LA MONTAÑA COMO PASIÓN, COMO ESCENARIO INFINITO SOBRE EL QUE DISFRUTAR INTENSAMENTE DE LA VIDA,
DONDE ESCALAR, ESQUIAR, PEDALEAR, CORRER, CAMINAR...
DONDE LOS AMIGOS, EL ESTILO Y LAS FORMAS CUENTAN, Y MUCHO

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Guarreando en el elixir

Sábado 20 Diciembre 2014
Pablo Luque
Peña Ubiña (2.417 m) “Elixir de la suerte” (III, 2+, 50º, 550 m)


Pues sí, eso fue lo que pasó, por contradictorio que pueda sonar.
Para allí nos fuimos en busca del elixir (no de la vía en concreto, sino del concepto), y en mitad de la nube lo encontramos, aunque hecho una guarrada. Y entonces guarreamos, y nos lo pasamos fenomenal.
La previsión de la meteo no era buena (llevamos semanas así), pero las ganas de salir y las restricciones de agenda me hicieron buscar compañero para el sábado. Pablo, igual que yo, quería ir de monte aunque fuera a caminar. Dudamos entre tirar a Picos o a Ubiña, decidiéndonos al final por esta última. Con dudas respecto a la previsión y sin referencias de la calidad de la nieve, al menos en Ubiña las aproximaciones son mucho más cortas.
Mientras nos preparábamos en Torrebarrio, la nube meona nos mojaba bastante. La temperatura era alta, 3 grados: yo salí con la chupa encima de una camiseta térmica, y con el pantalón de gore puesto (que no pongo casi nunca). El día ya pintaba guarrete.


La intención era intentar hacer la “Lotus”, una vía nueva para los dos, pero nos temíamos que no tuviera nieve suficiente. Cuando alcanzamos la curva de la pista en la que hay que decidir, una visión parcial del monte nos confirmó lo que ya pensábamos: la parte inicial de la “Lotus” estaba totalmente en roca. Decidimos dejarla para cuando esté en condiciones de disfrutarla, y seguir hacia la Norte confiando que allí hubiera más nieve.


Charlando remontamos el hombro que conduce a la Aguja. Allí, cuando la nieve ya dominaba y a ratos parecía más dura, paramos a poner el arnés y los crampones. La temperatura seguía alta (hasta aquí vinimos los dos sin guantes) y la nube seguía metida: no veíamos apenas nada. Después de comer algo, y prepararnos, salimos para arriba ahora sí ya con guantes (y con las manos como tablas, los dos también).
Con las condiciones reinantes, la “Elixir de la suerte” parecía la mejor opción: es una vía que va buscando rampas de nieve, no tiene resaltes grandes y además los dos la habíamos hecho varias veces, así que la conocíamos. No obstante, los dos también nos habíamos tenido que dar la vuelta en ella alguna vez, cuando la nieve no daba buena sensación: las palas son tumbadas, pero cuando está inestable puede marchar todo. Hoy creíamos que no iba a ser así.


Los primeros tres largos del croquis son los más delicados, hoy los hicimos sin cuerda. Luego, en cambio, cuando tocaba la primera de las diagonales de transición entre canales, la nieve dudosa nos hizo encordarnos. Mientras aseguro a Pablo debajo de unos desplomes se me empapa la chaqueta con el goteo constante.


A partir de aquí fuimos estirando largos a tope de cuerda, ensamblando tramos, aprovechando para practicar metiendo algún clavo (pocos meto yo al año…), incluso pichando algo de hielo en un resaltillo que no recordábamos de otras veces. El terreno es tumbado y no obliga a seguir un itinerario concreto, así que vamos bailando de canal en canal y buscando las rocas para colocar seguros de cuando en cuando.




Cuando ya estábamos saliendo a la arista, la nube abrió y dejó que nos diera un poco el sol. Fueron apenas unos minutos y se volvió a cerrar. Recogido el material, dejamos las mochilas y caminamos los pocos metros que nos separaban de la cumbre.




En la bajada sufrimos con la nieve cada vez más incómoda: lo justo para fastidiar una rodilla. Nos cruzamos con un grupo que subía por la normal, los únicos que vimos en el día, no especialmente bien equipados: bastones de esquiar sin crampones ni piolets.



Todo el día hubo muchísima humedad, la nieve en condiciones bastante guarras, y como no enfríe pronto, va a durar poco. Eso sí, caso de que hiele un par de noches, con el grado de humedad que tiene, se puede poner como el hormigón. Esperemos que suceda y podamos seguir pinchando.
En cualquier caso, lo pasamos bien.

10 km y 1.200 metros desnivel aproximadamente

Gijón 7:15 h
Torrebarrio 9:00 h
Pie de vía 10:30 h
Cumbre 13:30 h
Torrebarrio 15:30 h
Gijón 17:00 h

No hay comentarios:

Publicar un comentario