LA MONTAÑA COMO PASIÓN, COMO ESCENARIO INFINITO SOBRE EL QUE DISFRUTAR INTENSAMENTE DE LA VIDA,
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martes, 2 de abril de 2013

Un invierno en blanco

Es irónico, pero el mismo blanco de la nieve, tan ansiado cada año, es el que está haciendo casi imposible disfrutarlo. 
Excepto gente muy contumaz, en lo que a escalar se refiere, parece que pocos han conseguido pillar cacho esta temporada en los Picos o en la cordillera.
El invierno se ha pasado entre borrascas que bajaban la cota de nieve casi a ras de mar y cortos periodos de viento sur intercalados. No ha habido anticiclones por el medio. Han sido muy pocos los días de azul en estos tres meses. Menos aún los que yo he podido disfrutar en el monte.
Esto llega a cansar al más paciente.
La semana santa no iba a ser distinto. La previsión horrible: precipitación generalizada. El sábado daban casi veinte litros. Los planes se venían abajo, pero finalmente decidimos ir a Soto de cualquier modo. 



Tal y como anunciaban, el sábado cayó agua a dolor. Por la tarde, en los pocos claros que hubo, salí con Javi a ver lo fuerte que bajaba el río, los potentes chorros de la fuente, así como la perfecta adaptación al medio de algunos elementos locales, por adversas que sean las condiciones. Como mandan los cánones, volvimos a casa con más barro del recomendable. El resto del tiempo se pasó entre atizar la chimenea, vigilar la calefacción, canciones y juegos varios con los niños.


Al anochecer despejó y empezó a enfriar bastante. Las estrellas anunciaban una buena helada. 
Por la mañana madrugué en parte obligado por las demandas de desayuno y en parte por las ganas de dar un paseo.
A las ocho y media salí a por mi enésima ascensión a Beza (la n -2 o n-3 en solitario). Voy en zapatillas, en la mochila las botas, los crampones y un piolet.


A los diez minutos de salir, unos diez metros por encima de mí cruza veloz un corzo, estas cosas siempre me gustan. Poco después me tengo que parar a poner las botas, la nieve ya tapa la pista.
La cuesta, como siempre se hace valer.
Casi llevo una hora cuando debajo de la Canal de Misa me pongo los crampones y saco el piolet: la nieve está dura y el ángulo ya lo recomienda.
Una vez en la arista, la cuesta sigue, pero ahora se hace más entretenida entre el trabajo de crampones y buscar el mejor itinerario por pequeños corredores entre los espolones de roca. La nieve está totalmente helada y apenas dejo marcas de mi paso.


El tramo final está precioso; hacia el sur se forman onduladas cornisas. Distraído con los detalles llego a la cumbre redondeada, sin rastro de la cruz cubierta por la nieve. Las vistas a los Picos son tremendas. Mientras descanso (los mil metros de desnivel no son gratis) y como algo, un solitario buitre me sobrevuela, observándome intrigado.

El espectacular perfil de sierra del Cornión
Después de cinco minutos disfrutando, inicio el descenso. Bajo ahora hacia la normal, al norte: no me veo destrepando alguno de los tramos de antes. Aún siendo esto más fácil, tengo que prestar atención a los pasos y afianzar las pisadas en el embudo helado que voy bajando. El potencial tobogán es enorme.
El resto de la bajada fue tranquila. En la parte baja la nieve estaba mucho más blanda que al subir.
Llego al pueblo algo antes de las once y media, sin haber cruzado a nadie excepto una pareja casi ya entre a las casas.
Aunque el paseo es repetido, siempre es diferente: estoy contento. Cramponear nieve crujiente, la cumbre sólo para mí, las vistas espectaculares... 
No pierdo la esperanza aún de poder subir al monte y disfrutar de algún corredor en las próximas semanas.

8 comentarios:

  1. Cagündiez Digeguín, hasta las salidas cortas que haces me dan envidia...!

    Aprovecho para ponerte aquí un video que me recuerda mucho a uno que conozco.

    http://vimeo.com/10873244

    Saludos,

    Dani M

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    1. Gracias Dani,
      envidia me dan a mí tus 42 km del otro día...
      la verdad es que somos unos privilegiados con este entorno que tenemos tan a mano, y hasta en salidas breves se puede disfrutar mucho.
      Un saludo

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    2. Qué bueno el vídeo! Sí señor, aprovechando el tiempo

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  2. El disfrute: una actitud. El adaptarse a las circunstancias: inteligencia. La narración: buena y vital...como siempre.
    ¡Cuida esa cadera!

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    1. Brojos colega, comparto tú visión, adaptarse en modo positivo a las circunstancias es fundamental. Un año casi ya sin correr, así que estoy concienciado en lo de cuidarla...

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  3. jajaja...esi video ye la caña...un poco lo que intentamos hacer algunos a otro nivel y cercanos ya a los 50 tacos...jajaja...
    Muy guapas las fotos de Beza, dentro de dos findes parece que mejora el tiempo asi que seguro que se puede hacer algo animo...!!

    Nando

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  4. ...y mientras esperamos el buen tiempo,...unas rutillas en Btt del tipo de Las Tres Antenas,...tampoco estan mal...

    Nando

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  5. Nando, falta nos hará darle caña a la bici si queremos repetir (y esta vez completar) la vueltuca de Redes...
    saludos

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