LA MONTAÑA COMO PASIÓN, COMO ESCENARIO INFINITO SOBRE EL QUE DISFRUTAR INTENSAMENTE DE LA VIDA,
DONDE ESCALAR, ESQUIAR, PEDALEAR, CORRER, CAMINAR...
DONDE LOS AMIGOS, EL ESTILO Y LAS FORMAS CUENTAN, Y MUCHO
Mostrando entradas con la etiqueta Cellón. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cellón. Mostrar todas las entradas

lunes, 23 de diciembre de 2024

Entrenamiento matutino en el Cellón

Sábado 14 diciembre 2024

Solo, Cellón desde Pajares.

No contaba con ello, pero surgió la oportunidad y la aproveché.

Dejo a la niña a las nueve y media en su colegio para ayudar en la Operación Kilo de Navidad; tengo hasta las dos libre cuando he de pasar a recogerla, así que subo a casa cojo los aperos y tiro hacia Pajares.

Por el camino hablo con Carlos y Cris que suben también, aunque finalmente tiran al Tresconcejos.  Ruben está por San Isidro hoy. No me gusta mucho ir solo con esquíes, pero imagino que al Cellón tendré compañía. 

Aparco en el puerto y sin demora me calzo, cojo las tablas y me salgo a la nieve. 

Son las once menos cuarto cuando empiezo a deslizar las tablas. Me marco como objetivo estar de vuelta en el coche a la una máximo.  Tengo dos horas y cuarto para subir y bajar, a ver hasta dónde llego...


El cielo está raro. Hay una capa de nube negra pero a lo lejos y por debajo de ella se ve sol... En mi montaña la nube envuelve la parte alta. No hay problema, subiendo por la llomba cumbrera y pegado a la alambrada no tiene pérdida. 

Hay bastante gente por la zona. Con esquíes, con raquetas y también a pie sin añadidos. Voy buscando mi ritmo, adelantando a algunos, y recortando distancia a otros. 

La nieve para subir va bien, ya veremos luego bajando. En una pala algo más empinada paro y coloco las cuchillas. En cuanto libro de ángulo las quito de nuevo. La subida es irregular y alterna lomas con algunos llanos y hasta pequeñas bajadas. Sigo pasando gente. 

Todos comentamos que a ver si abre el cielo porque el sol se intuye a través de la nube, pero hay momentos en que apenas se ve más allá de unos cincuenta metros...

Voy controlando el reloj.  Viendo el estado de la nieve y con los comentarios de algunos esquiadores que ya vienen de bajada creo que me va a llevar tiempo, así que me he marcado hora límite las doce para dar la vuelta. 

Sigo apretando pero con esfuerzo controlado, me encuentro bien. Adelanto ahora a un grupo de cuatro con equipación algo racing... como los coja uno que corra de verdad les arranca las pegatinas. 

Poco después de esto, en mitad de la nube y sin ver a más de diez metros, decido llegar hasta un punto que parece un poste con nieve adherida por el norte y ahí mirar la hora: cuando lo alcanzo veo que es el vértice geodésico!  Miro la hora: las doce en punto. Perfecto.


Cierro botas, quito pieles y arranco para abajo con cuidado.

Nieve venteada, con muchos relieves que te hacen rebotar. En tramos más lisos te acanala y me resulta hasta peor... Nada, está claro que hoy no va a ser para mí una esquiada fácil ni disfrutona (de bajada, porque de subida sí lo ha sido). Lástima porque la tarde anterior lo gozamos en Celleros...

El cielo ha abierto un poco y por momentos tenemos vistas.

A ratos tengo que remontar lomas, hasta me quito las tablas y también llego a poner de vuelta las pieles... bueno, todo es práctica. 

Comento las condiciones con la gente que me voy cruzando. Hay que tener cuidado porque la verdad es que, como ya me habían dicho antes a mí, así las cosas es fácil hacerse daño. Por otra parte hay que intentar disfrutar de la nieve, cada año más efímera por estas latitudes.

Las palas finales sí me dejan hacer algunos giros más relajados, pero poca cosa. 

En la zona más baja cerca ya del parking hay un montón de gente jugando con los críos. Llego al coche. La una. Perfecto. Me cambio y arranco para casa. Llego a tiempo y con las piernas más suaves...

Objetivo cumplido. Buen entrenamiento. Unos 5 km para cada lado y 650 metros positivos y negativos. Lástima la bajada.

Para casa encantado. 

Gijon 9:40 h

Puerto Pajares 10: 40 h

Inicio foqueo (1.385 m) 10:45 h

Cumbre Cellón (2.029 m) 12:00 h

Puerto Pajares (1.385 m) 13:00 h

Gijón 14:00 h

jueves, 7 de marzo de 2024

Una cerveza cara

Viernes tarde. 1 de marzo 2024. Nando
En medio del invierno, intentamos hacer lo que tantas veces: aprovechar la tarde del viernes para esquiar un rato. Foquear hasta donde nos dé tiempo y después pegar unos giros apurando la luz. Aprovechar la tarde.
Al llegar al puerto observamos que a pesar de las recientes nevadas, el aspecto de las montañas es muy irregular. Se ven zonas totalmente peladas por encima de otras bien cubiertas. Ha debido de nevar con mucho viento. La temperatura y el cielo no tiene tampoco buena pinta. Salimos con poco convencimiento desde el puerto hacia el Cellón. Las torres de tendido eléctrico y el solitario aerogenerador que han plantado recientemente afean el comienzo, pero una vez superados ya estamos en paisaje de montaña.
El cielo amenaza con empezar a nevar (o lo que es peor, llover) en cualquier momento, así que ya vamos resignados a ir hasta donde se pueda sin objetivo concreto. Remontamos las primeras lomas observando por dónde subir y por dónde bajar más tarde, evitando las zonas peladas. La nieve nos da buena sensación, aunque está claramente húmeda, serán las ganas.
Antes de lo que nos gustaría tenemos que dar por terminada la subida. Por dos factores: por un lado estamos entrando en la cota de la nube y empieza a nevar, con lo que la visibilidad se reduce. Por otro lado y lo que es peor, se corta la continuidad de nieve en los tramos superiores y tendríamos que quitar tablas tanto para seguir subiendo como para bajar después...
Resignados a dejarlo antes de lo previsto, en un collado aún antes de mitad de la subida nos quitamos las pieles, apretamos las botas, y salimos para abajo intentando disfrutar en la medida de lo posible.
Al poco rato ya estamos en el coche. Y al poco rato ya en El Ruchu, comentando con el paisano la malísima temporada de nieve, mientras nos tomamos una cerveza muy cara y muy poco merecida. No cara por lo que nos cobran, sino por subir a Pajares a tomarla con tan poco esquí... Con todo, como siempre, concluimos que nos merece la pena.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Y volvió el blanco por fin

Domingo 1 de Diciembre
Pajares, Cellón (2.029 m)
Cris, Raquel, Carlos y Nando

Después de un excelente verano y de un otoño bastante cálido y estable, uno ya tiene ganas de que la cosa cambie, de que empiece el frío y de sacar la ropa y los trastos de invierno. Unas ganas locas.
No sé qué tiene la nieve que transforma tanto el monte, cualquier loma que en verano ni siquiera mirarías, en cuanto está nevada parece que tiene atractivo propio.


Ya habían pasado unos días desde que cayera la primera nevada. Algunos de los que íbamos ya estaban en su tercera o cuarta esquiada de la temporada. Para mí era la primera.
Hoy el día estaba azul, la carga de nieve era abundante, la compañía excelente y se anticipaba una buena esquiada, como finalmente fue.




No por muy repetida pierde atractivo esta ascensión: estando en Pajares, es la cumbre de la Cordillera a la antes accedo desde casa. Tiene poca pérdida incluso con mal tiempo (aunque hace unos veinte años me perdí por aquí con uno muy alto...). Técnicamente y a nivel de volumen es ideal para empezar la temporada, aunque yo casi nunca esquío más de dos o tres veces; en cuanto la cosa está para crampones por algún lado prefiero dedicar mis salidas a intentar escalar algo. Además, con la nieve, las condiciones nunca son dos veces iguales. Hoy estaba casi perfecta y el viento jugando con la nube, que entraba y salía, aportó el extra de atractivo.


Detrás de Raquel, cerrando el grupo
El día estaba fresco, la nube amenazante, el viento recordándonos que todo podía cambiar en unos pocos minutos. Pero aguantó bien y pudimos hacer la cumbre (o la antecima mejor dicho) y luego disfrutar de una nieve buenísima. Tan buena era que hasta yo conseguía encandenar los giros.






Desde el coche salen unos seiscientos metros de desnivel aproximadamente. Noto la falta de forma y un chirrido desagradable, pero algunas cosas las hay que asumir como vienen.
La cerveza en el puerto sentados al pie de la chimenea no hizo más que completar una excelente jornada.
Ya está aquí, un año más, la añorada nieve.


jueves, 13 de diciembre de 2012

En la nube con esquíes

Sábado 8 diciembre 2012
Bene Santos
Pajares
El Cellón (2.029 m)
El Cuitu Negru (1.850 m)


Apenas tenemos visibilidad. De rodillas en el suelo, damos la espalda al lacerante viento norte. Con cuidado para evitar que nos arranque de las manos lo que vamos sacando de la mochila, intentamos abrigarnos. La chupa parece ser lo último que mis atontados dedos localizan, a pesar de no tener casi nada con lo que confundirme. Por fin, buscando la orientación en la que me favorece enhebrar las mangas, soy capaz de ponérmela: la sensación cambia sensiblemente. Intento tirar alguna foto con el teléfono, pero con guantes y con los dedos aturdidos todo es más complicado.


Es algo antes de las once. Hemos hecho la cumbre relativamente rápido, a pesar de venir charlando con las tablas en la mochila desde hace un buen rato (o precisamente por eso, no lo sé). La nieve está demasiado helada para subir con los esquíes, al menos para mí. Bene también estuvo de acuerdo en quitárnoslas cuando empezamos a perder seguridad. La costra helada soporta el peso, obligando incluso a dar buenas patadas. Si hubiera traído los crampones ya me los habría puesto. No sé cuándo se me ocurrió que no harían falta: nos esperábamos un paquete de nieve fresca de mucho más espesor, y desde luego no helada. Nunca sabes lo que te vas a encontrar, y los crampones son esenciales.



Cuando nos volvemos a poner las mochilas para emprender el descenso, las tablas hacen de vela, y nos tuercen hasta alcanzar un ángulo más cercano a la horizontal que a la vertical original. Las rachas son intensas. Una vez debajo de la arista, que está algo cornisada, la cosa cambia. Nos apretamos las botas, fijamos las ataduras y salimos para abajo, no sin antes esperar unos minutos a que la sangre se me abra paso por los capilares de las manos, recordándome el desagradable proceso.


Van a ser unos pocos giros: la nieve tiene propiedades cambiantes, pasando por zonas lisas muy heladas, otras bacheadas y otras más esquiables. Los disfrutamos igualmente. Pronto nos estamos quitando de nuevo los esquíes para el tramo de embudo empinado hasta coger la pista: sigue muy helado. Una vez en la pista nos encontramos a la primera pareja, comentamos la jugada. Luego cruzaremos a otros muchos, incluso grupos grandes. La pista, a pesar de los baches de las huellas, se baja rápida, y a las doce ya estamos de nuevo en la furgo: vamos a subir al Brañilín a hacer otra cumbre y estirar algo más la jornada.
La estación está abierta, pero la crisis se nota: aunque tenemos que dar una vuelta, encontramos una plaza para aparcar la furgo bastante arriba.


La intención era subir a Celleros, pero la nube sigue enganchada y la visibilidad muy limitada: optamos por el seguro Cuitu Negru. Paralelos a la silla parada, vamos remontando las cuestas. La nieve sigue muy dura y llegando arriba nos tenemos que quitar otra vez los esquíes. Coronamos, y después de volver a apretar las botas, nos tiramos por las pistas abajo, rodeados de un montón de gente que disfruta, aquí sí, de una nieve de calidad.
Hemos acumulado un desnivel modesto, poco más de mil metros, y una parte importante del mismo con las tablas en la mochila, aunque seguro servirá de entrenamiento.
Antes de las cuatro estaba en casa con la familia. Un buen día de montaña. Aunque no viéramos casi nada.
Compartir con Bene estos momentos, como siempre un placer.


Esta misma tarde termino el libro que estaba leyendo: "El sonido de la gravedad", de Joe Simpson. Muy bueno. Las primeras noventa páginas son simplemente tremendas: consigue transmitir una sensación de agobio que casi te hace tener un nudo en el estómago. Y por supuesto, hay algunas grietas de glaciar.


Al día siguiente, sol y cielo azul. Disfrutado con Paula y los niños en el parque de la Providencia de una  espectacular luz de invierno. 

Gijón 7:30 h
Arbás del Puerto (1.350 m) 8:45 h
Cellón (2.029 m) 11:00 h
Arbás del Puerto (1.350 m) 12:00 h
Brañilín (1.480 m) 12:30 h En esquíes 13:00 h
Cuitu Negru (1.890 m) 14:00 h
Brañilín (1.480 m) 14:30 h
Gijón 15:45 h