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sábado, 17 de mayo de 2025

99 años y 10 meses

2 mayo 2025, Pico Estaragne (3.006 m), macizo Neouvielle. Con Rafa Belde

"Vuelve pronto, parece que es inminente."

Mensaje de Paula a las 9 y cuarto de la mañana. Justo cuando nos poníamos las mochilas para empezar la excursión.


El día estaba regular y la previsión era que empeoraría. Habíamos elegido el Pico Estaragne (3006 m), a iniciar desde una curva de la carretera del Cap de Long.


Una barrera en el desvío  nos hizo dudar. No era definitiva, dejaba hueco para pasar, pero no quisimos ser los típicos españoles, así que aparcamos abajo y tiramos en zapatillas con las botas puestas a los esquíes en la mochila. 


No era demasiada distancia pero parece que fastidia caminar asfalto a buscar la nieve cuando te puede subir el coche...

El valle hacia nuestro objetivo se veía súper bonito. Arrancamos siguiendo huellas recientes. De hecho hay un par de coches cerca de gente que ha decidido arriesgar... Al principio nos rodean algunos árboles, pronto se abre en pequeños valles, canales y laderas.  Muy guapo.


Rafa va delante pero me lleva a un ritmo que puedo seguir sin problemas. Igual que el día antes en el Aneto. Me encuentro en forma pero le agradezco, sin decírselo, que me lleve suave; él podría salir disparado para arriba.

Medias laderas, vueltas María, bastantes metros remontados... hacemos paradas de cuando en cuando pada comentar la jugada. Charlamos de mil cosas. 

A pesar de la charla con Rafa,  yo tengo la cabeza todo el rato pensando en mi Abuela. Tantas vivencias, tantas anécdotas. ¡Cuántos recuerdos! 

Los últimos años ya se le habia ido la cabeza, apenas era ella. Algún destello fugaz de esa personalidad fuerte. El resto del tiempo ausente. Y en los últimos meses ya la acompañaban los problemas físicos, que hasta ahora nunca había tenido. La maquinaria ha llegado al final...


El cielo está yendo a peor. A ratos llueve, a ratos aguanieva. La visibilidad se va reduciendo y hace tiempo que la cumbre ha desaparecido entre nubes gris oscuro. Lo normal sería abortar el intento, pero a nosotros nos gusta mucho el monte y no estamos esquiando en Pirineos todas las semanas...

Nos cruzamos con un chaval de bajada al que da gusto verlo esquiar. ¡Qué delicia de estilo, qué envidia!

El pensamiento volvía una y otra vez a mi Abuela. No estaba centrado en el momento. Aunque no cambiaba nada, me daba apuro estar aquí foqueando sabiendo que ella estaba en sus últimos momentos. En un momento dado decido dejarlo por hoy. Me voy a dar la vuelta solo. Renuncio a la cumbre. 

Se lo digo a Rafa, que aún tira de mí unos giros más. Pero en un rellano cómodo para la maniobra me paro y le dejo seguir hacia arriba solo. Estamos a unos 2.600 metros.  Hemos remontado hasta aquí unos 750 m desde el coche. Aún queda para cumbre.

Rafa sale rápido a intentar hacer cumbre con el día cada vez peor.

Yo salgo para abajo con precaución. La nieve está húmeda y pesada. Busco las zonas más amables.

Me paro cada poco a descansar y ver por dónde seguir. En estas pausas me vuelve a la mente mi Abuela. Me alcanzan dos catalanes: vienen del Campbiel y luego pasaron al nuestro por la cresta. Charlamos un rato; hablan de zonas alpinas y delicadas. Luego siguen para abajo rápidos. Majos.

Sigo solo sin prisa. Llego a la carretera y mientras me quito los esquíes y las botas, la lluvia arrecia. Camino la carretera con la capucha puesta. 




Voy sin prisa y con el pensamiento en Asturias. Presiento que en cualquier momento ella dejará su presencia terrenal y pasará a formar parte del cosmos. De este mismo cosmos en el que ahora mismo yo camino bajo la lluvia, pero en medio de un paisaje precioso de bosques, montañas y lagos...

Llego al coche con una buena mojadura. Vuelvo para recoger a Rafa conduciendo hasta la curva. Al poco de aparcar ya aparece el Gallo. Ha hecho la alpina y afilada cumbre a palpo. Seguro que si yo hubiera seguido habría tenido que quitar tablas y poner pinchos...

Nos ha encantado el sitio a pesar de la desagradable meteo.  Habrá que volver por aquí a foquear más veces. Precioso Neouvielle.


En la bajada del puerto nos maravillamos con los verdes primaverales del renacer de la vida.

El viaje de vuelta es largo. Parada en Irún a comer un bocadillo.

Me informan cada cierto tiempo de que no hay novedades: mi Abuela está en su habitación rodeada de sus cuatro hijos, acompañándola en estos momentos finales. Sin dolor. Tranquila. No se me ocurre manera mejor.

Aún llego a casa a tiempo para salir a tomar una cerveza con Paula. Con mi Abuela la cosa sigue igual. 

Esa noche, ya muy tarde, se apagó finalmente. Tenía 99 años y diez meses. Una vida plena en la que habrá visto más cosas y cambios de los que nos podemos imaginar. Su recuerdo me acompañará siempre.

jueves, 11 de abril de 2024

Grand Tourmalet en familia

Semana Santa 2024 Esquí familiar y con amigos en Grand Tourmalet. Macizo Neouvielle.
La previsión meteorológica era terrible. Una profunda borrasca barría la península con fuertes precipitaciones y viento muy intenso. Hasta el día previo dudamos si suspender el viaje. Vamos con Rafa y familia, así que aunque no esquiemos demasiado el plan va a ser entretenido.
Viajamos el miércoles hasta Bayona para dormir allí y llegar el jueves pronto para aprovechar el día de esquí. Al llegar a la estación nos encontramos con que la previsión de viento hace que sea muy probable que cierren. Es temprano así que decidimos ir hasta Cauterets a ver si allí pinta mejor la cosa. Al llegar el panorama es similar. Frustrados por no esquiar nos vamos de vuelta hasta Luz y desde allí hasta Gavarnie. El día está raro. A ratos chispea y no hace frío. Salimos paseando sin grandes expectativas hacia el circo. Los niños a su aire y los mayores charlando. Se me va la mirada hacia los Astazús donde lo pasamos tan bien hace años.
Poco a poco la nieve va aumentando en el camino entre los árboles. Rafa y yo decidimos acelerar a ver cuánto nos queda. Llegamos al mirador del hotel.
El paisaje impresionante. Se ven bastantes cascadas resistir a pesar de las temperaturas altas. Damos la vuelta para encontrar a las chicas: están bien cerca, pero prefieren regresar al encuentro de los niños que han quedado más atrás. Nos reagrupamos y continuamos de tertulia hasta los coches. Hemos pasado bien la tarde.
Volvemos a Luz y nos instalamos. El apartamento está fenomenal, es un duplex completo. Realmente bien. Aprovechamos la piscina y hasta la sauna. Está lloviendo intensamente, pero la previsión para el día siguiente no es del todo mala: el viento irá bajando a lo largo del día. El viernes madrugamos y subimos a la estación. Apenas 15 minutos de coche y estamos aparcando.
Hoy el día está feo de nubes, pero subimos arriesgando que nos cierren el enlace con La Mongie, que es la parte más interesante del dominio. El día va aguantando y nos deja esquiar hacia la Mongie, aunque las pistas altas están cerradas por viento. Los niños lo pasan pipa dando saltos en el snowpark. Paula y yo más tranquilos a nuestro aire, pero sin parar de esquiar en todo el día.
Aunque las condiciones tanto de nieve como meteorológicas no fueron buenas, apuramos las pistas hasta el cierre. Volvemos al apartamento a descansar y disfrutar de la comida y la compañía. Esta noche nieva bastante. El sábado madrugamos de nuevo: Amanece despejado y vemos la nieve fresca cerca.
Subimos pronto y volvemos a disfrutar un muy buen día de esquí. Hoy hay algo más de gente, pero desde luego no molesta en las pistas y no hay colas en los remontes. Apurada de nuevo la jornada hasta la última hora. Acabamos con las piernas bien exprimidas.
La estación es preciosa y la oferta de pistas azules más que conveniente para nuestro plan familiar. Quizá para gente que esquíe más fuerte convendrá más carga de nieve, para poder aprovechar los numerosos fuerapistas. Hemos estado prácticamente solos, sin colas en ningún remonte. El paisaje alpino del macizo de Neouvielle le da un gran encanto. Nos han quedado pistas pendientes para futuras visitas. El apartamento perfecto, muy recomendable. Luz Saint Saveour un pueblo bonito y con todos los servicios. El plan con los amigos ha quedado redondo. Lo hemos pasado fenomenal.

lunes, 26 de octubre de 2015

Neouvielle - Arista de los Tres Consejeros

24 Septiembre 2015
Juan y Joaquín Piñera
Pico Neouvielle (3.091 m), Arista Tres Consejeros (D, IV+)

Luz de amanecer en el Pico de los Tres Consejeros, el Pico Neouvielle y el Ramougn
El día antes había sido de transición: tal y como anunciaban, pasó la cola del frente de borrasca que iba a meter medio metro de nieve en los Alpes. A nosotros nos había llovido un rato por la mañana, pero después el cielo limpió y hoy ya el día nacía perfecto.a luz del amanecer teñía de rojo las cumbres y la escalada que era nuestro objetivo para hoy: la Arista de los Tres Consejeros al Pic de Neouvielle.

La arista en cuestión está recomendada como una gran clásica del Pirineo. Es fácil de grado, no muy larga, tiene buena roca y además asciende a la cumbre que da nombre al macizo de Neouvielle. No se puede pedir mucho más. El año pasado, cuando pasé por aquí con Rafa, ya me había quedado grabada como actividad a hacer.
Para no cometer el error de unos días atrás en el Aneto, hoy habíamos metido provisiones abundantes. Como además no llevábamos crampones (ni clavos, ni piolet), la cosa seguía siendo ligera una vez repartido todo entre los tres.


Cumbre del Pico de los Tres Consejeros
En montaña la distancia siempre engaña mucho, y desde nuestro cómodo vivac en el Cap de Long se me hacía imposible que hubiera tres horas de aproximación. Salimos hacia las ocho y media por el camino al final de la presa.  Este remonta metros de forma radical desde el principio. Más tarde suaviza de ángulo y va cruzando tanto zonas de hierba como canchales de rocas de líquenes verdes que tanto nos gustan a los que venimos de la caliza…
Pasamos por debajo de muros potentes en los flancos del Ramougn, donde me consta que existen interesantes vías.
El nevero de la entrada a la pared es casi inexistente, así que para nosotros hoy no hay paso complicado en la rimaya como indican algunas reseñas.




La intriga respecto a la dificultad de la diagonal que tenemos que hacer para alcanzar el collado de inicio de la escalada queda resuelta cuando nos vamos acercando: hay paso fácil aunque expuesto, especialmente al comienzo de la misma.
Cuando llegamos al collado compruebo que apenas hemos recortado un cuarto de hora de las tres horas de referencia… si es que esto es grande.
En la collada hace algo de viento, y en la vertiente contraria bastante más nieve que en la Este, pero viendo su cima tan cercana (de nuevo me engaña la montaña) no puedo evitar tirar a por la cumbre del vecino Pico de los Tres Consejeros, y es que no todos los días tiene uno un tresmil al alcance de la mano.




Juan y Juaco me siguen, pero más tarde desisten ante la abundante nieve helada de algunos pasajes. Al final fue sólo unos metros, luego ya en la arista iba prácticamente limpio. Llegué a la cumbre, me saqué una foto y salí para abajo, no fuera a ser que echara de menos estos minutos más tarde en el día…



De vuelta en la collada, una vez preparados, salí a por la arista encordado a la mitad de nuestra cuerda, de modo que mis amigos me seguirían cuando se terminaran sus cabos, de aproximadamente treinta metros cada uno. Desde el comienzo la roca da buena sensación: bloques afilados que sobresalen pero que están sólidamente unidos a la montaña. En apenas ningún punto me dieron mal rollo.
El ángulo es suave hasta llegar al primer resalte explicado en la reseña: voy buscando el camino más fácil, colocando seguros que casi siempre pasan por ser cintas alrededor de bloques. El primero de los tres resaltes que describe nuestra reseña se resuelve en la vertiente del Cap de Long: habla de una fisura con un clavo.
Cuando me asomo para mirar, decido cambiar las pesadas botas de invierno por los pies de gato: acertada decisión, porque resulta que me esperaba un tramo de unos diez metros muy verticales, y en los que aun teniendo buen canto, seguro serían IV+. Y claro, el tacto de los gatos no tiene nada que ver.




Después de esto la arista tumba pero sigue siendo afilada.
Cuando nos toca pasarnos al lado izquierdo, el hielo cubre la roca y le da ambiente.
El segundo resalte, un diedro muy guapo, lo evitamos rápidamente por la variante llamada“paso del buzón”, de nuevo por la derecha.
Vamos disfrutando de la escalada, del ambiente, de las vistas de cumbres y lagos a ambos lados. El día está azul totalmente, sin viento. Parece pedido a capricho.



La cresta tumba de nuevo y solo nos queda navegar a por el resalte final, que libra la llamada Proa. Cuando llego a ella me doy cuenta de por qué la llaman así: realmente recuerda la proa de un barco.
Este bloque se libra de nuevo por su derecha, para trepar después por un fantástico muro de granito dorado, surcado por una fácil fisura de formas y huecos.
Ya solo nos queda el tramo final a la cumbre.




La vista es espectacular: identificamos cumbres y macizos a lo largo de la cordillera: el hecho de estar “fuera” de la línea principal hace que podamos tomar una perspectiva poco habitual. Vignemale, Gabietos, Taillon, Brecha de Rolando, Casco, Cilindro, Marboré, Monte Perdido, Posets, Aneto…
Fotos de rigor, comer, beber, y mirar por dónde será la bajada normal de esta atalaya, que se eleva alpina en todas sus vertientes.

Destrepes fáciles pero verglaseados
Un mundo de bloques por recorrer
Siguiendo los hitos vamos bajando de terraza en terraza, evitando con cuidado las zonas heladas, los resaltes compactos más grandes. No es desde luego una normal para quien no se encuentre cómodo con aire alrededor. Además el verglás exige atención.
Para cuando tocamos “suelo”, delante de nosotros tenemos un enorme caos de bloques de tamaños variados, en general de grande a muy grande, que debemos navegar pasando por debajo del Ramoung, que se levanta alpino sobre nosotros, y seguir hacia abajo paralelos a la arista de Barris hasta casi su fin. Después tenemos que cruzar a la derecha hacia el paso del Pas du Gat para poder bajarnos de vuelta al Cap de Long.


El paseo de ayer por los lagos nos ha venido muy bien para situarnos en el macizo y tomar conciencia de las estructuras principales de esta zona. Por supuesto el GPS que lleva Juaco nos ayudará en caso de duda.
Todo este resumen se traduce en realidad en un buen rato navegando entre bloques (hora y media), recordándonos de cuando en cuando prestar atención, porque el cansancio, la confianza, y un bloque que se mueva inesperadamente pueden hacer que acabemos con una factura del dentista…
Para alcanzar el Pas du Gat aún tuvimos unos últimos pasos de arista, no menos bonitos por no esperados.
De ahí para abajo la mente se relaja y nos dedicamos a recordar y comentar los mejores momentos del día, que han sido muchos.


Atractivos pilares del Ramougn 
En el Pas du Gat
Ha sido sin duda una actividad preciosa. Precioso macizo este de Neouvielle. Seguro que volveremos.
Unos días muy buenos por los Pirineos.
Como siempre me pasa, mi lista de actividades futuras ya tiene nuevas referencias.

8:30 h Cap de Long
11:10 h Collado
11:25 h Cumbre Tres Consejeros
11:45 h Inicio escalada
14:45 h Cumbre Pic de Neouvielle
19:00 h Cap de Long