intuía que si probaba la de carretera también me iba a gustar. Finalmente el año pasado me decidí a probar: me compré una de segunda mano y empecé a salir con ella. Ahora mismo resulta que ya salgo mucho más con la de carretera que con la de montaña. Me encanta la sensación y el tipo de esfuerzo. Además coincide que los alrededores de mi casa son simplemente perfectos para el ciclismo: multitud de carreteras secundarias muy tranquilas. Eso sí, casi siempre en cuesta.

Festivo en el curro. Predicción meteorológica dudosa. Sin compañero disponible.
Miro el resumen que me había pasado días atrás Pepe Moriyón y decido probar suerte.
El cielo está gris amenazante cuando arranco de la playa. Mi coche es el único aparcado.



La subida del primer puerto, el Collado del Torno, tiene tres zonas diferenciadas; un primer tramo de subida más o menos intensa desde Nueva. Luego un tramo llano por el medio muy guapo. Y un segundo tramo de subida desde Llamigu. Me llueve fino por momentos, pero la temperatura es buena para ciclar y no molesta apenas.
Sube-baja hasta el Collado Zardón pasando por el medio por el pueblo de Rinsena, la collada Igena y el pueblo del mismo nombre. Desde el collado hay bajada continua hasta Corao. Se me ha hecho bastante largo este tramo. Son 26 kilómetros pero muy laboriosos; 706 metros positivos. 
Parada en Soto de Cangas a tomar un café. El cielo sigue cambiante. Arranco hacia Covadonga con respeto (no religioso, sino por la cuesta!). En este tramo convivo con bastante tráfico de coches y autobuses, y algunas bicicletas también. 
Llego a la barrera de Covadonga y la supero motivado: ¡a por el puerto!. Miro la hora por control. Y empieza la subida.
Dosifico esfuerzos y reservo piñones. Esta es una combinación complicada pero necesaria, sobre todo para la cabeza. No apretar demasiado los pedales, pero no gastar los piñones más grandes...
Se suceden las curvas de bosque, algunos repechos de hasta el 13% antes de entrar en la Huesera. Una vez en este tramo está el punto más duro del puerto, es un 16%. Voy pasando algunos ciclistas. Varios de ellos guiris. Pero sigo pensando en guardar. Me queda mucho día que pedalear aún...
Mirador de la Reina y a por las últimas curvas.
Corono el collado con el lago Enol a la vista. Miro la hora, me ha llevado 1 hora y 5 minutos desde la barrera en Covadonga. 
Me relajo y sigo hasta el parking del Ercina. Aquí nada más parar y tirar un par de fotos empieza a llover. 


Me deleito observando a los especímenes de turistas que por aquí se mueven torpes, sin atreverse a pisar prado... me pongo el chubasquero mientras como una barrita y arranco inmediatamente para abajo. No se vaya a poner feo de verdad el día...
La nube nos envuelve los primeros kilómetros, pero en cuanto pierdo un poco de altura escampa e incluso sale el sol. 





Disfruto la bajada controlando la velocidad; hay bastante tráfico y es muy estrecho.
Desde Covandonga, rodando ligero me llego de nuevo a Soto de Cangas donde paro en el mismo bar a tomar un pincho de pollo y una cocacola para afrontar las nuevas subidas que tengo por delante. 





Corao a Collado Zardón, Igena, Rinsena, Collado del Torno. Se me ha hecho bien duro este último tramo. Eso sí, las vistas espectaculares. Aprovecho para parar y sacar algunas fotos que a la ida no hice. Además así descanso. 

Collada Igena



Vistas a Rinsena





Desde aquí ya todo en bajada, Llamigu, Nueva de Llanes y finalmente la playa de Cuevas de Mar. Me pongo el chubasquero de nuevo ahora.




Al llegar al coche arranca a llover con intensidad. Mientras tras me cambio y como un bocata pienso en que he tenido mucha suerte con el tiempo...
Me voy para casa encantado con el paseo ya pensando en la siguiente a probar.
Gran día de ciclismo con la flaca. 





Cuevas de Mar 0 m
Collado del Torno 534 m, lluvia
Rinsena 390 m
Collada Igena 460 m
Puente el Caleyo 200 m
Collado Zardón 297 m
Corao 100 m
Soto Cangas 100 m, café a la ida
Covadonga 200 m
Lago Enol 1118 m
Lago Ercina 1130 m, lluvia
Y vuelta por el mismo recorrido.

Total 93 km, 2386 m positivos, 5 horas 42 min totales, 5 horas 17 minutos en movimiento 

Encantado.





miércoles, 17 de septiembre de 2025

Primera invernal solitaria al Cerro Torre

Alguien tenía que ser el primero en lograrlo, y en este caso ha sido claramente uno que se lo merecía y que se lo ha ganado a pulso.

Primera invernal solitaria al Cerro Torre


Colin Haley es sin duda uno de los mejores alpinistas solitarios de la historia.

La lectura completa de su relato y de sus intentos previos ya me deja agotado desde el sofá de casa... Menuda odisea.

lunes, 15 de septiembre de 2025

Pura Vida. Naturaleza exuberante de Costa Rica

Costa Rica, naturaleza salvaje

Agosto 2025. Con Paula, Javi y Jimena


Los niños crecen y el tiempo pasa rápido. Con motivo de un aniversario significado, decidimos hacer un viaje familiar especial. La lista de posibles destinos era larga y variada. Después de bastantes debates nos decidimos por Costa Rica.  

Nuestro viaje es un paquete contratado, pero con bastante libertad. Vamos a visitar cuatro parques Nacionales: dos de costa y dos de montaña. Salvo el primero, nos moveremos a nuestro aire y haremos las visitas que nos apetezcan. Solo llevamos cerrados los hoteles y el coche de alquiler.



Tras el largo vuelo transoceánico, llegamos a la capital al atardecer. Al día siguiente salimos en autobús hacia la costa caribeña. En el trayecto atravesamos las montañas centrales del país: Costa Rica es muy montañoso, especialmente en el centro, con multitud de volcanes tanto activos como apagados, de hasta 3.800 metros de altura. Las carreteras que cruzan las montañas son estrechas y con bastante tráfico. El paisaje es exuberante. Más abajo, en los valles se abre la perspectiva. Plantaciones de banano, de palma, bosques desbordantes. Moisés, nuestro guía nos va explicando en detalle lo que nos rodea. Hacemos breves paradas para avistar perezosos sin bajar del autobús. La comida es excelente. La gente muy amable. Nos embarcamos en unas lanchas para realizar el último tramo, unas dos horas, hasta nuestro primer destino.

Parque Nacional de Tortuguero. Caribe.

Pasamos dos días en esta unión de la selva y la salvaje costa caribeña. Apenas hay pueblos, no hay carreteras. Canales anchos y recovecos. Enormes árboles y mucha fauna.

Moisés explicando 

El hotel es un complejo de cabañas de madera integrado en un bosque selvático junto a la playa. En nuestros paseos amanecer por la playa vemos lo que parecen las huellas de pequeñas excavadoras en dirección al agua: son las huellas de las entradas y salidas de las tortugas a poner los huevos durante la noche.  

Las huellas de la tortuga de vuelta al mar


Estos días hacemos recorridos guiados de navegación tranquila en lancha por los canales en los que vemos cantidad de animales: tucanes, iguanas, lagartos, cocodrilos, guacamayas, caimanes… También caminando por los alrededores y hasta en los propios jardines del mismo hotel vemos cantidad de animales: colibríes, mapaches, perezosos, monos aulladores, mariposas azules, garzas tigre, etc. Increíble.  






Al amanecer, en los mismos jardines del hotel, prismáticos en mano, disfrutamos del avistamiento de aves. Varios guías están a la vez haciendo lo mismo, por su mero placer personal. Nos indican los tucanes, guacamayas, colibríes…

Relax en las piscinas solo alteradas por la aparición de las iguanas, los perezosos, o los mapaches… Por la tarde hacemos una visita al pueblo, gente amable, tranquila.



Tras una charla previa de explicación de las condiciones y restricciones, en la segunda noche, asistimos al desove de la tortuga verde: animales enormes de más de 250 kilos.

Vamos todos vestidos de negro, en grupos limitados, con guías controlando los listados de gente, coordinadores dando paso y sacando a loa grupos para preservar la tranquilidad de las tortugas, solo una linterna roja que lleva el guía. Durante unas dos horas asistimos en directo a la construcción del nido, a la puesta de huevos, al regreso de vuelta al mar…  de esra experiencia increíble solo nos quedan los recuerdos; no hay fotos.

Al día siguiente salimos en barco del parque. En el punto de encuentro almorzamos y el grupo se separa entre la gente que continúa en autobús y otros muchos que nos vamos por nuestra cuenta en coche de alquiler, cada uno con destinos diferentes. Nosotros salimos hacia el segundo parque que vamos a visitar: el del volcán Arenal.

Parque Nacional Volcán Arenal. Montaña central.

Nuestro hotel está en mitad del campo, lejos del pueblo de La Fortuna, capital de la comarca. Esa tarde conducimos para ir a cenar al pueblo. Las carreteras son estrechas y hay tráfico, pero se conduce despacio y seguro. Después de un paseo de exploración por las calles, nos decidimos por uno de los muchos restaurantes: cena típica local sabrosa.

Por la mañana temprano nos vamos a hacer la visita de la espectacular catarata La Fortuna. Llegamos a la entrada del parque y apenas hay nadie. Tras un paseo tranquilo y unas escaleras en bajada llegamos a la enorme cascada, unos sesenta metros de altura y con un caudal tremendo. El poder de la naturaleza impresiona, después de disfrutar un rato del espectáculo, nos pegamos un buen baño.


Después de la catarata nos vamos a dar un paseo dentro del parque nacional. El acceso, previo pago de la entrada, es por las faldas del volcán. Aquí tampoco hay apenas gente. El volcán tiene una prominencia tremenda. Las coladas de lava bajan desde la afilada cumbre. 



Elegimos uno de los varios senderos marcados y bien señalizados. La cima del volcán solo se muestra a ratos, cuando la nube se deshace. En el paseo circular vemos árboles espectaculares, vistas al lago además del volcán y algunos animales (un descarado coatí en el aparcamiento). Una pasada.


Debido a la presencia del volcán, los ríos vecinos tienen zonas con aguas termales. Después de la caminata nos vamos a dar un baño. Se ofertan baños en algunas en áreas privadas, pero nosotros nos vamos a una zona libre que visitan los Ticos (los locales), se llama Chollín. El agua está a unos cuarenta grados, y buscando la posición cómoda en las pozas, evitando la fuerte corriente, te puedes relajar y disfrutar.

Cenamos en el pueblo de nuevo. Al día siguiente nos vamos hacia el siguiente destino.

Parque Nacional Bosque Nuboso de Monteverde.


El viaje es un variado trayecto de unas cuatro horas, primero rodeando el lago Arenal, después por carreteras de montaña y a tramos por pistas de tierra, con paisajes cambiantes. Muchas señales de tráfico anunciando la presencia de animales (iguanas, monos, coatíes, tortugas…) son justificadas: a veces tienes que detener el coche por la presencia de algunos de ellos. Cruzamos zonas de montaña, collados, donde el bosque se abre y el paisaje nos recuerda a Asturias. Luego vamos subiendo de nuevo y metiéndonos en valles donde domina el bosque nuboso. Al llegar al pueblo de destino estamos a unos 1500 metros de altura.

Estamos envueltos en nubes, por algo se llama bosque nuboso. Tras registrarnos en el hotel y dar una vuelta por el pueblo (muy pequeño), nos vamos a hacer una visita a una plantación de café y cacao. Realmente muy interesante y amena, vamos pasando por los distintos procesos, zonas y fases. Muy bien explicado tanto para mayores como para niños. Merece la pena. Nos vamos muy contentos.


Esa tarde el cielo descarga agua en abundancia. Tenemos que poner los chubasqueros. Cena en el pueblo.

Al día siguiente cambiamos de palo: otra de las cosas típicas que se ofertan en muchos sitios del país son las actividades de aventura en la naturaleza: desde el rafting, el kayak, los puentes colgantes y las tirolinas sobre el bosque. Nos decantamos por estas últimas (Selvatura). Por la mañana bien temprano, antes de las ocho, ya estamos ataviados con arneses, cascos y chubasqueros (llueve ligeramente). 


El personal es muy profesional. Hacemos un recorrido muy divertido de trece tirolinas atravesando el bosque: unas más largas y rápidas que otras, primero las más tranquilas. La última mide casi kilómetro y medio. Una pasada.


Esa tarde accedemos al parque nacional, pagando la entrada correspondiente. Nos vamos a hacer una nueva marcha por el parque del Bosque Nuboso. Hay unos cuantos caminos señalizados, recorriendo distintas zonas, con árboles enormes, miradores, arroyos, puentes colgantes, etc. 


Al terminar, en su entrada hay una zona donde tienen unos comederos especiales y podemos observar gran variedad de colibríes de distintos tamaños y colores. Es una maravilla poder observarlos tan de cerca.

Parque Nacional Manuel Antonio. Costa del océano Pacífico.

Nuestro último destino. Para llegar tenemos un viaje de unas cuatro horas. El trayecto circula primero por carreteras de montaña, con algún tramo de pistas de tierra. Cruzamos diminutos pueblos donde nos llaman la atención las pequeñas escuelas, los pintorescos cementerios, las plantaciones, la integración total en la naturaleza. Se ven vidas sencillas pero las caras de la gente son de felicidad. Luego seguimos bajando por carreteras más principales llegando ya hacia la costa. Cruzamos el famoso puente del río Tárcoles, donde simplemente asomándote puedes observar grupos de enormes cocodrilos en las aguas de color chocolate o en las orillas.


Avistada la espectacular costa pacífica, acantilados, enormes playas, paramos en un mirador a las afueras de Jacó, donde bajamos a tocar el agua. En la bajada, unas escandalosas guacamayas nos tiran las cáscaras de los frutos que se están zampando: este es el motivo de tanta fauna, el clima hace que la abundancia de frutos esté por todas partes y de manera permanente. Observamos Playa Hermosa con sus olas y sus spots de surfing. 


Seguimos trayecto en la parte final rodeados de plantaciones de palma, de banano, paisajes cambiantes. Llegamos Manuel Antonio a medio día, a tiempo para disfrutar de la playa. Javi ya entra a coger olas un buen rato.  

Esa tarde cae una tremenda tormenta tropical, que aumenta el caudal de los ríos un montón, la temperatura es igualmente agradable, desde el hotel escuchamos los cantos de los pájaros y los monos aulladores.


El día siguiente, después de tanto trajín, lo dedicamos al clásico relax playero, surfing para Javi, por la tarde cócteles para los padres, sabrosa gastronomía local… Vacaciones.  

Un día más, madrugamos y nos vamos de visita al Parque nacional Manuel Antonio. Nuestro hotel está en su misma puerta, así que a las ocho y caminando 50 metros ya estamos entrando. En el control de acceso se revisan las mochilas de la gente para que no se entre con botellas desechables ni otras cosas susceptibles de ser tiradas por ahí. Paseo por distintos caminos señalados, con visitas a playas y miradores dentro del parque. Hace mucho calor y humedad hoy. Vemos animales variados. Los monos capuchinos son especialmente numerosos y descarados. Baños en las playas.  

Esa tarde, ya fuera del parque, volvemos a la enorme playa de Espadilla. Paseos kilométricos, baños con cuidado (hoy hay mucha mar), surfing para Javi (hoy rompe una tabla, sale, e inmediatamente coge otra y vuelve a entrar…). Relax familiar.


Ultimo día, hoy ya nos vamos. Paula y yo madrugamos y aprovechamos para dar un paseo solitario por la playa al amanecer. Baño de despedida. Imágenes que se nos quedarán grabadas. Largo viaje de vuelta y regreso a la rutina, pero con esta gran experiencia familiar. 

 




Costa Rica. Espectacular país para disfrutar de la naturaleza. Es seguro, cómodo, con comida interesante. Es caro en general: los precios parecen orientados a los estadounidenses. Los parques nacionales están cuidados al extremo. La gente es amabilísima y orgullosa de su país y su patrimonio. Totalmente recomendable.

Pura vida