LA MONTAÑA COMO PASIÓN, COMO ESCENARIO INFINITO SOBRE EL QUE DISFRUTAR INTENSAMENTE DE LA VIDA,
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viernes, 8 de agosto de 2025

Paseo primaveral en familia

Como cada año, al llegar agosto mi cabeza ya empieza a echar de menos la nieve.... 2025 no es excepción.

29 marzo 2025

Pico Remelende (1.888 m) desde Las Señales, con Jimena y Paula

Algunos días son más importantes que otros. Hay ocasiones en las que la compañía marca el recuerdo. Para ejemplo, este precioso paseo familiar por el entorno de Tarna.


El día anterior con Javi y con Nando en el vecino Pico Lago me fijé en lo bonito que estaba el monte para el norte, hacia el Remelende. Convencí a las chicas a ir a pisar un poco de nieve. Hoy Javi tiene surf y no nos acompañará.

No madrugamos, no hace falta. Preparamos unos bocadillos y para allá que nos vamos. 

Les llevo crampones yo, pero cada una lleva su piolet. Parecen montañeras de verdad.

Desde el puerto, la parte baja está preciosa, con los pinos cargados de nieve: hay capa y está blanda, pero no tanta como para que sea demasiado fatigoso el caminar.

Remontamos el pequeño valle hasta salirnos de la banda boscosa. Aquí en zona más abierta nos pega algo el viento. Las vistas van creciendo.

Nos cruzamos con una pareja que viene en esquíes y con su perro. No hay nadie más.

Tengo que hacer frente a algunos amagos de rebelión por parte de Jimena, pero consigo seguir subiendo poco a poco por las suaves pendientes nevadas, dirección a la cumbre del Remelende.

En la cima el viento nos azota inclemente. Cristales de nieve helada desde poniente nos castigan la cara. Está frío. Vamos bien abrigados, pero no nos paramos ni un minuto; sacamos un par de fotos de recuerdo y salimos para abajo buscando resguardo del viento.




 Vamos bajando hablando de mil cosas. Creo que lo están disfrutando aunque este no sea su elemento...






Más abajo paramos a comer al sol a la orilla de una charca. En ella se reflejan las cumbres de enfrente. Como sorpresa saco un hornillo y hago una sopa, todo sea por crear afición. 

Recogemos las cosas y hacemos el tramo final hasta el coche. Estupenda jornada de montaña con mis chicas.

De vuelta paramos en Veneros a ver a los tíos de Paula. Qué guapa es la Cordillera! Qué guapo Redes! Sin duda será un día para recordar.



domingo, 18 de diciembre de 2022

Paseo al Remelende

Domingo 4 diciembre 2022 Nando del Pozo, Noelia Remelende (1.888 m) desde el puerto de Las Señales
Este año la nieve se está haciendo de rogar. Está cayendo poco y además los bruscos cambios de temperatura se la lleva y vuelta a empezar. Aprovechamos para dar un paseo matutino sin grandes ambiciones. Subimos por San Isidro, donde la nieve acumulada en la carretera obliga a prestar atención. Hay poca, pero lo justo como para tener un susto caso de despistarse. El paisaje está realmente bonito.
Continuamos bajando hacia León, pasamos Isoba y en Puebla de Lillo retomamos la subida hacia el puerto de Las Señales. Una vez coronado, aparcamos a la derecha, en la esplanada nevada, donde hay un par de coches. Hace bastante frío, un par de grados, pero al sol se está bien. Aunque hemos traído los esquíes lo vemos demasiado justo. Nos calzamos las botas, nos abrigamos y salimos tranquilamente caminando.
El primer tramo estamos rodeados de árboles. Poco a poco se va despejando el panorama. Damos alcance a una pareja que viene con los esquíes en la mochila: la verdad es que parece que sí podrían subir foqueando sin problema, pero por ahora los mantienen a la chepa. Los adelantamos y seguimos buscando el mejor camino.
Remontamos un pequeño valle que nos sube hasta un collado: desde aquí se abre el paisaje a un plató superior de curvas suaves que se levanta hasta la arista. Hacia la derecha está el Remelende, que aún no vemos. Hacia la izquierda la sierra Corteguero, se intuye el Pico Mongayo con sus cumbres adyacentes, y girando después la Rapaína y Cascayón. Se cierra por la izquierda hacia el San Justo. Todas las cumbres cercanas tienen altura similar. Y entre ellas pequeñas bajadas y subidas, ideales para disfrutar la travesía, especialmente con esquíes, que hoy no hemos traído. Por detrás, y al otro lado del valle el Pico Lago, el Mampodre y Ten y Pileñes.
Continuamos siguiendo unas huellas recientes hacia el Remelende. La nieve está dura en general y apenas nos hundimos. El viento es helador. Remontando el último tramo nos cruzamos con tres chicas y un chico, con dos perros. Vienen de la cumbre y apenas saludan, imaginamos que debido al frío que traen no interactúan…
Llegamos a la cima y disfrutamos de las excelentes vistas. Cumbres cercanas como el Canto del Oso, el Tiatordos, el Campigüeños, el Collado Zorro. Más lejos las peñas Ten y Pileñes, de fondo los Picos, el Mampodre, el Abedular, el Pico Lago… Espectacular.
El viento y frío intensos nos obligan a no enrollarnos. Unas fotos, un aperitivo, y salimos para abajo. El camino de vuelta, ganando alguna cumbre vecina, disfrutando del paseo.
Los árboles están preciosos con la nieve recién posada en las ramas. Nos cruzamos con otra pareja que viene de paseo. Charlamos un rato.
Llegamos al puerto de vuelta. Hay muchos más coches aparcados ahora. Familias con niños, trineos, raquetas… En realidad, no hay nieve suficiente como para que haga falta llevar raquetas. Bajamos el puerto por Tarna hacia Caso, con cuidado las primeras curvas. Siendo mediodía aún hay zonas delicadas. En Rioseco paramos a tomar algo al sol en la terraza, al pie del embalse. A mediodía a comer en casa.