LA MONTAÑA COMO PASIÓN, COMO ESCENARIO INFINITO SOBRE EL QUE DISFRUTAR INTENSAMENTE DE LA VIDA,
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DONDE LOS AMIGOS, EL ESTILO Y LAS FORMAS CUENTAN, Y MUCHO

jueves, 16 de julio de 2015

Descubriendo nuevos rincones en los Picos

Viernes 10 Julio 2015
Alberto Boza
Macizo del Cornión, Mosquil de Cebolledas (2.035 m),
nuevas escaladas “El código de barras” 140 m, V) y “La bala perdida” (140 m, V) 
Porru Llagu (1.926 m), repetición de "Un breve instante" (100 m, V+)


Para quedar a las seis de la mañana en Cangas de Onís hay que madrugar, pero los buenos días de monte casi siempre empiezan así para mí.
He quedado con Alberto para subir al Cornión a escalar algo, o incluso para intentar abrir alguna vía: esto es totalmente inusual para mí, apenas he participado en aperturas, pero el caso es que Boza tiene controlada una zona con posibilidades y me ha convencido rápidamente.
Conozco a Alberto desde hace muchos años, pero nunca hemos escalado juntos en el monte. Por las actividades que hace, creo que vamos a congeniar bien.
En Pandecarmen, con unos pocos coches aparcados, preparamos las cosas y hacia las siete salimos caminando. Hoy está previsto que haga calor, así que se agradece ir a la sombra.
Ya en Vegarredonda paramos a tomar un café. Hay gente preparándose para salir a caminar.
Cuando paramos en el refugio viejo para cargar agua saludamos a dos paisanos de sesenta y tantos tacos que van ligeros camino de Vega Huerta. Yo de mayor quiero ser así.
Boza me lleva todo el tiempo con el ganchu, él no calla mientras subimos, y con todo tiene que ir parando a esperarme de cuando en cuando; para porque no le contesto porque no le oigo (la distancia, el latir de las sienes y el bufar de la respiración también suman…).
Traemos recomendada una vía al Primer Poyón, “Claro de Luna”, pero preferimos ir a explorar las oportunidades de nuevas vías en el Mosquil de Cebolledas, así que nos queda remontar un rato hasta la collada de La Mazada. La nueva guía de escaladas fáciles en la zona de Vegarredonda reseña un par de vías en esa pequeña pared, pero parece que hay mucha roca sin tocar.

Desde la misma collada de la Mazada descendemos por la izquierda flanqueando la pared, hacia el Jou Lluengu, buscando el mejor paso entre las llambrias. En diez minutos, después de levantar rebecos a montones, estamos en la base de la vía larga de las dos reseñadas en la guía. Tanto a su derecha como a su izquierda hay mucha roca con opciones claras para escalar. Decidimos empezar por su lado derecho, donde se ven muchos metros de estéticos canalizos.

Código de barras, largo 1
Juegos de luces y sombras
Arranca Alberto con unos cuarenta metros, luego tiro yo hasta una vira intermedia. Las dos tiradas en el cuarto grado con roca de gran calidad.

Largo 2

El tercer largo, de Boza de nuevo, es precioso: consiste en un mar de canalizos perfectos, a escoger el que más te guste. El grado es un poco superior, en torno al V en algunos pasos. El tacto de la roca es simplemente excepcional: una caliza muy buena incluso en los estándares de Picos. 

Boza en el largo 3, canalizos "a gogó"
 

Termino la vía yo delante disfrutando de nuevo de roca perfecta en grado sencillo. Todos los relevos los hemos montado cómodamente sobre puentes de roca o sobre Friends. Han quedado puestos dos cordinos en puentes de roca entre largos para orientar. Salimos justo al lado del collado al que habíamos llegado caminando hace un rato.

Largo 4
Mi primera apertura en Picos serán estos ciento cuarenta o cincuenta metros de IV grado, repartidos en cuatro largos con relevos cómodos, con algún paso aislado de V, sobre roca excepcional y disfrutones a tope. Ya en casa decidimos llamarla “El código de barras”, en alusión a los muchos canalizos.


Bajamos de nuevo hacia el pie de vía con intención de abrir una segunda vía: aún son las once y media. Esta vez bajamos por la derecha, por donde llega la normal del Requexón, para echar un vistazo a esa otra parte.
Una vez en el pie de vía, miramos hacia la parte izquierda de la vía existente y al pequeño techo que corta el paso a unos treinta metros de la base: nos decantamos por su extremo derecho. Dejo en la mochila la maza y los clavos, parece que la roca ofrece opciones sin necesidad de clavar. 

Bala perdida, largo 1
Por turno vuelve a empezar Alberto. Misma tónica: buena roca (aunque algo más sucia y escachada en esta zona baja), puentes de roca, posibilidad de aseguramiento natural y grado fácil (IV).


El segundo largo tiro yo superando la zona de la panza y escalando luego buenos canalizos hasta la vira intermedia (IV+).
Dos bichos grandes planean tranquilos cien metros por encima de nosotros: por lo rubios que son, creemos que son alimoches.
La tercera tirada la arranca Alberto superando una pequeña panza con mucho canto (V) para luego repetir estilo; canalizos con muy buena roca, puentes de roca de cuando en cuando. Ha derivado hacia la derecha y estamos cerca de la línea abierta con anterioridad. 

Largo 3
 

El cuarto y último largo de unos cincuenta metros lo estiro yo compartiendo con la vía existente los últimos quince. Es a mitad de este cuando me encuentro posado en mitad de los canalizos lo que dará el nombre a la vía: un casquillo de bala de fusil. Parece munición de un máuser o similar. Cómo llegó aquí, quién sabe.
“La bala perdida” quedará bautizada. También como la anterior salen unos ciento cincuenta metros en cuatro largos, con algún paso aislado de V y un par de puentes de roca equipados para orientar.


Bajamos ahora hacia la collada de las Merinas para coger ángulo de la pared y sacar alguna foto con perspectiva.


Más de diez años saliendo de forma habitual con algunos de los más prolíficos aperturistas de Picos y nunca participé en una nueva vía con ellos... ¡después de vieyu, gaiteru! 



Nos queda algo de tiempo, así que recogemos las cosas con intención de bajar al Porru Llagu a repetir alguna de las vías existentes: aquí son más cortas, un par de largos, pero yo no he hecho nunca esa cumbre, así que me parece buen plan. 
Alberto tiene una vía abierta allí hace casi veinticinco años y nos vamos a acercar a verla.

La orientación de la pared nos deja en sombra, cosa que se agradece ya que el día está siendo caluroso.

Después de probar “Deva”, la vía de Alberto, decidimos dejarla mejor para otro día y nos pasamos por una vira intermedia hacia la izquierda, a por una línea de Tino Núñez: "Un breve instante", una bonita tirada de V+ y otra más corta de IV nos colocan en la cumbre. De nuevo roca buenísima y escalada agradecida.



En Vegarredonda hay bastante gente, buen ambiente de grupos que vienen a caminar: parece que lo del Anillo de Picos reactiva un poco el tema. Bueno, estamos a mediados de Julio y lo normal es que haya personal por aquí. Nos tomamos una birra para rehidratar y seguimos hacia el coche.

Son las ocho y media cuando posamos las mochilas. Más de trece horas desde que empezamos esta mañana. Dos pequeñas nuevas vías y una repetición. Estoy cansado pero muy contento por la actividad y más aún por añadir a mi lista de compañeros a Boza: no abunda la gente que se apunte a este tipo de planes, y Alberto es de los que no para!
Ha sido un gran día de montaña.
Repetiremos

Cangas 6:00 h
Pandecarmen 7:00 h
La Mazada 9:15 h
Pie de Vía 9:30 h
“Código de Barras” 11:15 h
“Bala Perdida”  14:00 h
Porru Llagu  17:30 h
Pandecarmen 20:30 h
Gijón 22:00 h

sábado, 11 de julio de 2015

La Feriona, viernes tarde aprovechado

Viernes 3 de Julio 2015
Nando del Pozo
Peña Los Llanos (1.589 m), “La Feriona del Pilar” 400 m, V+

La abundancia, calidad y cercanía de vías existentes,  junto con lo manejable de las distancias, hace que en verano sea factible aprovechar medios días para hacer escaladas relativamente largas. Un poco por referencias de conocidos y el resto de navegación por internet, nos dieron la opción para la tarde de este viernes: la “La Feriona del Pilar” es una vía placer de grado muy fácil de unos cuatrocientos metros de longitud.


La una, apago el ordenador y salgo pitando para el coche: he quedado con Nando en veinte minutos en Mieres. Cuando llego allí me lo encuentro aplanado de calor bajo un árbol, hay 33 grados y un bochorno tremendo. Sin dejar tiempo a dudar nos juntamos en mi coche y salimos hacia el Huerna.
Al cruzar el Negrón y entrar en León la temperatura ha refrescado bastante. Además, el embalse está picado de pequeñas olas, señal de que hace viento: esto es lo que nos va a librar.
Aparcamos, seleccionamos el material: catorce cintas y cojo por si acaso los fisureros y cuatro Friends: camalots 0.75 (recién reparado) y 0.5, alliens amarillo y verde. Las reseñas hablan de vía equipada, pero nunca se sabe… Hay otros dos coches con pegatinas escaladoras: quizá tengamos compañía.
En veinte minutos estamos en el pie de vía. Una cordada aún está en la primera reunión, que tal y como indica el croquis, se ve bien alta desde aquí. Nos preparamos y empiezo yo delante.
Desde el primer metro rocaza, pasos de adherencia y algunos separados entre chapas, voy colocando algún trasto entre medias no vaya a ser… El croquis marca V+ y lo es, escalada preciosa.
Nando llega y vuelvo a salir a por la segunda tirada. De nuevo estira muchos metros, y aunque quizá menos bonito, no desmerece nada. En la reunión ya coincido con el segundo de la cordada que nos precede: dos chavales majos de Oviedo, Vicente y Constan.



El tercer largo lo tomamos con calma, vamos pegados a estos chicos y el trazado no es cómodo para adelantar. La escalada sigue la tónica; muchos metros por largo, pasos muy guapos de escalada en placa de adherencia que van uniéndose con alguna zona de huecos donde se colocan seguros. Las chapas alejan si hay opción de asegurar de forma natural: como debe ser. Desde luego, si vienes sin cacharros y no vas tranquilo en el grado y el estilo de escalada, puedes sudar. La tercera reunión es algo más incómoda que las anteriores: me hago hueco para asegurar a Nando mientras el primero de la cordada de Oviedo completa el cuarto largo. Para cuando empieza a escalar el segundo, Nando y yo ya estamos listos: salgo después de darle unos metros de margen.
El viento arrecia y hay que pegarse bien a la roca cuando las ráfagas te pillan en mitad de los pasos de adherencia. Escalada elegante. El largo termina superando un pequeño desplome de mucho canto y después la pared tumba más.




Aquí nos ponemos delante porque los compañeros de pared se han parado a comer algo; van con más calma que nosotros y además ya conocen la vía. Nos comentan que desde este punto hay un escape que permite bajar andando por la derecha. Es bueno saberlo, pero queremos intentar completar la vía. Nando tiene que estar a las 8 en casa: tira él rápido delante sesenta metros de transición hasta ponernos de nuevo en el pie del espolón que lleva al final de la vía.

Desde aquí quedan tres largos, dos de ellos muy fáciles. El último tiene un murito de chapas a la derecha que nos pareció poco lógico con la bonita salida directa de fisuras que hacía el espolón. No obstante, ese pequeño muro vuelve a ser muy guapo de escalar.
Hemos completado los cuatrocientos metros de la vía en tres horas. El viento que incordió en algún paso de equilibrio, también nos libró de tostarnos al sol.
Recogemos los trastos y destrepamos la canal que nos llevará de vuelta al valle y al coche. Unos cuarentaicinco minutos.
A las seis y media arrancamos de camino a casa. A las siete y media llegamos.

Una vía recomendable: por algo es tan repetida. Ocho largos bonitos, casi todos a tope de cuerda.
La verdad es que es un lujo contar con estas escaladas tan cerca de casa. Gran labor aperturista y equipadora que muchos aprovechamos. Se agradece.

Croquis sacado de "La Cabra siempre tira pal monte"

Una tarde de viernes aprovechada.

Mieres 13: 20 h
Aparcamiento en Barrios de Luna 14:00 h
Pie de Vía 14: 30 h
Fin de Vía 17:30 h
Aparcamiento 18: 30 h
Gijón 19:30 h


Nota: el friend reparado va de lujo.

jueves, 2 de julio de 2015

Las cuatro erres y Gatos Nafarroa

El modelo de sociedad que tenemos impuesto está basado en el consumo: para que funcione, se supone que todos debemos consumir de forma continua. Nuestro consumo generará demanda, que facilitará la producción y la venta, que a la vez permitirá a otros trabajar y también consumir. Para incentivar el consumo se crean necesidades irreales de tenencia de bienes, se reduce la vida útil de las cosas, y se altera el orden lógico de las cosas. Con una población en crecimiento exponencial, que además desde países en desarrollo se está incorporando rápidamente al modelo, la demanda de recursos para satisfacer esta voracidad reduce los escrúpulos. Sin apenas regulaciones, todo este conjunto que se supone que crea riqueza (y esto es cierto para un periodo de tiempo determinado), no hay duda de que a la larga está abocado al colapso.
Consumimos recursos naturales (y por tanto finitos) a un ritmo endiablado, y generamos residuos a la misma velocidad.
En general no hacemos demasiado caso a las muchas señales de peligro. Algunos aún siguen negando la relación entre nuestro sistema y el calentamiento planetario y sus efectos…
Es lo que se llamó hace ya mucho tiempo un modelo de “Desarrollo Insostenible”.

Dado que pararlo parece imposible, al menos deberíamos intentar frenarlo o mitigarlo. Creo que todos podemos poner algo de nuestro lado: siguiendo un lema ya antiguo también, “Piensa globalmente y actúa localmente”. Es decir, pensar en el conjunto y poner nuestro granito de arena sobre lo que está a nuestro alcance. De nada vale lamentarse si no haces nada.
Como hay mucha gente preocupada por esto, las teorías desarrolladas alrededor también son numerosas. La teoría de las cuatro “r” es una de ellas:

Reducir, Reparar, Reutilizar, Reciclar

Aplicándonos estas cuatro “r” en nuestra vida diaria estaremos colaborando.
·         Reducir: no consumir cosas innecesarias
·         Reparar: esta es auto-explicativa
·         Reutilizar: cuando algo ya no sirve para su función primera, buscarle otras alternativas para las que sí vale
·         Reciclar: cuando la opción anterior no es posible, recuperar aquellos materiales que puedan entrar en un nuevo ciclo de fabricación de este mismo u otro producto.

Es alucinante la cantidad de residuos que se generan. Dado que están ahí, intentemos gestionarlos lo mejor posible.
Si te molesta el packaging excesivo de algunos productos, no los compres, o envía quejas a los departamentos de atención al cliente (personalmente no necesito para nada un envoltorio de cartón alrededor de un pack de cuatro yogures).
Selecciona los desechos que generas en casa: separa plásticos, papel, vidrio y deposítalos en los contenedores correspondientes. Recoge el aceite usado.
Deposita las pilas donde se deben tirar. Deposita los medicamentos donde se deben tirar.
Controla el gasto de agua: Mientras te cepillas los dientes o te afeitas, el agua corriendo no sirve para nada. El agua ni es infinita ni es gratis (creo que deberían cobrarla bastante más cara, especialmente a nivel industria). El inodoro no es un cubo de basura.
Evitar los productos de usar y tirar, desde los pañuelos de papel hasta la ropa de temporada: no hace falta tener tanto, y mejor que sea de calidad, durará más. Lo barato suele salir caro a medio plazo.
Todo esto obviamente es un incordio. Pero si queremos aportar algo, algo habrá que hacer.

Invita a tus amigos a hacer lo mismo.

El año pasado, a mi amigo Bene se le cayó mi Camalot del 0.5 cuando empezábamos la Directa de los Franceses a la Segunda Torre de Cebolleda.


Este invierno, a Mon le costó mucho sacar mi Camalot del 0.75 en una reunión de la Norte de la Polinosa, tanto que tuvo que utilizar el piolet, por lo que se rompió el gatillo.


Gajes del oficio.
En ambos casos los cacharros estaban más que amortizados: llevaban más de quince años conmigo.
En el primer caso no me quedó más remedio que comprar uno nuevo.
En el segundo caso he optado por otra opción: repararlo.

Hace unas semanas, leí una entrada en el blog de Luichy que me dio la referencia: Gatos Nafarroa, en Pamplona, repara Friends además de gatos. 
Visitando su web me puse en contacto con ellos. Desde el primer momento Esteban me atendió puntualmente y me detalló opciones y precios. 


La reparación del gatillo era realmente barata, pero además Esteban me sugirió cambiar la cinta cosida por una nueva en doble, extensible, como las que ya vienen montando algunas marcas. Esta opción añadía algo más de coste, pero es cierto que una vez estás escalando te puede ahorrar colocar una express en ese seguro. Si esto lo tuviera en todos mis Friends, necesitaría menos expreses y aligeraría el total. 




Lo pensé unos días y me decidí a probar.
Ya lo tengo en mis manos y el resultado es totalmente satisfactorio: el gatillo ha quedado perfecto y la nueva cinta extensible lo mismo. 

Sin duda ha sido una buena decisión.

gatosnafarroa@gmail.com